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- 25/06/2016 02:00
La costumbre común es que un matrimonio o pareja que viven juntos duerman en una misma cama. De ocurrir lo contrario, frecuentemente se toma como una señal inequívoca de que la relación está en problemas. A pesar de esto, para algunas parejas dormir separados se ha convertido en una necesidad práctica.
Por extraño que parezca, es la mujer quien regularmente decide no compartir cama, según un estudio británico financiado por SilentNight, empresa productora de camas y colchones. El ritual de dormir separados, que no es novedad pues según explica la historiadora francesa Michelle Perrot en su libro Historia de las alcobas (Siruela, 2011), en la Antigua Grecia y en Roma, aunque existía una cama conyugal, las mujeres tenían reservadas una parte de la casa en donde dormían si el marido no reclamaba su presencia para el acto sexual; toma más fuerza en la actualidad por nuevas exigencias laborales, hábitos y la interrupción de la tecnología en la nicho matrimonial.
CAMPO DE BATALLA
Regularmente la disputa por la sábana, la temperatura de la habitación, ronquidos y la incomodidad de despertar varias veces por las constantes visitas de la pareja al baño durante la noche, son las principales razones de las trifulcas conyugales nocturnas, explica Miriam Treminio, psicóloga familiar,
A los inconvenientes mencionados, se le suma que ‘algunas personas se le hace difícil volver a conciliar el sueño una vez se le ha interrumpido, esto pasa con frecuencia cuando se tienen horarios de trabajos distantes o diferentes en el que el o ella llega a media noche, ya cuando su pareja está durmiendo', dijo Treminio.
Como si fuera poco, algunos tienen por costumbre antes de dormir, pero ya en la cama, ‘revisar mensajes en computadores portátil, celular u otro dispositivo, revisar redes sociales, chatear, en fin, diversas actividades que involucra el uso de la tecnología en el dormitorio lo que puede perturbar el sueño de la pareja', señaló la psicóloga. Todas estas situaciones, trazan el camino para la separación de camas.
Según un estudio de la Fundación Nacional para el Sueño de EE.UU. (2013), el 25% de las parejas de ese país duerme en camas separadas. Mientras que la Asociación Nacional de Constructores del mismo país, señaló que, en el 2015, cerca del 60% de las viviendas de nueva construcción contaban con dos habitaciones principales.
CADA PAREJA CON SU HISTORIA
Y es que las parejas están apostando a la comodidad y sueño profundo a la hora de dormir. ‘En una ocasión una paciente manifestó que al dormir separada de su esposo no sólo aseguraba su descanso, sino que influenciaba positivamente en áreas como la comunicación y las relaciones sexuales', señala Treminio. Agrega que el punto está en que si conviene a la pareja, entonces que se haga. ‘No estoy afirmando que sea lo correcto o ideal (dormir separado), es un tema que se trata individualmente, sin generalizar. Es decir, cada pareja tiene su historia', dijo.
Dormir separados no apunta una crisis especialmente. ‘Es una acción que se debe realizar luego de conversaciones entre la pareja' señala la profesional.
Entre los beneficios que se puede obtener es lograr un sueño reparador, el cual asegura un buen estado de ánimo, eficiencia en el trabajo y no estar alterado lo que favorece a la pareja y familia. Una persona con sueño se irrita fácilmente y el cansancio limita su rendimeinto, explicó la psicóloga. ‘A pesar de que él o ella sientan la necesidad de dormir separados, en ocasiones no se atreven a exponerla por temor a la reacción de la pareja o por no ir en contra de lo que es común', señaló.
Por su parte, Kathia Oriol explica que aunque dormir solos permite un sueño profundo, regularmente se prefiere dormir con alguien, lo que resulta en una necesidad humana de apego durante la noche.
Dormir juntos también ofrece beneficios a la salud. Según una investigación de la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos, los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés, bajan cuando se duerme en pareja. Además, señala Oriol, se ‘promueve sentimientos de protección y seguridad' .
Esta misma investigación afirma que una relación de seis o más años, en la que se duerme con la pareja, las mujeres se quedan dormidas más rápido y se despiertan menos veces en la noche, en comparación con las que son solteras. Esto se da, explican los investigadores, porque las sensaciones de protección y seguridad que produce el hombre permiten un sueño más reparador.
Otro de los beneficios que ofrece dormir al lado de la pareja es que esa cercanía abre paso a la resolución de problemas. ‘Muchas (parejas) aprovechan esta intimidad, cuando no hay niños ni nada que los interrumpa para conversar sus planes e incluso temas inconclusos', señaló Oriol.
En la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, una publicación apunta que dormir con la pareja salvaba vidas, pues ante un ataque nocturno, quien reacciona de inmediato es el compañero de cama.
Las ventajas y desventajas son diversas, elija la opción que elija, separado o en la misma cama, lo importante es tener en cuenta el bienestar de la pareja.
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‘A pesar de que el o ella sienten la necesidad de dormir separados, en ocasiones no se atreven a exponerla'
MIRIAM TREMINIO
PSICÓLOGA