La retrotopía en Griselda López

El libro de Griselda López Las capas del tiempo es lo que en la literatura llamamos retrotopía. La retrotopía, dice el filósofo Zygmunt Bauman, es la búsqueda del pasado porque hemos perdido la utopía del futuro.

En el caso de Griselda López, esta surge cuando la nostalgia de lo vivido marca nuestra conciencia por medio de hechos significativos en la vida. En el libro, los hitos de esa nostalgia son la infancia, la violencia, la desilusión amorosa, la ruptura familiar, la disyunción, el fracaso de las expectativas del futuro, la vejez, etc.

Sus cuentos giran en torno a las distintas etapas de la vida de una mujer. El cuento de ‘Balcón a Balcón' trata la violencia contra la mujer. Empatía es el drama frente a las cicatrices de la historia.

‘Centrado en sí mismo' justifica la separación, cuando vuelve a encontrarse con su exesposo: lo dejó de amar, estaba centrado en sí mismo. La luna no trae futuros, porque la abuela no se vistió de Caperucita para prepararla contra los lobos; en ‘Paloma Picasso' la vida de desengaño en desengaño, el amor es como el perfume que se evapora.

En ‘El grillo y la grilla' se rememora el trauma de un músico cuando su hija se va con un americano para Estados Unidos.

En sus cuentos hay sabiduría emocional. Las experiencias de la vida son significativas, porque a través de ellas se teje la existencia. Y como postula San Agustín, el tiempo deviene en nuestra mente. A fin de cuentas el tiempo es lo vivido, la historia de nuestra conciencia enriquecida por la experiencia, el conocimiento y la felicidad.

En la tercera parte del libro hay una pequeña antología de cuentos de sus libros anteriores, organizados para que la lectura sea una lección de vida. El tiempo para ella es un publicatio sui como dice San Agustín, una expresión de la conciencia, porque la única cosa que existe es el presente.

‘¿Para dónde vamos?', se pregunta un personaje en el Seguro Social cuando hace fila a ninguna parte. ‘Para el panteón', le responden. Cada historia se basa en un sinsentido de la vida, pero tiene un significado simbólico, porque de su interpretación se deriva una lección vital. La abuela que no se vistió de lobo hace alusión a que le faltó la enseñanza que la preparara para los lobisones de la vida, y ahora, tras sortear lobos, ella es su propia abuela, la que le faltó en su vida. Lo hace para que sus lectoras estén advertidas. Antes de eso el personaje se somete a la degradación como lo expresa en el cuento ‘Tarjeta de crédito', donde por la edad, el banco, esa entidad esquilmadora de los pobres, le niega una tarjeta de crédito, porque tiene más de 75 años.

William James se refiere a esta idea como el presente engañoso; es decir, el periodo de tiempo que percibimos como el presente ya es pasado. Para Griselda, el presente engañoso es algo relacionado con la memoria a corto plazo que una persona posee, mayor es el presente para ella (...).