“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
- 16/09/2019 02:00
- 16/09/2019 02:00
Con una sonrisa y un cálido abrazo, así nos recibió en su despacho el embajador de México en Panamá, Luis López (México, 1956).
López es un hombre apasionado por la historia que denota en sus palabras elocuencia y en sus canas refleja la experiencia. Esta es la cuarta ocasión que ocupa un cargo como embajador; anteriormente desempeñaba estas funciones en Belice, Guatemala y Santa Lucía.
Para él, ser funcionario diplomático representa una gran responsabilidad: ‘hay que ser objetivo y claro en lo que se realiza. Es muy importante respetar la soberanía y las leyes de cada país'.
El mexicano asegura que aunque está lejos de su hogar, Panamá lo ha hecho sentir como en casa. ‘Este país me ha acogido muy bien. Hablamos el mismo idioma, con sus diferencias, por supuesto ( risas ). La gastronomía me ha cautivado, sobre todo el sancocho, el ceviche y los patacones'.
En esta grata entrevista con La Estrella de Panamá , López se muestra sin etiquetas y nos cuenta los detalles de su diaria labor. Expone la importancia del intercambio cultural y económico. Además, reflexiona sobre la migración.
¿Cómo ha sido su gestión desde su llegada a Panamá?
‘Un tema que se debe desarrollar en Panamá es el turismo, porque es un país de conexión. El desafío es traer más viajeros mexicanos al Istmo',
LUIS LÓPEZ
EMBAJADOR DE MÉXICO EN PANAMÁ
Antes de arribar al Istmo, tuve que leer mucha información sobre el país para ubicarme y enseguida proceder con el programa. Posteriormente, decidí compenetrarme con lo que estaba ocurriendo en la nación. Este ha sido un trabajo diferente, aquí hay una gran cantidad de embajadas y organismos internacionales acreditados que mantienen mucho movimiento. En el ámbito político, no me tocó presenciar las elecciones, solo llegué para ocupar mi cargo con el cambio de gobierno. En cuanto al aspecto social, considero que hay mucho que hacer, ver y visitar. Panamá ofrece una serie de alternativas de trabajo y retos para un diplomático como yo, también para México. El primer recorrido que realicé fue en la Plaza 5 de Mayo, allí estuve en contacto con la gente de la calle. Cuando se es embajador no solo es aparentar el glamour de la diplomacia, hay que estar en contacto la gente. Mi función es dar a conocer los acontecimientos en ambos países.
¿Cómo es la situación actual de la relación comercial México-Panamá ?
El TLC entre ambos países se firmó en el 2014 y sigue vigente, por eso vamos a difundirlo más para fortalecer el comercio bilateral. Actualmente tenemos 1,267 millones de intercambios económicos. El análisis que hacemos en la cancillería mexicana tiene mucho que aportar porque contamos con una interrelación más fuerte. Panamá y México suman 115 años de relación diplomática, nuestros lazos son sólidos y prueba de ello es la historia, nos hemos unido para tratar problemáticas como la crisis humanitaria en los años 80. El Istmo ha tenido un papel importante en nuestra nación por sus aportes en la consolidación de la democracia en América Central.
¿Nos puede hablar de la presencia de compañías mexicanas en Panamá?
Tenemos registradas más de 54 empresas mexicanas en el Istmo. Hay una gran variedad de compañías involucradas al entretenimiento, consumo, construcción y energía. La participación de nuestro capital en este país es buena y esto ha aumentado los empleos.
Al llegar como embajador a Panamá, ¿qué fue prioritario, dar continuidad o activar? ¿Dónde se necesitaba trabajar con mayor concentración?
Un tema que se debe desarrollar en Panamá es el turismo, porque es un país de conexión. El desafío es traer más viajeros mexicanos al Istmo, lo más fácil es llevar a los panameños hacia mi país, porque tenemos una gran tradición turística. México registra 40 millones de visitantes al año. Lo que buscamos en esta relación es que sea favorable para ambas partes. Necesitamos que los mexicanos conozcan a Panamá más allá del Canal.
Descríbanos un día típico en la vida del embajador.
Me levanto temprano y veo lo que está ocurriendo en Panamá a través de los medios del comunicación y lo primero que hago es leer La Estrella de Panamá para luego informar a México lo que le preocupa al panameño. Posteriormente, hago una síntesis de los aspectos económicos y políticos. Luego almuerzo a las 3:00 p.m. y me retiro de mis labores a las 7:00 p.m. Diariamente trabajo doce horas y los sábados asisto a las actividades culturales. Aquí en la embajada no tenemos momentos de descanso. Si se piensa que a un diplomático le da tiempo de pasear a Chiriquí, simplemente no se puede ( risas ), a menos que me vaya y retorne el mismo día; hay mucho trabajo por hacer.
¿Qué es lo que más extraña de su tierra?
El sabor de la tortilla mexicana, porque es una mezcla de maíz con cal y eso hace que el sabor sea distinto al del resto del mundo. Pero me gusta mucho el sancocho, la yuca frita, el pollo frito, el arroz con coco y los patacones. La gastronomía panameña es muy buena.
¿Cómo es la relación cultural entre México y Panamá?
Cuando converso con gente panameña de mi edad me hablan del cine mexicano; después, si dialogo con la generación que suma 50 años, me hablan de ‘El Chavo del 8'; y las personas de 30 destacan los grupos musicales. Eso demuestra que los dos países se han seguido la pista en el aspecto cultural y esto es lo que queremos fomentar, al igual que la educación. Tenemos que difundir más la cultura panameña en México.
¿Qué representa para usted estos 209 años de aniversario de la Independencia de México?
La rica historia de lucha, trabajo arduo para constituirnos como una nación fuerte y soberana. México a través de su historia tuvo que pasar por hechos que nos marcaron como país; por ejemplo, el Día de los Niños Héroes, estos sucesos nos obligaron a defender la causa de la soberanía y la no intervención de otros Estados, por eso no aceptamos la injerencia de otros países en lo que nosotros debemos hacer.
¿Qué logros ha hecho Manuel López Obrador durante su mandato?
Lo principal es la transformación del diario vivir del mexicano. Como dice el presidente, no es un pecado que unos vivan en opulencia y otros en pobreza extrema, el tema es que tenemos que hacer algo para combatir esos flagelos en México. En mi país hay más de 50 millones de personas pobres y eso nos tiene que hacer reflexionar a todos los que participamos de una u otra actividad. Lo mejor que podemos hacer es tener un país más incluyente donde la riqueza se distribuya de manera igualitaria.
¿Cómo es la relación de Estados Unidos con México en términos de migración?
Hay que tomar en cuenta que las relaciones de Estados Unidos y México son respetuosas por ambas partes. Hemos tenido diferencias en el tema migratorio y nos sentamos a hablar sobre esto. Nuestra visión es que los migrantes son un factor importante para el crecimiento de los países y por eso optamos por darles la oportunidad de desarrollarse respetando sus derechos humanos, porque ser migrante no significa ser un delincuente. No criminalizamos, pero sí estamos convencidos de que tiene que ser un proceso regulado y ordenado.