Un museo que revisita la historia de la imprenta en el país

Actualizado
  • 07/07/2024 00:00
Creado
  • 05/07/2024 20:54
El museo de la imprenta, que se puede apreciar en la Ciudad de las Artes, ofrece un recorrido por las distintas imprentas que formaron parte de la empresa estatal La Impresora La Nación

En una era en la que la revolución digital es predominante, lo publicado en el papel y la tinta es como un tesoro en peligro de extinción. No obstante, la magia que trae el papel tiene un componente único que en la actualidad no arrastra la misma fascinación que la pantalla de un teléfono inteligente.

En un contexto como este, cobra aún más importancia conocer el progreso de una de las invenciones que marcaron un antes y un después a la difusión de la palabra escrita como lo fue la imprenta, creada en el año 1440 por el alemán Johannes Gutenberg.

Usted puede echarle un vistazo a esta historia en el recientemente inaugurado Museo de la Imprenta, que se encuentra en la Ciudad de las Artes. El museo – cuyo horario es de 8:00 am a 5:00 pm – exhibe en total unas once máquinas en las que se realizaban trabajos de impresión en los más de 100 años de trayectoria de la imprenta.

Entre los artículos en exhibición que el visitante puede observar, están las primeras máquinas de impresión manual así como otras que funcionaban de manera eléctrica. También se encuentran para la observación del público las impresoras tipo Offset, que formaron una parte fundamental de la producción de libros, volantes, membretes y programas que llevaron la palabra escrita al papel impreso.

Algunos de los tipos de máquinas de imprenta que se pueden encontrar son la Minerva Heidelberg, siendo las máquinas de este tipo usadas en los años 1914, 1923 y 1985. Otra de las máquinas en exhibición es la Platina, de uso manual y cuyos orígenes se remontan por el año 1851.

En una conversación con La Estrella de Panamá, el prensista Ricardo Franco - quien trabaja desde hace más de 40 años en la empresa estatal La Impresora La Nación, expresó que la población tiene que visitar el museo para darse cuenta del arduo trabajo que conllevaba sacar adelante las publicaciones que se imprimían día a día. Todo un viaje en el tiempo.

“Así se hacían los periódicos, letra por letra, de forma suelta. Ponías la letra G, la letra E, la letra A. Eran letras de plomo que se preparaban de un contenedor que, a su vez, estaba en un molde. Ahora, estamos en la era de la imagen y de la computación pero en esos tiempos era una labor mucho más sacrificada”, dijo.

En este sentido, Franco reflexionó que las nuevas tecnologías cambiaron el paradigma de la comunicación y la difusión de la información en comparación con los tiempos de antes. El trabajador de la imprenta estatal añade que los niños y jóvenes tienen que ver el museo para que se hagan una idea de cómo se difundía la palabra escrita antes de la huella evidente de la digitalización.

“Ahora, es cuestión de buscar en Google y lo que uno quiere lo saca. Si es cierto que el internet y las computadoras le ganaron la batalla a la imprenta. En la pantalla, están disponibles todos los colores mientras que en la imprenta se trabajan con los colores primarios como el rojo, el azul, el amarillo y el negro. Ese proceso es laborioso porque tenemos que sacar todo de color a color para poder lograr el resultado que queremos. Esto mientras que en la computadora se busca el modelo en la pantalla y se sacan los colores de una vez. Todo esto ha cambiado. Antes, nos llenábamos mucho más las manos de tinta”, explicó.

Por ello, el prensista vislumbra que si bien unos creen que el uso de la imprenta es cosa del pasado, él está convencido de que esto no es así. “Por ejemplo, yo tengo muy clara la diferencia entre la tinta y el tóner para hacer una muy buena tarjeta de presentación. La tinta queda para siempre, el tóner no. Estoy claro que la venganza va a venir y se van a venir abajo las computadoras”, aclaró entre risas.

Franco es amante de su trabajo y supo que tenía esa vocación desde que tenía una muy temprana edad. Él confiesa en la conversación que le encanta embarrarse de tinta, cambiar planchas y tirar colores. Él forma parte de La Impresora La Nación desde estuvo inicialmente adscrita al anterior Instituto Nacional de Cultura y que hoy pertenece al Ministerio de Cultura (MiCultura).

“Mi padre siempre ha sido una persona estudiosa, y siempre hay por ahí un hijo travieso. Ese era yo. Mi padre era abogado y vio que mi vocación era esta. Él me apoyó. Gracias a Dios, me fue bien estudiando esto en el Don Bosco. Estudié y trabajé siempre en lo que me gustaba”, contó con admiración.

Un museo para destacar la labor

La jefa de publicaciones de MiCultura, Priscilla Delgado comentó a La Estrella de Panamá que el Museo de la Imprenta busca honrar una tarea que se viene desarrollando desde el año 1910. Para proceder al rescate del patrimonio que representan estas máquinas de impresión y ofrecer un espacio moderno a sus trabajadores, se trasladó la empresa de La Impresora La Nación a la Ciudad de las Artes a Calle 14, Río Abajo donde permaneció hasta el 15 de febrero pasado. Anteriormente a eso, se encontraba en Tocumen.

Delgado destacó que el Museo de la Imprenta es el primer museo de este tipo en Centroamérica. Panamá se une así a países como México y Colombia, que también tienen sus museos de la industria gráfica.

“Nosotros buscamos que los estudiantes sepan la historia de estas máquinas que ayudaron a La Impresora La Nación a salir adelante con los contenidos como la Gaceta Oficial, que se imprimía desde la empresa. La historia de La Impresora La Nación la forman trabajadores que están desde hace 50 años y siguen trabajando con la dedicación que les caracterizan”, agregó.

La titular de publicaciones de MiCultura además adelantó que la Impresora La Nación está acometiendo un proceso de digitalización. “La digitalización en la imprenta es un asunto muy costoso porque las tintas en lo digital cuestan mucho dinero. Lo mejor es tener a las antiguas máquinas de impresión para que funcionen. Vamos a hacer funcionar esas máquinas que sirven para hacer libros y contenidos que sean de mucha utilidad para la población”, expresó.

Delgado adelantó a este diario que a mitad de año se creará un comité editorial para curar las obras que se editarán en La Impresora La Nación de acuerdo a las necesidades que tenga el país. Una de ellas, a su juicio, son libros de investigación sobre la historia panameña.

Ricardo Franco
Prensista de La Impresora La Nación
Ahora, estamos en la era de la imagen y de la computación pero en esos tiempos era una labor mucho más sacrificada”,
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