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- 03/05/2021 00:00
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El Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo es una de nuestras ofertas turísticas más importantes. Todos los años es visitado por miles de viajeros que buscan conocer a fondo los orígenes de la ciudad.
Fue el primer conjunto edificado por los españoles a orillas del océano Pacífico. Sobresale la torre de la Catedral que se mantiene firme y se ha convertido en el símbolo de todo un país.
Es un sitio majestuoso cuyos vestigios demuestran la destreza arquitectónica que usaron los españoles para colonizar América. Allí se pueden ver escalones, altos paredones, arcos que desafían la ley de la gravedad y que son testigos de las técnicas de construcción acumuladas en Europa y que vencieron el paso del tiempo.
La ciudad fue fundada por Pedro Arias 'Pedrarias' Dávila en 1519; un villano histórico que ajustició a Vasco Núñez de Balboa, el descubridor del Mar del Sur y a quien los historiadores de la época republicana, a comienzos del siglo XX elevaron a la categoría de héroe nacional.
Pero el investigador analítico que deja de lado el romanticismo de clases encuentra que 'Pedrarias' tuvo el acierto de escoger un sitio que sirvió de terminal para la ruta transístmica por la que se trazó el Camino de Cruces, por el que transitó el comercio colonial entre Europa y esta parte del continente.
Esos eventos cambiaron al mundo. Después en 1855 se construye el ferrocarril norteamericano que aunque solo tuvo 80 kms de rieles, fue el primero en atravesar un continente. Y en 1914 se inauguraría el Canal de Panamá, que hoy presume más de 100 años de operaciones.
La antigua ciudad floreció comercialmente y a nivel cultural y además albergó las principales órdenes religiosas que con su doctrina apuntalaron el poderío del imperio español en América.
La Biblia fue más poderosa que la espada. Acá se levantaron la Iglesia de los Dominicos, la de la Virgen de la Merced, la de los Agustinos y la de la Compañía de Jesús, además de una majestuosa catedral.
Claro está que en la ciudad, las casas reales y la del Cabildo se agruparon alrededor de la Plaza Mayor.
No hemos mencionado nada respecto al nombre del sitio. El vocablo de Panamá hace justicia a la aldea de indígenas que encontraron los españoles. Eran pescadores, orfebres, comerciantes dominantes con otras comunidades que se asentaban en distintos puntos del gigantesco arco de un golfo que posteriormente los conquistadores también nombraron Panamá.
Tiene un significado ambiguo, se dice que relacionado con la abundancia de peces, de mariposas, o de un gran árbol propio del lugar. Pero en la colonia se convierte en sinónimo de suerte, de riqueza; lanza el mensaje de que por Panamá todo es posible.
Los reyes de España supieron apreciar su importancia y le otorgaron un escudo que la reconoció como ciudad real. Este le fue concedido por el rey Carlos I de España mediante la Real Cédula expedida en Burgos, el 15 de septiembre de 1521.
Tiene los colores rojo y amarillo, y está adornado de castillos y leones que representan los reinos de Castilla y León. Luce otros argumentos, flechas, un yugo y dos barcos: uno que entra y otro que sale. Nada más representativo del espíritu comercial de la ciudad.
Esta fama y la riqueza de sus calles fueron la causa de que en 1671 piratas ingleses, comandados por Henry Morgan la saquearan y dejaran en ruinas. Quisieron atacar a España, su enemigo, y consiguieron dañar la terminal de su principal ruta comercial.
Tras este incidente, la ciudad fue reconstruida a unos 10 kilómetros de distancia y se amuralló para desanimar futuros ataques de enemigos.
Sin embargo, el sitio quedó en el abandono durante siglos para luego renacer como parte del orgullo nacional y como atractivo del turismo histórico y cultural.
El lugar ha sido bien adecuado y es administrado por el Patronato de Panamá Viejo, que es una exitosa combinación de agentes como el Club Cívico Kiwanis, Banistmo y entes gubernamentales como el Ministerio de Cultura (MiCultura) y la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).
Tiene edificios que reciben al visitante con una librería comercial, que alberga oficinas administrativas y salones de exhibiciones. Más cerca de la torre está un centro de visitantes donde podrá conocer todo lo relacionado a este valioso punto turístico.
Con los años, Panamá Viejo se ha convertido en un laboratorio arqueológico que ha logrado adiestrar a profesionales y ha permitido grandes hallazgos pues con sus excavaciones científicas, parte del pasado precolombino y colonial, ha emergido para el beneficio de la historia y la educación .
Visitar el Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo es tradicional para todos los estudiantes de primaria y universitarios del país. Allí encuentran muchas respuestas a las materias de estudio y a sus raíces sociales.
En sus salones hay mucho material, carteles que llenan de interés la visita. La última vez que fui encontré a más de treinta estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá (UP) que estudiaban las ruinas y observaban la gigantesca maqueta que recrea cómo era la ciudad en sus días de gloria.
Además encontrará un salón de arte religioso, que aunque sus objetos son de un periodo posterior al de Panamá Viejo provienen de las iglesias de la ciudad nueva que guarda mucha relación. En fin, estas conservaron los mismos nombres de las que algunas vez se levantaron en el sitio original.
Los turistas tienen que abonar una cuota por la visita y eso les da derecho a usar un vehículo que los lleva hasta muy cerca de la torre. El portal web señala que está abierta después de las 9:00 a.m.
Es emocionante subir la torre y ver el panorama desde un mirador en su zona más alta. Pero también caminar por sus calles, pisar sus escalinatas y estar bajo los arcos románicos que aún sostienen sus ruinas le transportará en el tiempo. Las piedras en pie sirven de marco a un recorrido memorable.
La relación de Panamá Viejo con los panameños es muy íntima. Le han dedicado desde boleros hasta poesías que abonan un sentimiento de pertenencia que aparece una y otra vez cada 15 de agosto, fecha de la fundación de la ciudad. Bien por el Patronato que ha conservado un patrimonio cultural y ha lanzado un mensaje de que se pueden hacer las cosas motivando el orgullo nacional.
Actualmente el Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo comprende alrededor de 28 hectáreas, que incluyen las ruinas de algunas de las edificaciones más importantes de la época colonial y los vestigios arqueológicos de los períodos prehispánico y colonial.
El 5 de julio de 2003 el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco incluyó el Sitio Arqueológico de Panamá Viejo en la lista de Patrimonio Mundial como una extensión del Distrito Histórico de Panamá.