Dibam, una iniciativa que vela por los derechos de las personas mayores

Actualizado
  • 10/04/2024 00:00
Creado
  • 09/04/2024 17:12
Todos tienen derecho a una vejez digna, aseguran sus fundadoras. Es por ello que en su segunda actividad tendrán un paseo a la playa con este grupo etario. La diversión es parte de la vejez

Para celebrar el Día de las Buenas Acciones, la iniciativa Defensores de la inclusión y el bienestar del adulto mayor (Dibam) tendrá una actividad en la playa el día 12 de abril, dirigida a las personas mayores.

El evento consiste en llevar a un grupo de personas mayores de la Fundación Nueva Vida, a la playa de Veracruz, para que tengan una mañana entretenida con actividades dirigidas a fortalecer su sistema cognitivo. La Fundación Limpia Panamá realizará charlas para que el adulto mayor pueda ser agente de cambio, expresó Gabriela Arias fundadora de Dibam.

Para esta actividad se necesitan voluntarios, no es obligatorio que participen jóvenes, lo que se busca es que haya un intercambio generacional en el evento, es decir, que participen personas de todas las edades. Los voluntarios inscritos serán recogidos el 12 de abril en Albrook para ser llevados al restaurante Veramar, lugar de encuentro de todos los participantes.

Quien no pueda asistir, también puede ser parte de la actividad por medio de donaciones monetarias (para la comida de 30 adultos mayores) u otros insumos que se necesitan: bloqueadores, gorras, toallas, botellas de agua.

“Esperamos que luego de esto, los jóvenes quieran ir al hogar y puedan seguir fortaleciendo los vínculos. Con esta actividad se reducen los índices de aislamiento, depresión, e impulsamos el intercambio generacional. Es una actividad que dura poco tiempo, pero genera un impacto muy grande en todos los participantes”, subrayó Arias a La Estrella de Panamá.

Cómo surge Dibam

La cofundadora de Dibam, Amanda López, explicó a este medio por qué surgió la iniciativa. Gabriela Arias y López trabajaron en talleres con adultos mayores institucionalizados. “Nos dimos cuenta de muchas carencias en cuanto al bienestar y los derechos humanos del adulto mayor en Panamá”. Se interesaron tanto por todos los adultos mayores –los institucionalizados, los que tienen más autonomía y aquellos que viven con sus familias– que decidieron crear Dibam para hacer activismo digital sobre las problemáticas del adulto mayor.

“El proyecto empezó como una idea de hablar sobre los derechos del adulto mayor, sobre los tipos de discriminación que viven, como por ejemplo el edadismo y sobre sus realidades. También sobre las investigaciones que aborden la importancia de la salud mental y física. En un principio era netamente activismo digital en Instagram. Todo nace así: una red social en la que se le pudiese mostrar al panameño, de cualquier edad, la realidad del adulto mayor, y así crear conciencia”, detalló.

Se han hecho publicaciones sobre la depresión del adulto mayor, sobre la situación del adulto mayor en Panamá y América Latina. “Nuestro plan era crear un espacio en el que se pudiese conversar. Nos percatamos de que había muchos tabúes, no solo del envejecimiento, sino también la concepción que se tiene del envejecimiento en la población. Al final, todos le tienen miedo al envejecimiento, pero le tienen mucho temor y mucha angustia, como si la vejez fuese el final de todo. La tasa de suicidios en este grupo etario es muy grande, precisamente por esto, por esa concepción de que ‘viví todo lo que tenía que vivir y ya no tengo propósitos, que no sirvo”.

En este activismo, las especialistas se encontraron con varias iniciativas que se pueden impulsar, como por ejemplo, la economía plateada que va mucho más allá de comprar medicinas y/o pañales, apuntó. La actividad del 12 de abril se hace en el restaurante Veramar porque su propietario es un adulto mayor y sus organizadoras quieren precisamente visibilizar el lugar e impulsar la economía plateada.

Otro tabú con el que se encontraron es que se piensa que el adulto mayor debe estar “en una mecedora o sentado todo el tiempo”. Y no, los adultos tienen derecho a tener educación continua. “Ellos siguen siendo personas, siguen teniendo una vida: trabajo, estudios. Y eso no significa que ahora que tienen una determinada edad, como 65 años, deben quedar apartados de la sociedad como actualmente se percibe”.

En este camino del activismo digital se dieron cuenta sus fundadoras, de que no era suficiente. Se dijeron: “Tenemos que actuar, también tenemos que trabajar con adultos mayores. La primera actividad fue el año pasado con un grupo de adultos mayores en Santa Librada”.

En los hogares, una de las situaciones más comunes en el adulto institucionalizado es el deterioro cognitivo, es por ello que, en la primera actividad y en las próximas habrá actividades relacionadas a la estimulación cognitiva.

En esa primera actividad que hicieron tuvieron mucho apoyo, destacó López. “Se hizo una actividad lúdica para generar ese intercambio generacional, porque los voluntarios eran de diversas edades. Fue maravilloso. Se logró un impacto no solo en el adulto mayor, sino también en el grupo de voluntarios. Se eliminó esa visión llena de edadismo y tabúes que tenían acerca del adulto mayor”.

Para Gabriela Arias, el desafío más grande de Dibam es “precisamente cambiar la ideología del país acerca del envejecimiento. Luchar por ese cambio social no se va a lograr de un día para otro. No se va a resolver con una actividad puntual. Se tienen que crear políticas públicas. Crear un trabajo muy articulado con el sector público y privado, la sociedad civil en general, para cambiar esta realidad. Es un hecho que, de aquí a 10 años, será mucho más grande la población adulta mayor. Todos tenemos derecho a una vejez digna”, concluyó.

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