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- 12/07/2019 02:00
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Una de las situaciones más notables con la que los docentes nos encontramos en los salones de clases es la poca participación de los estudiantes. Sería importante valorar las cifras de un estudio revelado por la Universidad de Harvard referente a que el 80% de los jóvenes presentan síntomas de timidez o inseguridad.
‘Por ejemplo, toda persona que teme hablar en público, debe iniciar imaginándose verse empoderado y debatiendo fuertemente sus ideas, determinando en sus pensamientos lograr lo que quiere'.
Con frecuencia observo que cuando son asignadas labores en las que los estudiantes deben exponer algún tema, sus rostros reflejan ansiedad; incluso hay estudiantes que el día de la charla presentan dolores estomacales, nervios incontrolados, pérdida del contenido de la charla. Algunos profesores hasta me han comentado que a sus alumnos les da fiebre y otros eligen no asistir ese día.
Esto me inquieta mucho, ya que estos jóvenes provienen de centros educativos donde se debió atender estas condiciones.
Evaluando lo expuesto me remití a un escrito de la Academia de la Gestión de la Emoción de Augusto Cury, titulado ‘Combata el miedo de hablar en público'. Se lo compartí a mis estudiantes para que pudieran vencer la ansiedad de hablar en público, ya que la comunicación es vital en todo escenario de nuestra vida y es fundamental para mantener relaciones sanas.
Al hablar del miedo, es importante reconocer que existen distintos tipos de fobias que una persona puede desarrollar. Esta aversión se da en nuestra mente, donde ocurren una serie de fenómenos inconscientes que, de no ser gestionados, pueden afectar nuestra psiquis generando desánimo y limitando nuestra iniciativa y creatividad al crear tensión y pánico.
En el miedo a hablar en público, al inicio se da un período de ‘hiperpensamientos'; cuando muchos pensamientos le vienen a la mente a la persona, pensamientos que guardan relación con la aprobación que den otras personas a lo que se dice, ya que no quieren ser rechazados. Entre las preguntas más comunes están: ¿Y si no recuerdo el contenido del material? ¿Y si digo cosas que no les gustan? ¿Será que me sé expresar bien?
Este miedo es común, ya que las personas tendemos a compararnos o exigirnos cumplir con determinados patrones.
Con mis estudiantes hemos conversado sobre el tema y he escuchado muchos comentarios de experiencias que les ocurrieron en el pasado y marcaron sus vidas.
Memorias marcadas
En muchas de sus obras Augusto Cury ha compartido que ‘nuestras experiencias se registran en nuestra memoria en forma privilegiada en atención a la emoción que generó'. Es así que si están relacionadas con miedo, esto nos puede descontrolar y, consecuentemente, comprometer nuestra razón creando en nosotros momentos traumáticos, dando lugar al Síndrome del Circuito Cerrado de la Memoria, ya que la ansiedad o el sufrimiento pueden ser tan grandes que producen un bloqueo de la memoria.
¿Qué hacer para mejorar esto? En primera instancia, en estos momentos lo importante es construir pensamientos que nos fortalezcan y que nos ayuden a cumplir con el objetivo propuesto, ya sea de hablar en público, de expresar una opinión a amigos, a la familia, en un grupo social u otros.
Este proceso de cambio requiere un entrenamiento; es decir, tenemos que trabajar en esto constantemente, para ir creando nuevas experiencias que nos permitan construir ‘ventanas sanas', como las denomina Cury, que nos permitan reeditar las ‘ventanas traumáticas', por lo que esta técnica exige una determinación de constante práctica y de ser autor de la propia historia.
Por ejemplo, toda persona que teme hablar en público, debe iniciar imaginándose verse empoderado y debatiendo fuertemente sus ideas, determinando en sus pensamientos lograr lo que quiere. Asimismo, es importante diariamente que la persona trabaje en la crítica y el reciclaje de sus preocupaciones y sus miedos hasta que logre vencerlos.
Muy importante sería que la educación en Panamá —desde la básica hasta la universitaria— enseñe a gestionar los pensamientos y la emoción, ya que este tipo de técnicas fueron implementadas en Brasil mediante el programa Escuela de la Inteligencia y ‘Freemind' del Dr. Cury, dando como resultado que el 96% de los alumnos presentaron mejorías en sus habilidades interpersonales como la autoestima, la ansiedad, la timidez.
En conclusión, todo inicia en nuestra mente, por lo que tenemos que conocer el funcionamiento de esta. Lo importante es aprender a gestionar nuestros pensamientos, no podemos ser presa de estos, pues de dejarlos sin control pueden afectar nuestra emoción, generando un miedo que nos detiene e impide conquistar nuestras metas. Así que aprendamos y enseñemos este entrenamiento, trabajemos arduamente en lograr esta habilidad para mejorar la comunicación y la calidad de vida, tanto de estudiantes como de todas las personas.