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Nuestro reflejo en el otro
- 30/10/2022 00:00
- 30/10/2022 00:00
Al cumplir los 3 meses de edad, es tradición en Camerún tomar la primera foto del bebé. Esa foto nunca se la tomaron a Samuel Fosso. Nació con una parálisis que la medicina occidental no sabía curar y su padre no esperaba que sobreviviera.
Fue enviado a Nigeria donde su abuelo, un jefe tribal lo curó con medicina tradicional. Al cumplir 13 años, en busca de labrarse un futuro luego de una niñez muy difícil encuentra en la fotografía una manera de lograr ingresos y también de manifestar sus inquietudes.
Fosso manejaba un foto estudio en el que cubría las necesidades básicas de su público: retratos y fotos familiares, pero cuando su estudio cerraba las puertas al público, llegaba el turno de registrar imágenes de sí mismo, imitando algunas revistas de moda del momento. Esas revistas habían llegado a sus manos por algunos jóvenes pertenecientes al Cuerpo de Paz, que habían visitado su estudio. Corría la década de 1970.
El fotógrafo en ciernes quedó atrapado por el sentido de la moda que veía en aquellas páginas, pero también por un cantante muy popular cuyo estilo le pareció cautivador. En ese momento empieza un trabajo que no solo involucra la fotografía sino el posado y él performing. Desde entonces, Fosso ha estado retratándose, tal vez compensando aquella primera imagen que le fue negada.
En 1997 fue invitado a participar en la campaña para las tiendas Tati, en las que se armó del color para generar una diferencia en el resultado. Más adelante realizaría series relacionadas con sus ancestros, para luego personificar figuras históricas de las luchas por los derechos civiles, arquetipos, personajes reales o imaginarios - transformando cuerpo y espíritu para honrar y cuestionar lo que nos hace humanos.
Así, se pregunta ¿cómo sería un emperador africano?, ¿tal vez como Mao? ¿Por qué no ha habido un papa negro?, ¿Cómo luciría?
Y, ¿qué hay de nosotros mismos? Una serie de retratos en una serie inconclusa aun permite ver el rostro muy humano de Fosso, en distintas situaciones.
“Fosso, Encontrarse en el otro” es un recorrido por 50 años de trayectoria de este artista camerunés-francés que trabaja en la intersección de fotografía y performance. una obra que nos invita a reflexionar sobre nuestras propias raíces e identidades.
La obra de este reconocido artista se presenta por primera vez en Latinoamérica gracias a los esfuerzos de casa Santa Ana y el Museo del Canal de Panamá y estará en exhibición hasta el 12 de febrero de 2023. Sobre la obra de Fosso y su exhibición en Panamá, Carolina Hausmann conversó con La Estrella de Panamá.
Esta es una oportunidad para que todos los que la visiten puedan encontrarse en el otro y al igual que Samuel Fosso, ir más allá de las limitaciones que imponen la sociedad, la geografía y el tiempo, para cuestionarlo todo y deconstruir los estereotipos relacionados con identidad de género, raza y clase social.
Johnny Roux, el fundador de Casa Santa Ana colecciona la obra de Samuel Fosso desde 2014. La descubrió en un espacio íntimo del coleccionista y mecenas de arte Arthur Walther en Nueva York y quedó fascinado por dicha obra que le pareció mágica, impactante, fuerte, directa, desafiante, intimidante, inteligente, nostálgica, atrevida y original. Luego de esa visita se puso a investigar rigurosamente más sobre Samuel Fosso y Artur Walther, a quienes posteriormente en diferentes ocasiones tuvo el placer de conocer – parte del proceso educativo gratificante de coleccionar arte. Es a raíz de esas relaciones que logramos hacer esta exposición.
Para nosotros en Casa Santa Ana era evidente que esta exposición tenía que suceder en el Museo del Canal, no solo porque abre el diálogo entre la historia de Panamá que podemos ver en las salas del Museo y la obra de Fosso, sino porque es una forma de rendir homenaje a todas las personas afrodescendientes que trabajaron en la construcción del canal y cuyas historias han sido invisibilizadas por demasiado tiempo. Nos acercamos al Museo con esa idea y a ellos también les pareció que hacía todo el sentido.
En general en Panamá tenemos poco acceso a arte contemporáneo internacional de esta talla. La obra de Fosso es parte de la colección de museos como Georges Pompidou, Fondation Louis Vuitton, Paris; Tate, Londres; Museum of Modern Art, Guggenheim Museum, The Walther Collection, International Center of Photography, The Metropolitan Museum, Nueva York; Moderna Museet, Estocolmo; Deutsche Bank, Frankfurt, entre otros. Pero no se trata solo de traer exposiciones de artistas “renombrados” o “importantes”, la intención de Casa Santa Ana es conectar a las personas a través del arte contemporáneo buscando entender los contextos actuales y construir una comunidad más fuerte e inclusiva. Queremos que el arte sea relevante a la vida de todas las personas, que nos invite a abrir diálogos y a cuestionarlo todo. Samuel Fosso es un artista que logra todo eso y más.
Fosso empieza su exploración desde un lugar genuino, intuitivo, a sus cortos 13 años, después de una infancia rodeada de enfermedad, desplazamiento y pérdida. Se inspira en la moda de revistas y el estilo del cantante popular Prince Nico Mbarga quien era muy famoso en África occidental en los años 70 con la intención de mandarselas a su abuela en Nigeria para que ella supiera que él estaba bien. A través de esta búsqueda empieza un proceso que abarca desde la introspección más íntima hasta las narrativas colectivas y en así encuentra en el otro —en figuras históricas de las luchas por los derechos civiles, arquetipos, personajes reales o imaginarios— transformando cuerpo y espíritu para honrar y cuestionar lo que nos hace humanos. En su trabajo actual, Human Series, se enfoca en la amplia gama de las emociones humanas pero me atrevo a decir que siempre ha estado buscando en su propia humanidad cómo conectar con las figuras o personajes que interpreta.
Creo que después de su experiencia en Bamako se le abre un mundo de posibilidades, aunque su esencia nunca cambia. Empieza a dedicarse completamente a ser artista —de 1975 a 1993 solo se autorretrataba en las noches, su trabajo de día era como fotógrafo de estudio— y viene la colaboración con Tati que es cuando empieza a encontrarse en el otro, en los arquetipos africanos de la época y trabaja a color, con asistentes y ve todas las posibilidades más allá de su estudio.
Tuvimos el conversatorio Cuerpo, Tambor y Resistencia con Francia Herrera, Harry Brown, Miroslava Herrera donde hablamos sobre cómo el trabajo de Fosso nos conecta a nuestra historia y las maneras de resistir de los pueblos afros desde la época del Canal hasta nuestros días y estaremos teniendo más conversatorios y talleres durante los meses de la exposición.