Panameños cada vez disfrutan más el vino

Actualizado
  • 17/10/2019 00:00
Creado
  • 17/10/2019 00:00
Panamá es el segundo país importador regional, siendo Costa Rica el principal. A pesar de una reducción de la superficie mundial de viñedos, el consumo de vino, internacionalmente y en el país, sigue aumentando

Una copa de vino equivale a disfrutar de aromas, sabores, una amena plática... experiencia que gana adeptos a nivel internacional y nacional.

Entre el primer trimestre de 2017 y el mismo período de 2018, el valor importado de vinos en Panamá aumentó desde $5 millones a $5.2 millones, según cifras del Sistema de Información del Mercado de Vinos en Panamá, del Área de Inteligencia Comercial de Central América Data, empresa de investigación de mercados en Centroamérica, México y la región andina.

El consumo mundial de vino se encuentra en niveles cercanos a los 24,500 millones de litros.

Para los períodos en cuestión, el valor importado desde España creció 39%, desde $1.1 millones a $1.5 millones, y desde Chile creció 13%, aumentando desde un $1 millón hasta $1.1 millones.

De enero a marzo de 2018, el 28% del valor importado desde Panamá provino de España, 22% de Chile, 13% de Estados Unidos y 11% de Italia.

Marcos Montoya, sommelier y fundador de Cata Maridajes Servicios, asegura que “aunque no existen estadísticas científicas, percibimos, basados en nuestra experiencia, que el consumo en Panamá está orientado a la capital y provincias con focos de turismo, por ejemplo, Coclé y Chiriquí”.

“El consumo es equitativo entre hombres y mujeres. A ellos les gustan los vinos intensos en taninos y las damas prefieren los más dulces al paladar. No hay distinción en cuanto a clases sociales, el marco de precio es amplio”, detalla Montoya.

Consumo regional

Investigaciones de Central América Data reflejan que el segundo importador regional de vino es Panamá. De enero a septiembre de 2018, el principal importador en la región continuó siendo Costa Rica, con $20 millones, seguido de Panamá, con $18 millones; Guatemala, con $9 millones; El Salvador, con $4 millones; Honduras, con $3 millones; y Nicaragua, con $2 millones.

Entre los primeros nueve meses de 2017 y el mismo período de 2018, el valor importado de vinos en Centroamérica registró un aumento de 13%, al subir de $50 millones a $56 millones.

En los primeros nueve meses del año pasado, el 29% del valor importado desde Centroamérica provino de Chile, 24% de España, 11% de Estados Unidos, 10% de Italia y 8% de Argentina.

“En Latinoamérica, Panamá es uno de los países que más consume, pues tenemos una gran variedad de distribuidores que traen muchas marca. Panamá puede tener en promedio 2,000 referencias y cuidado que mucho más”, señala Montoya.

Añade que Panamá es el único país en Centroamérica que tiene una temporada de ferias de bebidas. “Empezamos con la feria de cervezas artesanales y luego cinco más, que las realizan los distribuidores de vino, esto no se ve en otros países de la región. Por ejemplo, en Costa Rica se hace una feria cada dos años”, apunta.

Según el sommelier, quien ejerce como profesor de la Universidad de Panamá en la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Escuela de Gastronomía, el auge en el consumo de vinos en el Istmo empezó en 2000. Sin embargo, “en los últimos ocho años fue acelerado”.

El Observatorio Vitivinícola Argentino plasma que el consumo mundial de vino se encuentra, desde el año 2010, en niveles cercanos a los 24,500 millones de litros, anuales. Se caracteriza, además, por contar con un número creciente de países consumidores, productores, importadores y exportadores.

Mediante estudios econométricos, el Observatorio declara que existe claramente un grupo de consumidores de vino por sobre los 1,000 millones de litros de consumo anual, entre los cuales se puede considerar a Argentina, Estados Unidos, Francia, Italia, China, Alemania, Reino Unido, Rusia y España.

Situación del sector

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) asegura que en 2018, la superficie vitícola mundial (correspondiente a la superficie total de viñedos plantada, incluidas las superficies improductivas y las superficies destinadas a la producción de uvas de vinificación, uvas de mesa y uvas pasas) es prácticamente similar a la de 2017 y alcanza los 7.4 millones de hectáreas.

Desde 2014, se observa una reducción de la superficie mundial de viñedo, que se debe principalmente a la reducción de la superficie vitícola de Turquía, Irán, Estados Unidos y Portugal.

El continente americano registra, entre 2017 y 2018, una reducción del tamaño de las superficies de viñedo. Con 430 miles de hectáreas (mha) en 2018 según los cálculos de la OIV, el tamaño de la superficie de viñedo de Estados Unidos presenta una ligera reducción desde 2014. La superficie de viñedo de Argentina sigue disminuyendo y registra 219 mha. En Chile, la superficie plantada de vid también se reduce y alcanza las 212 mha. La superficie de viñedo de Brasil también sigue disminuyendo y registra 82 mha. El único país del continente americano que registra un aumento de la superficie de viñedo es México, con 34 mha.

Panamá cuenta con representativo número de distribuidores.

La OIV calcula que, en 2018, la producción mundial de vino (excluidos zumos y mostos) es de 292.3 millones de hectolitros, lo que supone un aumento neto de 42,5 millones de hectolitros con respecto a la producción de 2017.

El análisis por países indica que los intercambios de vino siguen dominados principalmente por España, Italia y Francia, que representan entre los tres más del 50.7% del volumen del mercado mundial en 2018, lo que equivale a 54.8 millones de hectolitros. Esta cuota de mercado se encuentra ligeramente a la baja con respecto a 2017, cuando dichos países representaban el 55.1% del mercado mundial.

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