La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
- 02/06/2018 02:01
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No había manera de saber de dónde le venía esa rabia inmensa que ahora la desbordaba como un río que se sale de madre.
Anabel se sintió como un animal acorralado, aunque era ella la que blandía el cuchillo. Sus treinta y cinco kilogramos de peso resultaron suficientes para que desplegara una fuerza descomunal.
Su madre lanzó un grito de terror al verla. Al clavar la segunda puñalada, Anabel volvió su cabeza un instante al escuchar una voz que le resultó conocida y el ruido del tirador de la puerta, que desde el otro lado alguien intentaba forzar. Pero siguió su labor. Al quinto embate del cuchillo perdió la cuenta. Pensaba en Kiev, su conejito. La mascota que su madre degolló con el mismo objeto que ahora la embestía. Solo el cansancio le hizo detener su sangriento frenesí, y agotada liberó la seguridad del tirador. Entonces su padre asomó la cabeza por la puerta entornada y lanzó un grito de espanto.
La fueron a buscar unos señores de uniforme verde en un auto que le pareció de juguete, con unas luces rojas y azules arriba. La llevaron a un edificio de tamaño descomunal lleno de enfermeras. El lugar estaba repleto de pasillos sin fin, escaleras que ella pensaba que subían hasta el cielo o que bajaban hasta lo profundo de la tierra.
Por primera vez alguien tenía cuidado de ella: le dieron una cama, medicinas y comida caliente a tiempo. Se sintió querida y no volvió a acordarse de Kiev, la mascota que su madre había preparado en la cena el día que salió de aquella casa oscura, para irse al que sería su hogar.
ESTUDIANTE DEL TALLER DE CUENTO AVANZADO, ESCULTORA Y ADMINISTRADORA
GILZA CÓRDOBA
Escritora emergente
Nació en Panamá el 20 de septiembre de 1979.
Tiene Licenciatura en Administración de Empresas, con énfasis en Finanzas y Negocios Internacionales, así como Maestría en Negocios, con énfasis en Recursos Humanos.
Toma cursos de Escultura en el Instituto Nacional de Cultura, así como un taller de cuento avanzado con el escritor nacional Enrique Jaramillo Levi.