Uno que es el grupo de Bohuslan Big Band fue en el Centro de Convenciones de Ciudad del Saber
En la plaza toca:
Porque Puma Zumix Grupo juvenil que interpreta...
La palabra fintech se forma de dos palabras en inglés finance y technology y se usa para agrupar un movimiento relativamente reciente. El concepto engloba un grupo de empresas y emprendimientos que nacen cuando se aplican conceptos de innovación al mundo financiero.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, el ecosistema financiero local es bastante “tradicional” y casi siempre evita la innovación.
Las fintech florecen en un espacio fundamental en el mundo financiero; son los laboratorios donde se prueban las nuevas formas, en que el mundo se mueve económicamente.
En años recientes algunos bancos han lanzado sistemas de pago digital, fuimos de los últimos países en implementarlos. El asunto es confundir estos sistemas, con un ecosistema fintech.
Las empresas tradicionales tienen varios problemas que las fintech tratan de capitalizar, tales como la falta de cobertura, el alto costo de los servicios y plataformas, la ubicuidad, la seguridad, el análisis de la información y el establecimiento de confianza con los usuarios
En los últimos años han aparecido en el mundo nuevos mecanismos de pago, nuevas maneras de negociar y nuevas “mercancías digitales”; normalmente detrás de cada innovación existe algún emprendedor “Fintech” responsable.
En latinoamérica todos pensamos que Panamá tendría la delantera en el desarrollo de este ecosistema, incluso apostamos por generar pilotos y proyectos esperando que las cosas se dieran. Algo que descubrimos a las malas fue que una sola empresa no hace al ecosistema y que sin la participación del mercado, el estado para que establezca regulaciones claras, los demás actores (tales como los bancos, las financieras, los grupos de inversión etc…) se hace imposible activar el fintech.
Hemos visto cómo otros países de la región han tomado la delantera y han logrado desarrollar iniciativas que se comienzan a consolidar. En dichos países, se cuenta con una sola entidad regulatoria firme y con dientes. Una regulación seria, le da seguridad a los inversionistas.
En fechas recientes se han visto iniciativas del gobierno y de privados que apuntan a dinamizar el sector. El problema sigue siendo el mismo, se necesita que todos participemos y lo más importante, que los inversores que están detrás de los bancos se decidan.
Recuerdo una conversación con el director de la junta directiva de un banco importante por allá en 2009, cuando lanzábamos nuestro proyecto. Luego de explicarle el tema varias veces me contestó: “Eso está muy complejo, nosotros ya hacemos dinero con préstamos para auto y con hipotecas, no nos vamos a complicar la vida con esquemas como los que nos propones”. Pero en otros lugares del mundo sí se han complicado la vida, han estudiado y trabajado en nuevos modelos de negocio, por lo cual han avanzado.
La razón de ser de una empresa es la generación de valor, cuando solo se genera valor para los accionistas y se olvida al usuario, la empresa se desconecta del mercado (deja de ser útil) y eventualmente cae; nuestro ecosistema financiero debe darse cuenta de que no puede seguirle dando la espalda a la innovación. cada intento es como una llamada para invitarlos a jugar... pero si nunca salen, puede pasar que en el futuro, ya no los llamen más y se queden fuera del juego.