El alma de la fiesta

Actualizado
  • 23/10/2022 00:00
Creado
  • 23/10/2022 00:00
Ron Zacapa presentó Alma, la segunda edición Heavenly Cask del famoso ron 23. Un segundo añejamiento en barricas ex whiskey americano quemadas aporta notas tostadas profundas
El alma de la fiesta

Mi pueblito dio la bienvenida a los invitados al lanzamiento de Zacapa 23 El Alma, segunda edición de la colección Heavenly Cask, creadas por la Master blender Lorena Vásquez, para celebrar cada una de las barricas que se han utilizado para añejar Zacapa 23, “añejando y destacando las extraordinarias sensaciones de sabor que aportan individualmente a nuestro ron”.

Durante cuatro años, Zacapa lanzará cada año una mezcla de edición limitada. En ella, cada ron descansa por segunda vez en uno de los barriles, utilizados para el añejamiento del ron, de manera que se destaquen las sensaciones de sabor extraordinarias que aporta.

La segunda de estas cuatro ediciones limitadas Zacapa 23 El Alma es creada a partir de la mezcla de rones de entre 6 a 24 años. Antes de finalizar su añejamiento, el ron descansa una segunda vez en las barricas de ex-whiskey americano quemadas del Sistema Solera, con notas tostadas.

Esta colección es añejada en la “Casa por encima de las nubes” ubicada en Quetzaltenango, Guatemala, a 2,300 mts sobre el nivel del mar, una ubicación que genera un proceso mucho más lento y que otorga suavidad al producto final.

El alma de la fiesta

Para el lanzamiento en Panamá la sommelier Olga Herrera dirigió una cata en la que pudimos apreciar las cualidades de tres rones: Zacapa 23, Zacapa etiqueta negra y Zacapa El Alma.

En una noche cálida, con música de niolín en vivo, los invitados pudieron hacer un recorrido por el museo de la pollera y las recreaciones de la escuela, la barbería, casa cural y la iglesia interiorana, acompañados por una guía.

Antes de iniciar la cata sommelier detalló los procesos que hace únicos a los rones Zacapa: suelos volcánicos, el uso de miel virgen y no de melaza, levaduras locales y el añejamiento dinámico gracias al sistema de solera, con una diversidad de barricas, cada una aportando interesantes cualidades.

Luego explicó que para El Alma se utiliza una mezcla de rones de reserva añejados de 6 a 24 años, que han experimentado un añejamiento adicional en la barrica de ex whiskey americano tostadas, para aportar unas notas tostadas “únicas y profundas”.

El alma de la fiesta

Iniciamos con Zacapa 23 Centenario, pero antes, la sommelier nos recuerda algunos detalles que debemos tomar en cuenta con el servicio de estas bebidas.

“El ron debe almacenarse y servirse en una temperatura entre 13° y 15°, al igual que el vino”, afirma. Y esto tiene una simple razón de ser. El ron tiene concentraciones de alcohol más elevadas y una temperatura alta terminará enmascarando las características organolépticas de la bebida. Además, “si se sirve un poco más fresco, no habrá que poner tanto hielo, lo que termina diluyendo el ron”, agrega.

Herrera recuerda que la forma de captar los aromas en una cata de ron es muy similar a la del whisky: en lugar de llevar la nariz a la boca del vaso, se debe mover el vaso hacia arriba y abajo y aspirar tanto por nariz como por boca.

“Los aromas que desprende una bebida con 40° de alcohol son volátiles. Las más pesadas se quedan cerca al líquido y las más livianas, los aromas más florales más frutales, suben. Al mover el vasos se distingue la variedad de aromas”, explica.

El alma de la fiesta

En nariz, las notas de Zacapa 23 son de caramelo, vainilla,cacao, toffee, avellana, frutos secos, tostados y caramelizados. Se distinguen también el plátano caramelizado y piña.

En boca destacan las notas de miel, caramelo, frutas de hueso con el durazno y pasas. El paso por barricas de roble americano carbonizado, jerez y Pedro Jimenez aportan vainilla, notas especiadas a canela y jengibre.

La cata continúa con Etiqueta negra, un reconocimiento a Italia como uno de los mercados más importantes de Zacapa a nivel internacional.

Etiqueta negra es el resultado de una mezcla de rones entre 6 y 24 años de envejecimiento. Que inicia en sistema de solera pasando pro barricas de roble americano carbonizados,Jerez, oloroso y Pedro Jimenez. El proceso finaliza con un paso por barricas doblemente carbonizadas y ahumadas, par aun final amaderado y ahumado.

El alma de la fiesta

La primera diferencia es a la vista, con un color más oscuro y profundo, mientras que en nariz, de esa doble carbonización se desprenden notas mas intensas y ahumadas. Destacan las ciruelas, pasas, chocolate, especias, notas de caramelo. En boca, al comparar con el Zacapa 23, este se siente más sutil, mientras que el Etiqueta Negra aporta notas más amaderadas y especiadas con un final más seco, menos dulce y más contundente.

Y completamos la cata con el recién llegado El Alma, segunda edición de Heavenly Cask, edición limitada que hace un homenaje a todas las barricas que se involucran en el envejecimiento del Zacapa Centenario 23.

“Para cada una de estas versiones, el año extra de envejecimiento estático se hace en un tipo de barrica específica: de roble blanco para La Doma, presentada el año pasado; una barrica doblemente carbonizada de roble americano para El Alma; barricas de oloroso para La Armonía y de Pedro Jiménez para La pasión”, se explaya la sommelier quien anuncia que a Panamá estarán llegando algunas botellas más de La Doma, para quienes no pudieron adquirirlas inicialmente.

Se hace la aclaración de que por tratarse de una edición limitada es recomendable comprar dos botellas: una para degustar y otra, para coleccionar.

“La base de El Alma, es Zacapa 23, con todo el dinamismo de su sistema de solera, y un año adicional en barricas de roble americano doblemente tostado pero sin el proceso de ahumado”, destaca Herrera, lo que aporta un terminado “mucho más sutil, más amalgamado y suave en cuanto a la madera”.

En nariz resaltan notas de menta, chocolate negro, canela, durazno, toffee, canela y nuez moscada. En boca, equilibrio entre fruta y madera, el ahumado pasa a un segundo plano y emergen sabores a mango, nuez tostada, canela albaricoque y caramelo dulce.

Para Lorena Vásquez, maestra ronera de Zacapa, la forma perfecta de disfrutar Zacapa 23 El Alma es puro o sobre un cubo grande de hielo. Para una experiencia más elevada, recomienda decorarlo con nueces tostadas. Vásquez agrega que para complementar la experiencia se recomienda acompañarlo con un maridaje de jamón ahumado o carne de res, marinado en salsa de soja con un toque de aceite de sésamo y una pizca de miel. Una alternativa puede ser también el queso Gouda ahumado con mermelada de naranja o melocotón.

Zacapa 23 El Alma estará disponible en mercados seleccionados, entre ellos Panamá.

La velada se completó con una deliciosa cena y cocteles como mojito y daiquirí de fresas elaborados con Zacapa Ambar.

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