Luis Carl Russell, del mundo a Bocas del Toro

Un mural en isla Colón pretende acercar la figura del reconocido 'jazzista' a la comunidad bocatoreña. El proyecto, que ha involucrado a toda la comunidad, fue inaugurado el pasado viernes
Luis Carlo Russell, nacido en Carenero en 1902, es uno de los precursores del swing

Aunque Ariel Pérez Price ha hecho su vida en la ciudad de Panamá, Bocas del Toro, la tierra de sus ancestros no ha perdido espacio en su mente y en su corazón. Hace unos años publicó un libro dedicado a la vida de su abuelo materno, el Dr. José Antonio Price, el primer médico bocatoreño. El pasado viernes, Pérez Price tuvo la oportunidad de ver concluido otro proyecto relacionado con la historia de una figura que ha hecho grande a Bocas del Toro, en esta ocasión en conjunto con Nicholas Corea, editor del diario bocatoreño The Bocas Breeze y Kelly de De Caro de la fundación Cultivando Futuros Bocas del Toro. Se trata de un mural que destaca la vida del jazzista Luis Carl Russell, nacido en Carenero en el año 1902 y considerado un pionero innovador del jazz. La obra se ubica en la pared externa del gimnasio municipal, sobre calle Primera.

Todo inició el año 2019, cuando Pérez tuvo la oportunidad de conocer a Catherine Russell, hija de Luis y una consagrada vocalista del jazz. “Junto a su esposo Paul Kahn recorrimos los pasos de Luis Russell en Harlem, Nueva York. Así visitamos los lugares donde habitó el músico durante los años 20 y 30 del siglo pasado. En uno de los edificios donde vivió Luis alrededor del año 1932, específicamente en la 229 W 135 Street, dos enormes murales celebran a otra gran figura del jazz, Dizzy Gillespie. Me pareció hasta cierto punto una contradicción”, recuerda Pérez Price.

En ese momento nació la idea de honrar a Russell con una obra similar en Panamá. “Su legado como pionero e innovador del género debe empezar por ser reconocido en su propia tierra”, asegura.

El propósito de Pérez, Corea y De Caro fue organizar un proyecto cultural liderado en su totalidad por la comunidad, con el fin de empoderarla, creando cohesión alrededor de la cultura, la historia y el arte.

Madmagos pinta con detalle el rostro del jazzista.

La planificación del proyecto arrancó en el mes de enero de 2020, identificando la pared ideal en isla Colón, Bocas del Toro, para acoger una obra de gran dimensión, Se seleccionó la pared del gimnasio y el permiso fue extendido por las autoridades locales, en especial por el alcalde de Bocas del Toro, Emiliano Torres. Luego sería necesario escoger al artista que trabajaría en una superficie de 25 metros. “Debía tener la capacidad de concebir una obra que lograra narrar y condensar la historia y significado histórico del personaje”. Sergio Smith, cuyo alias artístico es Madmagos, aceptó la comisión.

“Estuvimos haciendo un análisis de los muralistas que había en el patio y Sergio resaltaba no solo por la calidad de su trabajo, sino también porque es uno de los pocos que trabaja murales de grandes dimensiones y técnicamente es muy versátil”, detalla.

Otra razón que lo hace el más adecuado para hacer la obra son su vínculos con Bocas. “Estoy familiarizado con la zona porque mi papá ha vivido toda la vida acá y tiene historia, todo el mundo lo conoce”, cuenta Madmagos. Yo había estado acá antes, pero nunca me he quedado mucho tiempo, me quedo una semana y me voy, y así sucesivamente. Esta es la primera vez que me quedo tanto tiempo”, admite.

“Lo primero que destaco es la reacción de las personas en cuanto al arte y hacer cultura de esta forma alternativa. Muchos se han acercado a preguntar quién es este personaje y cuando uno le da un pequeño detalle de dónde viene, de quién fue, se alegran mucho y les gusta que se esté resaltando a alguien de la historia del propio lugar donde están”, comenta Madmagos. “Para mí ha sido una experiencia diferente, renovadora en el sentido de que las personas que están ayudando a que esto suceda son de la comunidad, no es ninguna entidad gubernamental; las personas que están aquí son el músculo más fuerte y la comunidad aquí también ha estado bastante resuelta a cooperar”, asegura el artista.

