Para que los pequeños gocen de las fiestas navideñas

Actualizado
  • 23/03/2018 01:00
Creado
  • 23/03/2018 01:00
Desde el 2014 un grupo juvenil trabaja en comunidades de Panamá Este y Colón para asegurarse de que niños en riesgo social pasen la mejor Navidad posible.

Gotas de Esperanza es un grupo juvenil creado el 11 de octubre de 2014 por la señora Kathia Melissa de Osorio y su hija, Katherine Nicole Osorio.

El nombre se debe a la esperanza que transmiten a los niños, brindándoles un poco de alegría en las fiestas navideñas. Las gotas simbolizan a las personas que se esforzaron para brindar su apoyo en esta noble causa. Su objetivo se basa mucho en estas acciones.

¿En qué consiste su método de trabajo? Cada mes de abril, se realizan las reuniones pertinentes para coordinar las actividades que tendrán lugar a fin de año para recoger fondos. Esta última es realizada a través de notas dirigidas a los comercios y a la Alcaldía. Asimismo, salen a las calles con alcancías e incentivan a las personas para que se conviertan en padrinos y realicen un aporte económico.

‘Fue difícil al inicio, ya que teníamos que reclutar a personas para que se unieran. La parte de buscar patrocinadores para que regalen algún juguete o donen de manera económica fue un proceso complejo. Cada año, somos capaces de realizar nuestros objetivos y crear actividades', manifestó la señora Osorio.

RESPUESTA SOLIDARIA

Entre las acciones que han realizado en beneficio de los niños en años anteriores se encuentran la visita al Hospital Nicolás A. Solano, específicamente a la sala de Pediatría; a la comunidad de María Chiquita y en El Progreso N° 5 —todos en La Chorrera—, y uno en la comunidad de la Florida, en Capira.

En el caso de las visitas a las comunidades, el grupo ha constatado muchas dificultades. Una de ellas, quizás la principal, es el mal estado de las calles. La coordinadora explica el caso de la visita a la comunidad de la Florida.

Entraron caminando, ya que no hay transporte. Demoraron aproximadamente una hora y cuarenta minutos para llegar. La gran recompensa fue observar a los niños corriendo hacia ellos con alegría para asistir a la fiestas que les organizaban. ‘De cien a doscientos niños son los que siempre ayudamos, cubrieron mayormente las edades de infancia. Cada año se encuentra de todo, a niños muy humildes, comunidades con muchas necesidades y eso nos da la intención de querer abarcarlas a todas. Pero la mayoría de las personas de este grupo juvenil, incluyéndome, somos personas humildes y tratamos de buscar los fondos para cumplir con nuestras metas, y sabemos que esto nos da el motor de seguir trabajando', recalca la coordinadora.

El hecho de ser una fundación sin fines de lucro, de no estar patentada por algún notariado y de no contar con un nombre jurídico complica en cierta medida el apoyo de algunas empresas. A pesar de esto, el grupo se considera que son ciudadanos que están ‘realizando una diferencia para el bien de los niños'.

De diecisiete a cuarenta años son las edades que abarcan los miembros de Gotas de Esperanza. En total el grupo lo conforman doce personas, que son ayudadas por familiares o amigos de la señora Kathia Osorio.

Después de cuatro años sienten que han logrado muchas cosas. Coinciden que al llegar, ya sea a un hospital o a una comunidad, son recibidos con emoción y entusiasmo.

Para la joven Katherine, pertenecer a esta organización ha influido de manera positiva en su vida, ya que la ha ayudado a ser más humilde y a ver la vida de una manera diferente. Explica que existen personas que no valoran lo que tienen, mientras que otros, con lo poco que poseen, les alcanza para lograr sus principales metas. Estas diferencias son cosas que debemos apreciar y analizar.

ACCIÓN EN LAS REDES

Los planes a futuro de Gotas de Esperanza abarcarán lugares como asilos, albergues y el área de pediatría del Hospital del Niño, en la ciudad capital.

Por medio de las redes sociales difunden de manera masiva la labor que realizan. Ahí las personas pueden conocer más sobre la fundación y animarse a ayudarlos. A través de redes de WhatsApp dan a conocer su labor. No solo buscan que se realicen aportes de manera económica, sino que también regalen juguetes, sin importar el valor, ya que lo que le brinda más significado a su participación es la intención de compartir con los necesitados.

Por medio de la experiencia personal de su hijo, que casi pasa una Navidad en el hospital, la señora Osorio se muestra empática hacia lo que viven otras madres con sus pequeños enfermos, que deben pasar mucho tiempo en los hospitales y centros médicos. Considera que los niños deben estar con su familia, en la comodidad del hogar.

A finales de este año, Gotas de Esperanza prevé que sus actividades alcancen la comunidad 7 de Septiembre, en Arraiján.

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