Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 21/12/2024 00:00
- 20/12/2024 17:45
Si su profesión es ingeniero, abogado, médico, vendedor, incluso comunicador social, indiscutiblemente las habilidades para negociar están involucradas en absolutamente todas las carreras, y en más de una ocasión una buena comunicación define el éxito en un entorno tan competitivo.
Lastimosamente, las universidades no tienen como materia obligatoria la comunicación no verbal y presentación de imagen. Le recuerdo, amigo lector, usted es una marca y su éxito depende de cómo se venda ante el mercado.
En la mayoría de los casos, dentro de estas casas de estudio no pulen las técnicas de presentación de sus estudiantes en cuanto a expresión verbal, lenguaje corporal y proyección personal.
Ahora, comparto con usted 10 tips sencillos y rápidos de lenguaje corporal que le serán útiles sin importar su profesión:
Aunque existen nueve motivos distintos del porqué alguien cruza los brazos, la realidad es que instantáneamente la mayoría de las personas piensan que es por rechazo. Nadie puede motivar a un grupo con los brazos cruzados y el mentón pegado al pecho, así parece inseguro o en algunos casos, agresivo. Siempre es preferible mantener sus manos expuestas, esté consiente de modular correctamente su voz y mantenga un contacto visual cómodo sin ser invasivo.
Todos podemos perder el hilo de una presentación súbitamente, ya sea por un punto que no practicamos lo suficiente o por una pregunta afilada del público o bien por interrupciones de un celular. Si cree que necesita un poco de espacio urgentemente, dé un paso atrás.
Estudios de la Universidad de Radboud en Holanda demostraron que este gesto ayuda a relajarlo casi instantáneamente y da un par de segundos para organizar sus pensamientos.
Según Rhoda Agin, especialista en terapia de oratoria, su voz procede de todo su cuerpo y no sólo de su boca. Cuando esté de pie plántese firme y recto, así distribuye su peso. Se dará cuenta de lo fácil que es gesticular y hablar con poder, respirando fácilmente.
Un estudio de la Universidad de Stanford demostró que el ritmo activa la productividad de los equipos.
Coloque música acorde al lugar y evento a un volumen bajo. Ya está demostrado que previo a una reunión, relaja a las personas y distrae temporalmente los nervios sobre algún tema álgido que se tocará.
Preste especial atención a cómo reacciona su contraparte en una negociación. En qué momento se inclina hacia atrás en su silla. ¿Hace lo mismo que usted? ¿Cuánto tiempo tarda en hacerlo? Igualmente, observe cuando se incline sobre la mesa, cuando sonríe y muestras sus palmas.
Todo el mundo envía señales corporales cuando quiere finalizar una conversación; quizá se sientan al borde de la silla, sus pies apuntan hacia otro lado o peor aún, ponen ambas manos en los apoyabrazos, se inclinan hacia delante o comienzan a ver la pantalla del celular. Tiene dos opciones: o finaliza rápido o capta su atención de nuevo.
Especialmente en reuniones: entre hablar de último y decir una idea genial, y hablar de primero introduciendo ideas generales hay un tramo largo, lo ideal es una combinación de ambas.
Hablar entre los primeros enviará el mensaje de que está presente y activo; de esa forma, prestarán mayor atención cuando haga su cierre.
Ya hemos mencionado en reiteradas ocasiones que mostrar las palmas demuestra apertura y cooperación; rotarlas hacia abajo, gesticulando con ambas manos enfrente de usted y a la altura del plexo solar, proyecta seguridad en lo que dice.
Combine el movimiento con pausas
Cuando esté presentando una serie de ideas, o cuando esté presentando dos conceptos opuestos (por ejemplo, positivo vs. negativo), hágalo en ubicaciones distintas de su escenario; eso le dará mayor interés a su discurso.
Por otra parte, si está exponiendo un punto crítico, manténgase en el mismo sitio mientras lo hace; si se desplaza de un lado a otro en ese momento, no parecerá tan importante lo que quiere enfatizar.
Inspirar por la nariz y expulsar el aire por la boca libera la tensión de su mandíbula, cuello y hombros... Hacerlo lo hará ver menos rígido o agresivo.