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Félix Gómez: 'El teatro es mostrar al ser humano sin límites ni prohibiciones'
- 29/03/2020 06:00
- 29/03/2020 06:00
Desde la Antigua Grecia y Roma, las artes escénicas han representado una de las mejores técnicas para contar la historia, las costumbres, las tradiciones, los amores y las tragedias. También han sido un mecanismo para denunciar los problemas sociales y políticos mediante representaciones de la vida cotidiana. De esas escenas nació formalmente el teatro, de la mano de exponentes como Sófocles, pasando por Shakespeare y Molière hasta llegar a Latinoamérica con Enrique Buenaventura y Augusto Boal. Para reconocer a aquellos dramaturgos, actores y productores teatrales del mundo, el Instituto Internacional de Teatro instauró en 1962, el 27 de marzo como el Día Mundial del Teatro, luego de que el poeta francés Jean Cocteau pronunciara el bien conocido Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro. Una celebración que cobra mucha más relevancia en la actualidad y obliga a recordar sus inicios con el festival de París 'Teatro de las Naciones, ITI, Unesco' que se llevaba a cabo anualmente en esta fecha. Por otra parte, la digitalización de plataformas de comunicación ha permitido que las artes escénicas no sean consideradas únicamente como un entretenimiento para la clase alta, como en siglos pasados. Ahora, el teatro tiene una notoriedad inigualable y un público más diverso, hambriento de historias entonadas con una realidad alterna, que le permita olvidar o reflexionar por un momento acerca de su entorno y las situaciones que padecen, una reflexión que compartió con La Estrella de Panamá el actor y director de teatro, Félix Gómez. Aquí la entrevista.
Es una ocasión muy especial que celebramos al estilo de la más pura tragicomedia, este año. Esta efeméride es significativa porque le da el reconocimiento a aquellos artistas que se dedican a hacer teatro: actores, actrices, diseñadores, técnicos, propietarios de salas de teatro, productores, directores, y demás que se preocupan por darle una oferta cultural de alta calidad a la población, para ofrecer un catálogo cultural óptimo en todo momento. Además, en Panamá lo hemos hecho por muchos años y hemos visto grandes logros en este ámbito.
El teatro surgió desde la Antigua Grecia, luego se fue formalizando y se constituyeron los géneros hasta democratizar los roles para hombres y mujeres de cualquier estrato social. Antes, los hombres eran los únicos que podían actuar o participar en el montaje de una obra teatral, y eran ellos quienes hacían los roles femeninos por la prohibición de ingreso de mujeres en los centros culturales, a menos que fueran invitadas o de clase alta, por lo que ahora las mujeres —e incluso niños—, pueden estar dentro de la organización de las obras, ha sido una evolución importante.
El teatro ha presentado una expansión muy significativa en los últimos años, más aún en Panamá, contando con presentaciones infantiles, musicales, cómicas y de carácter social y nacionalista. No tiene límites, puede ser adaptado a cualquier género, pero siempre visto desde la óptica humana para dar reflexión y promover la comunicación integral entre las personas.
Es mostrar al ser humano sin límites ni prohibiciones, ahondando en sus problemas, sus deseos, pensamientos y principios. Los actores se vuelven uno con su personaje hasta crear una persona nueva, que se deja conocer tal cual es, cómo vive, sus cualidades y debilidades. Más que nada, es reflejar la condición del hombre y de la sociedad que le rodea, buscando enviar un mensaje de cualquier índole a la población.
De manera general, en cada presentación asiste un 60% de mujeres y un 40% de hombres, lo que ha significado un aumento en la asistencia de hombres en los últimos años, incluso en las clases de verano, donde ya se han graduado más de 80 hombres y mujeres adultas y de la tercera edad. El público del teatro infantil está en aumento constante, con niños y niñas —desde los 4 años en algunos casos—, cada verano en los talleres y cursos del Teatro Aba, lo cual beneficia a las familias.
Definitivamente la comedia. Al panameño le encanta ir a reír, desestresarse y vivir un momento de distracción de la realidad cotidiana. Las obras de drama les atraen por una temporada, pero en la mayoría de los casos, los asistentes regulares preguntan si habrá más comedias. Luego de que pase esta pandemia, lo más necesario será tener obras teatrales cómicas para subir el estado anímico de la población.