Un piano se desvanece en la noche.

El proceso de producción de la iniciativa conllevó primeramente la difusión de la idea y su importancia para la comunidad. “A través de una plataforma de crowdfunding se logró recolectar alrededor de $3,000 en 15 días, lo que fue destinado a pagar los materiales y el estipendio del artista.”, detalla Pérez.

También se involucró a un grupo plural de comercios en la isla Colón, entre ellos restaurantes y hoteles los cuales contribuyeron en especie, garantizando la estadía y alimentación del artista y su equipo de trabajo por espacio de 15 días. “Calculamos que el costo total del proyecto es de $10,000. El artista empezó con la confección de la obra el día 2 de julio”, relata Pérez. En 14 días el mural estuvo completamente terminado.

Aunque el proceso se había iniciado desde bastante antes. Desde el año 2019 se vienen realizando actividades en isla Colón, con el objeto de crear conciencia sobre la importancia histórica de Luis Russell y lo que puede significar en términos de identidad y oferta cultural para Bocas del Toro.

Y es que la trayectoria e importancia artística de este gran bocatoreño es desconocida en Panamá e incluso en la provincia de Bocas del Toro, donde aún viven algunos de sus descendientes.

Sergio Smith 'Madmagos' y Diana Cuevas Bermúdez.

Además de ser un elemento de empoderamiento para los bocatoreños, el mural será también un hito artístico para isla Colón, el cual podrá ser apreciado por visitantes de todo el mundo.

La obra

El mural describiría la trayectoria artística de Russell, desde sus inicios en Bocas del Toro, pasando por sus periplos por Nueva Orleans, Chicago y Nueva York, capturando sus interacciones con figuras claves del jazz como Louis Armstrong y Joe “King” Oliver.

“Es una noche de jazz”, resume Madmagos. “Representa más bien de forma surrealista el mundo en tiempo real mientras él está exponiendo su música, haciendo lo que más le gusta. Hay un piano que se va desintegrando en la noche y hay unos planetas que representan su mundo, e intercalado entre los planetas hay un skyline que fusiona Bocas del Toro, Nueva Orleans, Nueva York y Chicago, porque esa fue su transición”, describe el muralista. Otros elementos completan la obra, según explica Madmagos, de forma surrealista y no literal. “Se presta para que cuando llega un guía turístico con un grupo, cuente la historia de forma más interesante”.

La comunidad celebró la inauguración del mural.

Y para completar la misión en un tiempo más corto, Madmagos contó con el apoyo de Diana Cuevas Bermúdez. “Yo solo no hubiera podido hacerlo todo”, reconoce Smith.

“Entre las cosas que más se pueden resaltar está el respeto que la gente le tiene al arte. Cada vez que pasan nos miran con mucha admiración, nos llama mucho la atención, la disposición que tienen de ayudar dentro de la capacidad de cada uno; el respeto que el pueblo le tiene al arte es importante. De alguna manera nos llena de esperanza esto que está pasando”, recalca Cuevas.

Pérez Price coincide con Cuevas. La respuesta de la comunidad ha sido muy positiva; sin embargo, “el efecto esperado debe empezar ahora. El mural debe actuar como catalizador de nuevas iniciativas alrededor del músico, pero sobre todo de puente entre el legado de Russell y las nuevas generaciones de bocatoreños y panameños que desconocen su historia y contribuciones a la música”, apunta.

Que los bocatoreños conocerán sobre Luis Russell, no le queda la menor duda a Pérez. “Me atrevo a decir que pronto así será”, concreta.

Tras los 100 años del viaje del músico de Bocas del Toro hacia Nueva Orleans, el mural pretende “dotar a Bocas del Toro de un componente de importancia dentro de su oferta cultural, además de difundir y preservar el legado de un magnífico artista, un bocatoreño universal”, concluye Pérez Price.

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