India, un destino cargado de religiosidad, historia y arte

Creencias religiosas, tradiciones y culturas diversas convergen en la India, un destino turístico marcado por majestuosas estructuras antiguas con legado político, histórico y religioso.

Basta llegar al Aeropuerto Internacional Indira Gandhi, situado a 16 km del centro de la ciudad de Delhi, para que el turista reciba un abrebocas de lo que vivirá durante su estadía en India.

Con más de 40 millones de pasajeros al año, el Aeropuerto Internacional Indira Gandhi muestra a sus visitantes un arte indígena de cobre y bronce colgado en el paso de llegada. Son nueve gestos de la mano o mudras que recogen formas de danza clásica y yoga. Mide 240 metros de largo. Para llegar a este punto, el turista debió abrirse paso entre cientos de personas que transitan de un lugar a otro entrelazando diversos idiomas, mujeres exhibiendo el sari, vestuario típico de las indias, y personas que portan piezas de vestimenta que declaran su fe.

India es un país especial en materia religiosa. Es la nación con mayor cantidad de hinduistas, yainas, sijes, zoroastrianos y bahais, y es el tercer país con mayor cantidad de musulmanes. Cuatro religiones que se practican en el mundo, el hinduismo, el budismo, el jainismo y el sijismo, se originaron en la India. Durante el milenio, el judaísmo y el cristianismo llegaron al país de Asia del sur formando pequeñas comunidades.

Un atractivo turístico que recoge historia y cultura de una de las religiones nacidas en India, es el templo Gurdwara sri Bangla Sahib. Su peculiar cúpula dorada lo hace resaltar desde diversos puntos de la ciudad. Al visitar el Gurdwara Bangla Sahib estará ante el templo sij más importante de la ciudad de Delhi. Se encuentra situado en las inmediaciones de la céntrica Connaught Place de Delhi. Fue originariamente un palacio, conocido como Jaisinghpura.

La calle que llega hasta el lugar está colmada de vendedores que ofrecen ropa, comida, artesanías, recuerdos... Al llegar al templo, a la izquierda, en espacios como salones, lo recibirán grupos de creyentes en oración.

El edificio es de mármol blanco. Entre sus estancias está la sala de oración, una galería de arte, una escuela, la cocina, y el comedor donde, según sus líderes, se alimenta entre 30.000 y 80.000 personas a diario.

El sijismo es una religión propia de la India que incluye 18 millones de fieles (aproximadamente 2,1% de la población india). Es monoteísta, prohíbe el consumo de alcohol y admite la guerra santa, cree en la reencarnación, el karma y el vegetarianismo. Es la novena religión con más creyentes del mundo y la cuarta de la India. Los devotos del sijismo pueden ser llamados sijs o sikhs. Esta religión sigue las escrituras de su libro sagrado, el Gurú Granth Sahib. Los sijs aplican diariamente las 5 “k”: kesh (no se cortan el pelo), llevan consigo un khanga (un peine de madera), también un kara (un brazalete de metal), un kirpan (daga) y kacha (ropa interior de algodón).

Los sikhs, además de no cortarse el pelo, tampoco se cortan la barba y el elemento más característico de su indumentaria son sus coloridos turbantes.

Este templo se puede visitar durante las 24 horas del día, ya que no cierra las puertas nunca.

Taj Mahal, en español ‘corona de los palacios’ o “La joya del palacio”, es un importante destino turístico de la India que atrae a más de 7 millones de visitantes por año.
El Taj Mahal es un mausoleo construido por el emperador mogol Sha Jahan en honor a su esposa preferida, Mumtaz Mahal. Además del mausoleo, el complejo funerario cuenta con jardines y edificios menores.
Edificado entre 1632 y 1654 fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como patrimonio de la humanidad y está considerado entre los edificios más bellos del mundo, lo que lo convirtió en una de las nuevas siete maravillas de mundo moderno.
En el impresionante sepulcro recubierto de mármol blanco, a orillas del río Yamuna, reposan hasta hoy los restos de Mumtaz Mahal y de Shah Jahan. El Taj Mahal es un símbolo de la rica historia de la India.

Impresionante, majestuoso, son términos que intentan definir Rashtrapati Bhavan, la residencia oficial del presidente de la India. Ubicada en el corazón de Nueva Delhi y uno de sus edificios más notables, la oficina y residencia oficial del presidente de la India es un complejo de 130 hectáreas que comprende un edificio principal de 340 habitaciones, extensos jardines presidenciales, grandes espacios abiertos, residencias para guardaespaldas y personal, establos, otras oficinas y servicios públicos. En términos de superficie, es la segunda residencia más grande de cualquier jefe de Estado en el mundo.

La seguridad para ingresar al lugar incluye no portar celular, cámara ni ningún otro artefacto electrónica, tampoco papel ni bolígrafo o lápiz. En pocas palabras, nada puedes llevar, al menos al área principal. La estructura es de piedra y mármol blanco. Se necesitarían tres horas para recorrer a pie las numerosas cámaras, antesalas, pasillos, patios, galerías, logias, salones, escaleras y vestíbulos, sin olvidar las cocinas, despensas, salas de plancha, imprenta y teatro.
El palacio fue diseñado como un símbolo de poder a principios del siglo XX. La entrada del edificio se hace a través de un jardín que recuerda los jardines mogoles de la región de Cachemira.

El jardín del Santo Néctar es un jardín situado en la parte trasera del Rashtrapati Bhavan. Anteriormente conocido como “jardines Mughal”. Presenta una gran variedad de flores y árboles.

En julio de 2014 se inauguró un museo dentro de Rashtrapati Bhavan. El museo ayuda a los visitantes a obtener una vista interna del lugar, su arte, arquitectura, y a conocer la vida de los presidentes anteriores. La segunda fase del museo fue inaugurada en 2016.

La Puerta de la India, ubicada en el llamado “Camino de los reyes” Rajpath, es un monumento que honra a soldados indios fallecidos en la Primera Guerra Mundial y las Guerras Afganas de 1919. Los nombres de los soldados que murieron en estas guerras están escritos sobre las paredes del monumento.

La construcción de este monumento, de un estilo claramente colonial, se inició en 1921 y finalizó en el año 1931.

En el centro de zonas cubiertas de césped, rodeada de jardines, la Puerta de la India es uno de los destinos preferidos de las familias de Delhi durante los días festivos, y de cientos de turistas.