Los primeros pasos de los genios del mundo

Un día como hoy, hace exactamente 571 años, nació una de las eminencias más grandes de la historia. Conocido como un polímata florentino, Leonardo da Vinci nació el 15 de abril de 1452 en Anchiano, Italia, y dedicó su vida a las artes, las ciencias y a explorar varias esferas del conocimiento.

Su infancia ocurrió en la localidad de Vinci, Italia, donde disfrutaba observar la fisonomía, la fauna y la flora del paisaje toscano. Desde pequeño prefería la soledad y se cree que esto generó su pasión por el arte, la cual manifestó dibujando monstruos mitológicos de su imaginación.

Así, el maestro renacentista se convirtió en el autor de uno de los cuadros más famosos de la historia: la Mona Lisa. En la actualidad es concebido como un genio que revolucionó el mundo con sus creaciones y aportes a la humanidad.

Así como Da Vinci, con el tiempo el mundo se ha habitado de personas calificadas como superdotadas que han logrado ver el universo como un campo de exploración y evolución. Desde su infancia, muchas de estas eminencias comenzaron a mostrar indicios que reflejaban los increíbles aportes que darían al mundo, logrando dejar obras de gran valor al pasado, presente y futuro de la historia.

Antes de hablar de estos genios, es importante darle una definición al término. Según el profesor y empresario australiano Craig Wright, “la genialidad no tiene que ver con el coeficiente intelectual o las buenas notas académicas”.

De hecho, define a un genio como “una persona con poderes mentales extraordinarios cuyos originales trabajos o conceptos cambian a la sociedad de alguna forma significativa para bien o para mal en todas las culturas y a lo largo del tiempo”.

Además, Wright propuso y recopiló en su libro titulado: Los hábitos ocultos del genio: Más allá del talento, el coeficiente intelectual y el valor - Descubriendo los secretos de la grandeza, 14 características que poseen los genios.

Entre estas se encuentran: la resiliencia, la ética de trabajo, la originalidad, la imaginación, la rebeldía, el pensamiento que atraviesa fronteras, el pensamiento opuesto, y la concentración.

Bajo esta definición, la niñez es un momento clave, donde se determina el carácter, los talentos y las aptitudes de las personas y cómo se pueden llegar a manejar en el futuro. Este pudo ser el punto exacto que definió los caminos de los genios que se conocen en la historia, sus logros y aportes al mundo.

Según Enrique R. Aznar, profesor de la Universidad de Granada, Isaac Newton tuvo una infancia difícil. El físico inglés fue un bebé prematuro y muchos pensaron que no sobreviviría. Su padre murió cuando tenía solo tres meses y su madre se casó con otro hombre y lo envió a vivir con su abuela en una granja.

Newton vivió una infancia de rechazo por sus familiares. A los 12 años fue enviado a The King´s School, donde estudió latín y la Biblia, pero tuvo poco aprendizaje en las matemáticas y ciencias. No era una persona que se relacionaba muy bien con aquellos de su edad y se piensa que esto era debido al rechazo que sufrió por parte de su familia.

Muchos lo describían como “astuto” y Newton solía jugarles bromas pesadas a sus compañeros que después negaba haber hecho. El matemático se interesó por los relojes de sol, el viento y la mecánica. Construyó el primer telescopio y dedicó su vida a establecer las leyes de la mecánica clásica y la gravitación universal.

Según el Dr. Antonio Moreno González, el científico alemán nació “demasiado gordo, con la cabeza hinchada y un poco deforme”. Además, el portal web de National Geographic señaló que Einstein “aprendió a hablar más tarde de lo normal”.

Desde temprana edad mostró un interés por las lecturas filosóficas y científicas, y solía cuestionar la existencia de Dios, actitud que le preocupaba a sus padres. Sus profesores consideraban que era un alumno rebelde al que constantemente castigaban de forma severa. El científico no terminó sus estudios, pues abandonó el colegio sin graduarse para evitar el servicio militar.

Aunque no era un alumno que destacaba, el científico se caracterizó por su meticulosidad y perfeccionismo, características que utilizaba en su pasión por la física y que le permitieron convertirse en uno de los científicos más relevantes de la historia con su aporte a la teoría de la relatividad general, el efecto fotoeléctrico, el movimiento del universo y más.

El portal web de National Geographic explicó que Curie, quien nació como Manya Sklodowska, se crió en Varsovia bajo el seno de una familia de maestros. Su padre y su abuelo eran profesores de física y matemáticas, y su madre era directora de un colegio.

Desde pequeña, la científica demostró mucho interés y capacidad para el estudio. Curie tenía una mentalidad avanzada para su época, pues siempre soñó con ir a la universidad, una idea impensable para una mujer polaca en aquellos tiempos. Trabajó como institutriz, dictando clases a familias, y su tiempo libre lo ocupaba estudiando física y matemáticas.

Obtuvo el premio Nobel de Física por el descubrimiento de los elementos radiactivos, al igual que el premio Nobel de Química por sus investigaciones sobre el radio y sus compuestos.

El periodista estadounidense Walter Isaac explicó que “la infancia de Jobs fue marcada desde sus primeros días al ser puesto en adopción por una mujer gestante”. Según su biógrafo, este hecho marcó su vida, a pesar de que lo negaba, y lo afectó en cuanto a sus relaciones con familiares y seres queridos.

Desde joven se interesó por la tecnología, la mecánica y los autos gracias a su padre, y por último, y con el pasar de los años, la electrónica. Tenía carácter de emprendedor y conoció a uno de los fundadores de Hewlett-Packard cuando lo llamó por teléfono y le pidió piezas para un proyecto escolar. Esto no solo le ganó los materiales para su trabajo, sino también un trabajo becario.

El diseñador industrial creó y se convirtió en el cofundador y presidente ejecutivo de Apple, rejuveneció su marca con la primera iMac, dominó el mercado de los reproductores MP3 con el iPod y cambió la distribución de la música digital con iTunes.

El diario The Washington Post explicó en un escrito que el multimillonario fundador de Tesla y SpaceX no tuvo una infancia fácil. De pequeño sufrió abusos físicos y emocionales por parte de sus compañeros de clase y su propio padre.

Su madre le inculcó a él y sus dos hermanos desde muy jóvenes que debían trabajar duro y los tres hacían chocolates para venderlos en las zonas ricas de su ciudad natal, y les ganaban hasta 20 veces el precio de la inversión.

A sus nueve años comenzó a programar y a los 12 ya diseñaba juegos que comercializaba para invertir en computadoras con el fin de seguir programando y creando. Tras el divorcio de sus padres por malos tratos, Musk se va con su madre y hermanos a Canadá, donde vivieron meses de pobreza.

En 1992, con la ayuda de una beca, estudió física y economía en la Universidad de Pensilvania y así, montó su primera empresa, la cual no tuvo mucho éxito. Uno de sus profesores le permitió trabajar en Pinnacle Research, una empresa encargada de investigar ultracondensadores electrolíticos destinados a vehículos eléctricos. Así fue formando su futuro en las áreas que más le interesaban: energía renovable, espacio e internet.

El psicólogo Tomás Rincón comunicó al medio que “un genio no solo nace o se crea, es una combinación de ambas”. A esto añadió que se trata de una “interacción entre muchos factores”.

“Si bien existe un componente genético, este por si solo no va a lograr que un genio se desarrolle, ya que se necesita de mucha estimulación para lograr ampliar esas características al máximo”.

Rincón explicó que es necesario “brindar herramientas para el desarrollo de estos genios, como la creación de academias o programas en beneficio de esta población para lograr que sean un pro de la sociedad”.