La Ciudad de Saber conmemoró su vigésimo quinto aniversario de fundación con una siembra de banderas en el área de Clayton.
- 09/09/2023 00:00
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Año 1971, Carolyn Davidson aún era estudiante de diseño gráfico cuando le encargaron un logo que transmitiera movimiento. Ella presentó su interpretación de las alas de la diosa griega “Niké” y recibió un cheque de $35.
A Phil Night, el dueño de la compañía de zapatillas, no le gustó la propuesta, pero pensó que con el tiempo se acostumbraría, y más que una costumbre el “ganchito” se transformó en un ícono mundial.
Cuando Jobs regresó a la empresa de la manzanita, reestructuró toda la imagen de un producto desde la visión de Jonathan Ive, su diseñador industrial. Con él, el branding de Apple se disparó hasta las nubes.
¿Cuántas veces ha estado frente a un diseñador, sea gráfico, interiores, web, de moda, industrial o freelance y lo ha tratado de la “patada”? Y fíjese, no tiene nada que ver con groserías, gritos o malas palabras, ¡tiene que ver con respetar su trabajo!
Durante mis 23 años de carrera profesional como diseñador y publicista, he escuchado frases como estas: “si me gusta, te pago”, “tan simple como hacer copy-paste”, “solo son dibujitos”, “¿para eso se estudia?”, “necesito a alguien que maneje Ilustrador, Photoshop, Indesing, tome fotos, maneje el plotter, trabaje bajo presión, se entienda con las imprentas, atienda clientes y todo por $600 mensuales” aaah y la mejor de todas: “¡no tengo presupuesto!”, “¿Cuánto me rebajas?”, “¿Por eso me vas a cobrar?”.
Martin Luther King decía: “Todo trabajo que enaltece la humanidad tiene dignidad e importancia y debe emprenderse, tratarse y respetarse con la excelencia esmerada”.
En estos tiempos de crisis en que muchas empresas están al borde de la quiebra, le voy a dar una recomendación: Si busca a un profesional del diseño, jamás sacrifique calidad por precio, porque por buscar lo más barato, siempre terminará contratando a los más caros o peor aún, “amarrado” a una agencia. Un buen diseño puede salvar marcas, productos, empresas, servicios, y hasta su carrera profesional como gerente de mercadeo. No busque a los “diseñadores de oído”, busque a profesionales con trayectoria.
La verdadera competencia ya no se da en industrias de escala intensiva, sino en industrias no tradicionales de imaginación intensiva.
Roger Martin, decano de Rotman School of Business y autor de The Design of Business dice: “Para ser exitosos en el futuro, los ejecutivos deberán pensar más como diseñadores... deben ser más maestros de la heurística que maestros de algoritmos”. Y para que esto se dé, el respeto es la base para toda génesis entre cliente y diseñador.
Le pregunto, ¿qué pasaría si Harry Potter dirigiera GE? Por cierto, un libro de Tom Peter que le recomiendo. Ahora imagine si Steve Jobs diseñara sus productos, Picasso su imagen corporativa, Vivaldi sus jingles, Van Gogh su estrategia de negocios o Mark Zuckerberg su web, ¿le diría a estos diseñadores: “Si me gusta, te pago”? Creo que no.
Si hablamos de diseño gráfico, en Panamá la carrera es más o menos de cuatro años y se estudia desde dibujo y pintura, historia del arte, cine, guion televisivo y radial, tendencias sociales y digitales, se aprenden programas especializados, mercadeo, publicidad, negocios, administración, psicología del color, del diseño y consumidor, cultura, historia, geografía, redacción creativa (por mencionar solo algunas materias).
Desde ya le puedo decir que, esos “diseñadores” que se formaron con App o cursos que de a milagro duran meses o un tutorial de Youtube, rara vez están al nivel de un profesional de carrera.
Estamos en una era sumamente competitiva, así que un diseñador que elabore con éxito un boceto más allá de la imagen, dé seguimiento a cada etapa del proyecto, domine las herramientas de última generación y esté actualizado con las nuevas tendencias de comunicación digital en un mercado donde ya no se habla de advertising, sino de advertainment, cobrará relevancia especial y tratará su marca y a usted como se debe.
El servicio al cliente es ahora la punta de lanza para proyectar cualquier marca. Y el nuevo mercadeo se trata de las relaciones humanas más allá de la imagen... Y créame, un diseñador que sepa de estrategias, de coaching, tenga un sentido de liderazgo y conozca los secretos de la alta gerencia, podrá brindarle más de lo que pueda ofrecerle un diseñador made in app y para acabar de fregar... de oído.
Como ya se dio cuenta, amigo lector, un diseñador es mucho más que un “bohemio libre pensador” que recibe migajas como remuneración. El diseñador es el experto que maneja lo visual, lo verbal y no verbal para bien de sus objetivos de negocio.
Cuando busque a un diseñador sea gráfico, de moda, interiores, de estrategias de comunicación, relaciones humanas o imagen, trátelo con respeto, mucho respeto, es más, admírelo, porque en sus manos está su empresa.
Por cierto, ¿cómo terminó la historia del logo? En 1983 Phil Night llamó a Carolyn Davidson, la creadora del gancho. Le regaló un anillo de oro y un sobre lleno de acciones de Nike. Carolyn continúa diseñando para la empresa.
Jonathan Ive no solo fue el vicepresidente senior de diseño de Apple, sino que en 2019 se independizó y Apple se transformó es su cliente número 1. Empresas como Airbnb lo contrataron para renovar sus productos y su empresa tiene un equipo creativo de arquitectos, músicos, escritores, ingenieros y artistas que van más allá de la faceta de diseño.