Changuinola, el laboratorio para la reproducción de la fauna acuática

Bocas del Toro, además de ser conocida como una provincia próspera en la producción de banano, sus paradisiacas playas y su naturaleza, ahora también lo será por el estudio, reproducción y repoblación de la fauna acuática migratoria de la región.

En el corazón del bosque protector Palo Seco y rodeado de una de sus más importantes reservas hídricas, el río Changuinola, una filial de la empresa AES instaló una estación hidrobiológica, un laboratorio de acuicultura, donde se estudiarán y cultivarán los peces y camarones capturados en ese afluente.

Construida aguas abajo de la presa de la central hidroeléctrica Changuinola I, a un costo aproximado de $2.3 millones, el proyecto es el único en su clase en Centroamérica y el Caribe, aseguró a La Estrella de Panamá Bernerd Da Santos, vicepresidente senior y director de Operaciones de AES.

Allí, unas veinte tinas de concreto simulan los ambientes naturales de por lo menos seis tipos distintos de camarones y doce de peces de agua dulce que están siendo investigados para su posterior repoblación en la cuenca y consumo humano.

Bocachico y liza son dos de las principales especies de peces que serán investigadas y reproducidas en ese centro. Se les ha considerado por los pocos estudios que existen sobre ellas, a pesar de que tienen una amplia distribución en las aguas tropicales del Caribe y el Atlántico, señaló el director de operaciones, Luis Antonio Galán.

‘La estación hidrobiológica es un hito en la historia del país en materia de ambiente y social, ya que establece un nuevo paradigma en el cual una hidroeléctrica puede operar en armonía con el medioambiente y la comunidad. Este proyecto propone el estudio, reproducción de alevines, peces y camarones migratorios para proyectos comunitarios acuícolas', expresó Galán.

Pero además de aportar a la investigación sobre la reproducción de la fauna acuática, Miguel Bolinaga, gerente de AES Panamá, agregó que el proyecto también aportará a la economía del país con la generación de empleos para los lugareños y el turismo.

‘Este proyecto va a poder generar empleos, y va a permitir un acuerdo con organizaciones como el Smithsonian y algunas universidades como la Tecnológica de Panamá, donde los estudiantes van a poder investigar y ver cómo aumentamos esa reproducción de especies. Pero también cómo podemos ayudar a las comunidades, no solo a repoblar el río con peces y camarones, sino también a ofrecerles alimento, lo cual también es importante'.

Además, dijo, ‘va a permitir el turismo. Se va poder traer a personas para que conozcan la central hidroeléctrica y la estación. Sin embargo, lo más importante para el país será que sus comunidades van a poder convivir con una represa de este tamaño, que está generando 220 megas (las tres máquinas principales y las minihidros) para darle energía al país y al mismo tiempo es muy amigable con el medio ambiente, no solo porque es energía renovable, sino porque se aprovecha todo lo que tiene que ver con el tema de los peces y con su cría, con el fin de repoblarlos y que puedan continuar con su ciclo de vida normal'.

La estación hidrobiológica es un modelo de mitigación y compensación de los efectos del proyecto hidroeléctrico sobre la ictiofauna del río Changuinola.

La ictiofauna es el conjunto de especies de peces que existen en una determinada región biogeográfica.

La ministra de Ambiente, Mirei Endara, consideró que este es un centro con gran potencial, ya que se encuentra ubicado en un lugar único como lo es el bosque protector Palo Seco, un corredor biológico y conector de una diversidad de especies.

El proyecto, construido en un área de más de 1,200 metros cuadrados, cuenta con sala de exhibición, oficinas, y laboratorios con módulos de mesocosmo y de reproducción que simulan las condiciones apropiadas para el desove, la alimentación y la vida de las especies.

Samuel Valdés, director de Aéreas Protegidas de MiAmbiente, explicó que el proceso de reproducción de la fauna acuática comprende tres etapas: cuarentena, uso de reproductores y mesocosmos.

La primera es el módulo de cuarentena, en la cual los peces y camarones adultos juveniles capturados son colocados durante 30 días en cuatro de las tinas para descartar enfermedades. Se seleccionan los que pasarán a las tinas de reproducción.

‘ESTE PROYECTO VA A PODER GENERAR EMPLEOS, APORTAR A LA ALIMENTACIÓN, A LA INVESTIGACIÓN Y A LA ECONOMÍA DEL PAÍS, CON EL TURISMO',

MIGUEL BOLINAGA

GERENTE DE AES PANAMÁ

En la segunda etapa, dijo, en otras cuatro tinas se mantendrán los peces y camarones adultos, sexualmente maduros, durante un período de preparación para el desove.

Una vez se tengan los huevos se llevan al módulo de incubación en el área de laboratorio, para el proceso de eclosión, hasta obtener los alevines que pasarán al módulo de mesocosmos.

Otras ocho tinas contendrán las lavas de peces y camarones hasta alcanzar la talla de juveniles. Las tinas de los módulos de mesocosmos también permiten desarrollar experimentos con distintos niveles de salinidad, dieta y factores ambientales para lograr el éxito en la etapa más crítica de reproducción de peces.

Los alevines que se desarrollen en estos módulos serán aclimatados para su vida en el río.

En la fase experimental se espera una producción anual de 500 mil peces 120 mil camarones.

El ciclo reproductor tiene una duración de seis meses, dijo Bolinaga, quien asegura que para mediados del próximo año se podrían tener los primeros resultados.

Posterior a su reproducción, los peces y camarones serán liberados a su ambiente natural, añadió Bolinaga, destacando la importancia de este proyecto para el país.

‘Para Panamá está central hidrobiológica significa que es la primera que está colocando aquí en el país y en Centroamérica. Lo que hoy se ha instalado en Bocas del Toro va a permitir que podamos replicarlo en ríos, quizá a una escala menor, lo cual también es positivo'.