Día de Reyes: De la Biblia a las tradiciones contemporáneas

El 6 de enero se festeja el Día de Reyes, una de las tradiciones más celebradas en diversos países de América Latina. Esta festividad, cargada de significado religioso, histórico y cultural, reúne a niños y adultos que disfrutan con entusiasmo la fecha especial.

La celebración tiene su origen en la Biblia, en el relato del Evangelio según San Mateo. Allí se describe cómo tres sabios, Melchor, Gaspar y Baltazar, viajaron desde el Oriente, guiados por la estrella de Belén, hasta llegar al lugar donde nació Jesús.

Los Reyes Magos entregaron tres regalos que se han convertido en símbolos clave de esta festividad: Oro, que representa la realeza de Jesús como rey de los judíos; Incienso, una ofrenda dedicada a Dios, simbolizando su naturaleza divina; Mirra, un aceite aromático usado en la antigüedad para embalsamar, que alude a la humanidad y al sacrificio de Cristo.

El momento significó la primera revelación de Jesús al mundo, estableciéndose como un fundamento importante de la fe cristiana. El día invita a reflexionar sobre la naturaleza de la manifestación física de Dios en la tierra.

La palabra “epifanía” proviene de la lengua griega, que significa “aparecimiento, manifestación”. La iglesia católica celebra el día con tres eventos: la de San Juan Bautista en el río Jordán; los tres Reyes Magos; y cuando Jesús se manifiesta a sus discípulos y comienza su vida pública con el milagro en las bodas de Caná.

Según National Geographic, organización sin fines de lucro que se dedica a la exploración y protección del planeta, “las primeras referencias conocidas al ritual cristiano sugieren que ya era común en el siglo IV d.C. En el siglo II, el teólogo Clemente de Alejandría escribió que una secta de cristianos agnósticos sirios, los basilidianos, celebraban el bautismo de Cristo en enero. En 361, el historiador romano Ammiano Marcelino escribió que los cristianos llamaban Epifanía a esa festividad de enero”.

En el caso de la iglesia ortodoxa, la celebración se conoce como Teofanía y conmemora el bautismo de Cristo. “Tras ayunar, los cristianos ortodoxos asisten a una ceremonia eclesiástica en la que un sacerdote bendice el agua y luego la utiliza para consagrar a la congregación. Después se llevan el agua a casa y la utilizan para bendecirse a sí mismos y a sus hogares durante todo el año”, así lo explicó National Geographic.

Hoy en día, la Epifanía se celebra de diversas maneras según la tradición de cada confesión cristiana. Esta festividad tiene matices únicos en cada comunidad religiosa.

“La tradición tiene raíces antiguas en las Saturnales romanas, fiestas paganas donde se celebraba con banquetes, regalos y excesos. Durante estas festividades, se escondía un haba en el pan, y quien la encontraba era proclamado ‘rey’ por un día” así lo explicó el medio Independent en español.

Con la llegada del cristianismo, esta práctica se adaptó para conmemorar la Epifanía. En la Europa medieval, el haba representaba al “rey de los inocentes”, asociado al espíritu de las bromas y los excesos durante el “mundo al revés”. Al consolidarse el catolicismo, la tradición fue reinterpretada para celebrar a los Reyes Magos, sustituyendo el haba por una figura del niño Jesús.

Según Independent, la rosca llegó a Latinoamérica con la conquista española, sirviendo también como herramienta de evangelización. A lo largo de los años, muchos países han hecho suya esta tradición. México ostenta récords mundiales, como la rosca más grande del mundo en 2019, con más de 17,000 figuras del niño Dios, y otra en 2020 en Yucatán, de más de 3,000 metros de largo.

Los obsequios de los Reyes Magos y su supuesta condición real dieron origen a una variedad de coloridas tradiciones en los países que celebran la Epifanía.

En Latinoamérica, se prepara la rosca de reyes, un pan dulce con forma de corona. Aunque las costumbres varían según la región, es común que los niños coloquen hierba y agua la noche previa a la celebración para los animales que acompañaron a los Reyes Magos. A la mañana siguiente, reciben regalos como recompensa por su buen comportamiento.

En Francia, la festividad se conmemora con la galette des rois, un pastel redondo cubierto de frangipane, una dulce crema de almendras. Dentro del pastel se esconde un haba, y quien la encuentra es coronado “rey” por un día, siguiendo la tradición de las Saturnales romanas.

En Estados Unidos, esta celebración marca el inicio de la temporada de carnaval. Durante esta época, se consumen roscas de reyes en colores amarillos, verdes y blancos, que suelen contener la figura de un bebé que simboliza al niño Jesús. Estas roscas son especialmente populares en Luisiana y Nueva Orleans y destaca como epicentro de las festividades del Mardi Gras, aunque también se encuentran en otros estados del país.

En Italia, se celebra con la Befana, una figura legendaria representada como una anciana bondadosa o una bruja. Según la tradición, el personaje acogió a los Reyes Magos durante su viaje a Belén. Tras su partida, decidió seguirlos para encontrar al niño Jesús. Mientras lo busca, reparte regalos a los menores que se han portado bien, una tradición similar a la de Papá Noel.

Otra costumbre relacionada con los Reyes Magos, popular en Europa y cada vez más adoptada en Latinoamérica, es la de “pintar la puerta con tiza”. Esta tradición consiste en escribir las iniciales de los Reyes Magos (C.M.B.) sobre la puerta, que además de representar a Caspar, Melchor y Baltasar, simbolizan la frase en latín Christus mansionem benedicat que significa: “Que Cristo bendiga esta morada”. Junto a las iniciales, se añaden el año en curso y signos de cruz como expresión de fe cristiana.