El narcisismo maligno

Actualizado
  • 02/12/2023 00:00
Creado
  • 02/12/2023 00:00
Quien lo padece, suele manifestar un interés para aprovecharse de otros, mientras que al mismo tiempo intenta ser ético e incluso legalmente correcto. Sin embargo, no tendrá remordimientos por romper y saltarse reglas, intimidar a los demás o hacer 'bullying'
El narcisismo maligno

Dejemos en claro algo, el ADN es una ruleta rusa muy compleja y, a veces, la naturaleza nos manda a la Tierra con una carga genética especial en la cual se presentan condiciones como ser zurdo, sislexia (en mi caso ambas), albinismo, síndrome de Down, asperger, autismo y otras que, pese a existir tantos avances tecnológicos, siguen siendo un reto y misterio para la ciencia.

Ahora bien, hay otro grupo de condiciones muy particulares que la ciencia tampoco termina de comprender por qué ocurren y que, lamentablemente, hacen que su portador sea una “mala semilla” altamente letal para la sociedad (más aún si su entorno es tóxico o disfuncional), y estas son: maquiavelismo, narcisismo, sociopatía y psicopatía. A estas cuatro, la ciencia de análisis conductual suma otras como: paranoia, trastorno antisocial de la personalidad y síndrome Border Line.

Quienes tengan las condiciones presentadas en el párrafo anterior en su ADN no dudarán en manipular, mentir y saltarse cualquier principio ético o moral para conseguir objetivos; además, mostrarán comportamientos desajustados socialmente o extremadamente egoístas, lo que implica el sufrimiento de otros. Por cierto, quienes tengan estas condiciones, siempre estarán absolutamente conscientes de las diferencias que hay entre el bien y el mal.

¿Qué es el narcisismo maligno? Este tipo de narcisismo tiene la misma base que cualquier otro tipo de narcisismo: donde hay poca o nula capacidad de empatía para con los demás, sensación de derecho sobre otros u objetos, sentido de grandiosidad, búsqueda de validación a toda costa, arrogancia y superficialidad.

Sin embargo, en el narcisismo maligno también observamos otros patrones que no solemos ver demasiado en el resto de variantes que son: explotación, manipulación, control coercitivo, mezquindad, amenazas y crueldad. De ahí la connotación “maligna”.

Como definición general, los narcisistas son muy mentirosos. Mienten de forma regular para satisfacer sus propósitos, para proteger sus intereses, así como su frágil ego.

Las personas con esta condición presentan patrones de conducta que también pueden ser observados en personas con trastorno antisocial de la personalidad o psicópatas.

Por lo general suelen manifestar un interés para aprovecharse de otros, mientras que al mismo tiempo intentan ser éticos e incluso legalmente correctos. Sin embargo, no tendrán remordimientos por romper y saltarse reglas, intimidar a los demás o hacer bullying para su propia ventaja. Por tanto, quien tiene esta condición suele presentar una tendencia a enfocarse en asuntos como el poder, beneficio y placer.

Además, este tipo de narcisistas malignos normalmente persiguen parejas sexuales con total abandono e intensidad, aunque para ellos se trate solo de un juego de números o un juego perverso de seducción. Normalmente también se sienten atraídos por comportamientos adictivos o compulsivos, y estos pueden incluir: abuso de drogas (lícitas o no), compras impulsivas, deudas a montón y jugar o apostar sin límites; en este último renglón, incluso, llegan a faltar a sus responsabilidades diarias –como el trabajo– para salir a jugar o apostar entre amigos.

Ahora bien, muchas personas suelen describir el narcisismo maligno como tener una personalidad intensa, ya que tienen un foco obsesivo en las cosas que les proporcionan placer o poder y, desgraciadamente, esta es la razón por la que los narcisistas perversos llegan a ser exitosos en sus propósitos. Pueden llegar a estar tan enfocados en hacer dinero, que lo demás deja de importar para ellos y es aquí donde aparece otra condición llamada megalomanía.

Quienes portan esta condición pueden llegar a ser bastante agresivos y se manifiestan de forma física, pero también a través de formas psicológicas o verbales hacia los demás, bien sea con la pareja, familia, amigos o cualquier otra persona.

¿Qué hacer? Primero, y paso a dejar muy claro esto: NO podrá cambiarles su naturaleza y puede que hasta “muera” en el intento, sin embargo, con ayuda profesional idónea usted puede encontrar rutas para saber sobrellevar estos casos extremos. No en vano es, de hecho, una de las personalidades presentes en la tríada letal del mal o mejor conocida como la tríada oscura dentro de la criminología y la investigación forense.

Le recuerdo una frase que dije en mi artículo de psicopatía: existen encantadores de serpientes, y serpientes que parecen encantadoras, y por ello, usted no debe culparse de haber sido o ser víctima de una de estas personalidades porque todos, absolutamente todos, podemos caer e incluso conocer a alguien así, lo cual, por cierto, nos debe poner en alerta.

Si en algún momento siente que es víctima de este tipo de personalidad, debe SÍ o SÍ, buscar ayuda inmediatamente, y de ser necesario alejarse por el bien de los suyos y usted. Cierro con esta frase corta que resume todo: Los narcisistas por miles de razones se parecen a esos gallos que creen que el sol sale solo para oírlos cantar y así lo creerán hasta el fin de sus días.

Lo mejor que puede hacer, y es algo que le resultará muy positivo, es que en cada relación, interacción o diálogo que tenga, escuche y observe, ponga su aquí y ahora (principio de mindfulness) a su disposición. Hoy, por temas tecnológicos, sobre todo, el ser humano ha perdido la capacidad de prestar atención a otros por estar metidos con la cara en el celular, y es ahí donde se pierden las alertas o banderas rojas de advertencia.

No caiga, amigo lector, en ese grupo de estadísticas, en las que por no escuchar y no observar se han convertido en víctimas de personas que no están dispuestas a ser humanas, empáticas o condescendientes con usted, como es el caso de los narcisistas malignos.

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