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‘Darién sostenible’ avanza hacia la equidad de género
- 26/03/2024 00:00
- 25/03/2024 17:44
El proyecto 'Producción ganadera amigable con la biodiversidad, basada en el ecosistema de la región de Darién en la República de Panamá' conocido también como 'Darién Sostenible', avanza hacia su plan de acción para impulsar la perspectiva de género.
'Darién Sostenible' es un proyecto de la organización sin fines de lucro Ancon que tiene como objetivo principal el establecimiento de un marco de producción ganadera amigable con la biodiversidad basada en ecosistemas para la provincia de Darién.
Julio Alberto Rodríguez, coordinador del proyecto 'Darién Sostenible' de Ancon, destacó que el número de mujeres beneficiarias es dinámico y seguirá creciendo hasta el final del proyecto. Por ejemplo, actualmente de los 67 planes de manejo de finca que están en transformación a 'sistemas silvopastoriles', 21 son de mujeres.
El Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) define los sistemas silvopastoriles como la combinación de tres componentes: árboles y arbustos forrajeros, pastos, y la producción ganadera. Estos componentes deben ser gestionados de tal manera que puedan generar los mejores resultados económicos para el ganadero, al tiempo que restauren los recursos naturales involucrados y los servicios ecosistémicos que estos generan, como carbono, agua, biodiversidad y medios de vida en general.
'Darién Sostenible' se halla estructurado por tres componentes: el desarrollo de los sistemas silvopastoriles, la planificación integrada del uso de la tierra y el monitoreo, evaluación e intercambio del conocimiento.
Julio Alberto Rodríguez explicó que las mujeres tienen roles importantes en la ganadería, como la de acompañar a sus esposos en diversas actividades de gestión de la finca. “En términos de fortalecimiento de capacidades, el proyecto ha capacitado a 68 técnicas extensionistas y 196 mujeres ganaderas en diferentes capacitaciones sobre ganadería sostenible”.
De acuerdo con datos de Ancon, las mujeres pueden particularmente aportar en lo que respeta a los registros de información clave para monitorear la biodiversidad y los indicadores económicos. En el caso de las fincas lecheras, las mujeres juegan un papel aún más relevante en las actividades de producción lechera. Además, con respecto a las actividades de restauración forestal en apoyo de los sistemas silvopastoriles, las especies nativas generalmente se cultivan en viveros atendidos y manejados por mujeres.
Las estadísticas del último censo agrícola (2011) documentan que hay más de 14.000 parcelas dedicadas a la ganadería en todo el país, de las cuales el 15,5% (más de 2.000) es administrado por mujeres; sin embargo, no se dispone de estadísticas sobre la prevalencia de mujeres en la ganadería dentro del área de intervención del proyecto, detalla Ancon. De las 198 fincas de ganado que serán objeto del proyecto en la Reserva Hidrológica Filo del Tallo-Canglón y su zona de amortiguamiento en Darién, las mujeres, en al menos el 20% de estas fincas, serán específicamente seleccionadas para acceder a los beneficios. del proyecto y participar en actividades de campo.
“El proyecto continúa fortaleciendo el tema de género y ahora se cuenta con una cooperación técnica del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para poder seguir desarrollando esta estrategia con más recursos”, agregó Rodríguez a La Estrella de Panamá.
De acuerdo con Julio Alberto Rodríguez, la ganadería extensiva era la mayor amenaza que enfrentaba la Reserva Hidrológica Filo del Tallo-Canglón. La Reserva provee de agua a unas 32 comunidades que están asentadas a su alrededor, agua clave para el consumo y necesidades básicas, pero también para la producción agropecuaria.
“En la época seca el agua se convierte en un recurso escaso que afecta la calidad de vida de las comunidades asentadas alrededor de esta Reserva Hidrológica, y además la escasez del recurso puede comprometer la productividad de las fincas. Las capacidades de los productores y técnicos locales sobre nuevos modelos para el desarrollo de la ganadería como los sistemas silvopastoriles, y por ejemplo, el uso de tecnología, eran muy escasos”.
Se decidió hacerlo en Darién y no en otras provincias en donde se implementa la ganadería, precisamente por ser reconocida el área protegida Reserva Hidrológica Filo del Tallo–Canglón. “Es una zona de alta biodiversidad reconocida a nivel global (...) La Reserva provee de agua al humedal de Matusagaratí, el humedal de agua dulce más grande de Panamá”.
El desarrollo de 'Darién Sostenible' es una oportunidad de impulsar un modelo de ganadería sostenible que permita crear capacidades, experiencias y lecciones aprendidas para compartir y replicar en otras partes del país, remarcó.
A pesar de dificultades como el acceso limitado al financiamiento y la pandemia por la covid-19, se han logrado avances significativos en la transformación de fincas tradicionales a los sistemas silvopastoriles, reflexionó Rodríguez.
“A la fecha se han elaborado en total 166 planos participativos de gestión de fincas ganaderas, lo que representa 8.725 hectáreas bajo planificación. Actualmente, 67 fincas están implementando su plan de manejo, es decir, están en proceso de transformación de fincas tradicionales a fincas ganaderas sostenibles bajo el modelo de sistemas silvopastoriles que en conjunto suman unas 3.765 hectáreas”.
Además, “se han fortalecido las capacidades de técnicos (197 –129 hombres y 68 mujeres–) y beneficiarios (502 –306 hombres y 196 mujeres–) en buenas prácticas de ganadería sostenible (planificación de fincas, cercas eléctricas, acueductos ganaderos, bancos forrajeros, preparación de bio-insumos, entre otras) capacitaciones que son clave para el desarrollo de este modelo de ganadería sostenible, para impulsar la diversificación productiva de la finca y generar mejores beneficios económicos (mayor rentabilidad), sociales (seguridad alimentaria) y ambientales (conservación) de biodiversidad, agua, suelo y otros servicios ambientales”.
La meta era hacer 180 planos de manejo de finca y tener unas 5.000 hectáreas bajo planificación. Sin embargo, en este momento se llevan 166 elaborados que suman unas 8.725 hectáreas bajo planificación. “Cada plan participativo de gestión de finca es distinto porque cada finca es distinta, su capital natural (agua, suelo, ecosistemas, etc.) es distinto y cada familia tiene una visión futura (sueño) de cómo quiere tener su finca dentro de 5 o 10 años”, concluyó.