Los desechos de la pandemia agudizan la crisis climática

Actualizado
  • 23/02/2023 00:00
Creado
  • 23/02/2023 00:00
La covid-19 aumentó la producción de plástico desechable, causando graves daños a la vida silvestre debido a su mal manejo
Se pronostica que el 75% de mascarillas y desechos médicos creados para evitar la covid-19 terminen en vertederos.

Después de su uso, el 75% de las mascarillas y otros implementos médicos desechables terminan en vertederos o en los mares. Aunque han sido útiles en la retención de la crisis por el coronavirus, su efecto en el medio ambiente sigue siendo negativo.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), 400 millones de toneladas de plástico son producidas de manera anual, 19 a 23 millones de toneladas de estas terminan en ríos, mares y lagos, contaminando el hábitat de múltiples especies marinas y poniendo en peligro su bienestar.

Según el estudio 'Magnetically boosted 1D photoactive microswarm for covid-19 face mask disruption', publicado en la revista Nature por Jeonghyo Kim, Carmen Mayorga-Martínez y Martin Pumera el pasado 20 de febrero, la pandemia por covid-19 ha resultado en el descarte masivo de desechos plásticos causando un grave daño ecológico. Esta misma investigación determina que la mala disposición de estos residuos es una amenaza a la vida silvestre y posiblemente tenga efectos ecotóxicos.

“La contaminación producida por los plásticos ya era una de las mayores amenazas para nuestro planeta antes del brote de coronavirus. El repentino auge del uso cotidiano de ciertos productos que sirven para mantener a salvo a las personas y detener la enfermedad está empeorando mucho las cosas”, destacó Pamela Coke-Hamilton, directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

Para 2040 la cantidad de plásticos en vertederos será de 11 a 29 millones de toneladas al año.

'Breaking the plastic wave', otro estudio respaldado por Inger Andersen, ecologista, economista y directora de la agencia medioambiental de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pronostica que de no tomarse las medidas correspondientes para 2040, la cantidad de plásticos en vertederos será de 11 a 29 millones de toneladas al año, niveles parecidos a los desechos encontrados en todos los cuerpos de agua.

Regulación de los desechos plásticos

Aunque los desechos provenientes de hospitales son los principales causantes del aumento exponencial de basura plástica, otros factores del estilo de vida en pandemia –como el incremento de deliverys de comida y otros productos– acabaron produciendo más plástico.

La regulación apropiada de los desechos plásticos es clave para poder eliminar un 80% de la contaminación, según lo estimado por la ONU. El climatólogo y director del Centro Internacional de Tecnología Ambiental (Ietc, por sus siglas en inglés) del Pnuma, Keith Alverson, también considera que lo mejor es respaldarse en los trabajadores de aseo y procurar que el servicio prestado por ellos tenga continuidad durante las emergencias y desastres, como en el caso de la covid-19.

Según el climatólogo Keith Alverson, aún es muy temprano para conocer los verdaderos efectos de la pandemia en el medio ambiente.

A su vez aseguró que del 75% al 90% de los desechos producidos por hospitales no representan algún riesgo, es decir, no son infecciosos, y se pueden comparar con los desechos de un hogar normal.

Sin embargo, la separación de los desechos en centros de salud es importante, ya que al separar los residuos peligrosos de los no peligrosos puede reducir el volumen de la basura que necesita un tratamiento especial.

“Es demasiado temprano para saber hasta qué punto impactó [la pandemia] al medio ambiente. Sin embargo, algunos de los efectos que se han visto hasta ahora han sido positivos, como la baja de emisiones de carbón por combustibles fósiles, que cayó un 5%, lo que constituye el mayor descenso en demanda de combustibles fósiles”, destacó el experto en una entrevista para la revista HealthManagement.

Por su parte, la ONU recomienda diseñar productos que sean fáciles de reciclar y aumentar los procesos de recolección, especialmente en los países con menor renta. Otra de las opciones es potenciar alternativas biodegradables y elaborar productos más respetuosos con el medio ambiente.

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