El valor que agrega el teatro a la educación es notorio en el desarrollo, durante la edad temprana de los niños. Los colegios primarios y secundarios se han dado cuenta de que el teatro ayuda a los estudiantes a formarse más allá de lo académico, también en lo emocional y social, ya que les ayuda a ganar confianza en sí mismos, en sus compañeros, les provee una fuente sana de diversión, ayuda a su autoestima y es una excelente herramienta para enseñar los temas importantes de manera dinámica. La Universidad Católica Santa María la Antigua presenta su grupo de teatro El Desván —que cumplirá 37 años de actividad ininterrumpida este año—, lo que puede servir de brújula para otras casas de estudios superiores. La materia de teatro se ha vuelto obligatoria en el pénsum de muchas escuelas y universidades alrededor del mundo, y en algún momento también podría suceder en Panamá.
Lo más importante: pasión. Si no se tiene eso, es un problema, ya que es un arte y una profesión muy sacrificada, que requiere concentración y separación de la vida personal de la profesional. Muchos artistas se privan de salidas sociales durante la temporada de ensayos, y aún más en las presentaciones. Es una de las pocas profesiones en las que incluso las enfermedades no rigen el rendimiento del artista, como el famoso dicho: “La función debe continuar”, y es algo que todos los que deseen entrar en esta carrera deben tener en cuenta, por lo que el amor por este arte es necesario, así como la disciplina y la responsabilidad que conlleva. Todo artista debe estar en constante evolución, entrenamiento y búsqueda de conocimiento para rendir siempre con lo mejor. No se necesita nacer con el talento, pero sí dedicarse por completo al escenario.
No diría que el Gobierno ni la empresa privada, sino más bien las complicaciones sociales, climáticas, económicas, contratiempos, factores de salubridad y demás, que forman parte de un paquete de objetos que no podemos controlar. Ahora mismo existen más de 500 artistas teatrales que no pueden salir a trabajar y su condición económica se ha visto afectada, y de igual manera, tocará luego llevar un proceso lento para recuperarnos, pero teatro siempre habrá, así sea de 'calle'.
No hay apoyo por parte de la empresa privada ni del Gobierno, es allí donde fallan los esfuerzos. Sin embargo, este año con la creación del Ministerio de Cultura esperamos una mayor cooperación y una mano amiga, pero: “Amanecerá y veremos” (risas). Después de que pase la situación actual en todo el mundo, lo ideal sería poner a trabajar los engranajes culturales a favor de la población y para eso se requerirá de todo el apoyo posible.
El panameño sabe la calidad que busca en una obra, indiferentemente del género que se presente. ¿Por qué no hemos logrado que la mayoría de los panameños interesados asistan a las salas de teatro? El costo del boleto sigue siendo un impedimento para la mayoría de los pobladores. Sin embargo, el público colonense es el de mayor asistencia a obras teatrales, pese a las condiciones socio-económicas. Hemos notado que varios grupos contratan transportes, realizan giras teatrales y preguntan por promociones grupales que les beneficien en el pago por cuotas de los boletos, es impresionante, y denota el interés y el amor por este arte. Espero que podamos contagiar esta pasión por el teatro a más panameños de las otras provincias y contribuir a un panorama cultural mucho más amplio.
Más que nada, a la comedia. Este año cumpliré 34 años de hacer teatro ininterrumpido, el 15 de julio, lo que me llena de felicidad y me recuerda mis inicios en el escenario. He actuado en todos los géneros teatrales incluyendo la tragedia, musical, infantil, nacionalista, comedia dramática, sketches, vodevil, de calle, y muchos otros, sin importar el lugar donde me he encontrado.
No del todo. Se ha avanzado en el tema, pero requiere de un mayor compromiso, experimentación consciente y recolección de resultados sustentables. En el área educativa se debe implementar el teatro de manera más enfática para promover un crecimiento integral de los niños y adolescentes, y en lo social, buscar los espacios que pueden dar paso a una mayor cantidad de presentaciones sin un costo tan elevado.