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- 18/10/2016 02:00
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Para el laureado dramaturgo Roberto Quintero —conocido por su nombre artístico Winnie Sittón— la comedia panameña en la pantalla chica se ha congelado en el tiempo.
‘El problema con el humor en televisión es que es arcaico, hay que decirlo. (El programa) La Cáscara tiene 20 años, hermano, ya eso no se aguanta más. Y por más que lo quieran reciclar trabajan sobre los mismos conceptos', advierte el también actor, en entrevista con La Estrella de Panamá .
Sittón —que presenta este 21 y 22 de octubre su show de stand-up comedy ‘Que la party esté con nosotros'— explica que el humor panameño en TV se basa en lo mismo: hacerle bullying a los estereotipos.
‘Nos reímos del homosexual, del interiorano, del racataca (maleante). Pero pienso que deberíamos pegarle a la gente de arriba', dice el galardonado en 2011 con el Premio Ricardo Miró, sección teatro, por su obra ¡A por ellos!
DECIR LO QUE A LA GENTE LE DA PENA
Cuando Sittón dice ‘a los de arriba', se refiere a los políticos, que sean ellos el plato fuerte del humor.
‘Es una velada humorística, voy a hablar de todo, pero voy a hablar mucho de política', cuenta sobre su stand-up del próximo 21 y 22 de octubre. ‘Quiero agradecer al gobierno nacional y a la pareja presidencial, porque me han dado una cantidad grandísima de temas para hablar'.
La ‘teta rosada', detalla el teatrista con más de 20 años de experiencia, no va a pasar inadvertida en su velada humorística. Tampoco los otros partidos políticos y mucho menos el fenómeno nortemaricano: Trump.
‘Creo que la gente necesita que alguien diga lo que no se atreven, o lo que les da pena', comenta Sittón, en conversación con este diario. ‘El panameño quiere quedar bien siempre. No hay humor crítico. Entonces, sale un venezolano, dice algo y todo el mundo lo quiere linchar. Pero lo digo yo y como soy chiricano está cool '.
Para él, en eso recae el valor agregado del stand-up: que la gente se ponga a pensar en ciertos temas. ‘A mí no me da risa que el seguro social no tenga medicinas, pero también hay que reírse de que yo jubilación no voy a tener. Eso no va a aguantar cinco años', pronuncia entre risas.
A los temas políticos se sumará el tema de la edad —Sittón bordea los 40 años—, la religión (su fe al dios Baco) y la cultura de fiesta en el país.
El primer show de stand-up que hizo fue en 2012, cuando se iba a acabar el mundo: ‘Vamos a darnos con todo mi amor que el fin del mundo ya está aquí', recuerda Sittón el título. ‘Me di cuenta que es necesario otras formas de reírse, otros temas', esboza.
Muchas veces, lamenta, los medios como la televisión te dicen ‘eso no vende, hay que hacer esto porque es lo que gusta. Y es mentira', revela el director de la obra ‘El Ahogado' (2013).
‘Yo soy la prueba fehaciente de que es mentira, porque cada vez que me dicen: en esto te va a ir mal. Pero al final siempre hay gente que me dice ‘qué bueno, yo quería ver algo así'.
De cualquier forma, ‘Que la party esté con nosotros —que se realizará en la fábrica de la Rana Dorada— será su único show de stand-up de este año. En 2015 presentó ‘Bacanal' y ‘Ron ponche de la ras', esta última, en la que navidad es objeto de burla.
‘Hacer reír no es fácil', concluye el además escritor y periodista. ‘Además, la mayoría de los humoristas somos gente muy depresiva, porque creo que hay una consciencia muy tenaz de la ironía de la realidad, del sinsentido de la vida'.
Los boletos para su próximo stand-up se pueden reservar llamando al 6550-5625