El legado de la princesa Diana sigue vigente tras 25 años de su muerte

Han pasado 25 años desde aquel accidente de tránsito en el que falleció la princesa Diana. Numerosas series de televisión y producciones en streaming, documentales y películas han hecho que permanezca vivo su legado.

“Tu vela se apagó mucho antes de que lo hiciera tu leyenda”, con esta frase de Elthon Jhon la periodista, María García de RTVE cerró el reportaje titulado: 'Lady Di, la leyenda de una princesa diferente que sigue marcando a generaciones', en el que recorre los momentos legendarios de la princesa.

García inicia su relato contando cómo sin conocer a la princesa de Gales, entabló una conexión con ella y su historia. Sin dejar pasar que Diana tuvo una infancia difícil, en la que la bulimia y las autolesiones estuvieron presentes.

Diana se casó a los 21 años de edad con el príncipe Carlos y llamó la atención de una sociedad acostumbrada a los estrictos protocolos de la casa real británica, con su espontaneidad y simpatía.

Años más tarde, una fotografía de ella posando frente al Taj Mahal marcaba el inicio de su desvinculación de la figura de su esposo. A medida que cerraba su ciclo con la realeza se fue ganando el corazón del pueblo.

Luego apareció con el “vestido de la venganza”, aquel icónico traje negro, ceñido al cuerpo y que dejaba ver sus hombros, que lució durante una fiesta que se celebró la misma noche en la que el príncipe Carlos había confesado su prolongada infidelidad en un programa de televisión.

Después, se convirtió en simplemente Diana, y desde entonces aparecía montada con sus hijos en una montaña rusa de agua y sonriendo sin complejos; se paseaba por las calles del Reino Unido vestida con ropa deportiva. Para muchos, ejerció el rol de mujer moderna y empoderada. Su manera de mostrarse en el exterior era tan solo el reflejo de la confianza y poder que estaba empezando a construir por sí misma.

A propósito del tema del empoderamiento femenino, antes de anunciar su separación, Diana dio un mensaje durante una entrevista que permanece vigente: “Cuida de ti misma, da forma a tu propio destino, y que nadie te limite a ser el apéndice de un hombre”.

Aunque su vida no fue perfecta, Diana nunca cambió su autenticidad y se involucraba en causas solidarias. Fue capaz de acercarse sin objeción a la casta de los “intocables” de la India, los enfermos de lepra en Indonesia y a las personas con VIH en Brasil.

En enero de 1997 viajó a Angola para visibilizar la peligrosidad de las minas antipersona. Con un casco y un chaleco de The Halo Trust –organización británica que trabajó para eliminar las minas terrestres implantadas durante la guerra civil del país entre 1975 y 2002–, sus pasos dieron la vuelta al planeta. Era un hecho insólito que la princesa caminara a través de un campo minado, lo que permitió exponer los peligros a los que se enfrentaba la gente común todos los días.

En agosto de 1997, Lady Di fue fotografiada por última vez a bordo de un yate en el que navegaba sobre aguas del Mediterráneo junto a su nuevo compañero, Dodi Al-Fayed.

Al concluir sus vacaciones, ambos fallecieron en un accidente de tránsito que ponía fin a su historia, pero que dio comienzo a una leyenda universal.