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- 17/09/2023 00:00
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La herencia de la guitarra portuguesa será presentada en el Festival Fado 2023 el seis de noviembre en el Teatro Nacional de Panamá. Con el lema “El Fado y la guitarra” los organizadores presentan una variada propuesta artística para promover el instrumento.
El festival, que promueve la lengua y la cultura portuguesa, tendrá como propuesta principal el concierto de Cuca Roseta, una de las voces más aclamadas y respetadas del fado. En esta cita artística se escuchará la guitarra portuguesa a través de las manos de Sandro Costa, quien será el artista invitado.
Como parte del Festival Fado, el siete de noviembre en el Centro Cultural de España 'Casa del Soldado', se expondrá Guitarras à Portuguesa, el filme que muestra los conocimientos de este instrumento.
En la película, varios músicos revelarán sus diferentes experiencias y cercanía con el mismo. Entre ellos se encuentran: Pedro de Castro, José Luís Nobre Costa, Mário Pacheco, Ricardo Dias, António José Moreira, Jorge Gomes, Manuel Coroa y otros.
Ese mismo día en la 'Casa del Soldado', Sandro Costa ofrecerá un conversatorio sobre el potencial y la versatilidad de la guitarra portuguesa. Costa ha tocado el instrumento para varios artistas de Fado entre los que destacan Mafalda Arnauth, Carminho y Marco Rodrigues.
Frederico Carmo, organizador del festival señala que este evento nació en el 2011 en Madrid, España para potenciar la música fado en otros países. “El jazz, el tango, flamenco y otros géneros tenían festivales, [por eso se realizó], para que la gente pudiera conocer mejor fuera del país este género musical”.
Posteriormente, el Festival Fado se hizo en otros países, como Brasil, Argentina, Colombia, hasta llegar a Panamá en 2017. Desde ese entonces, ha tenido temas distintos, que hablan sobre la historia del Fado, los poetas del Fado, el Fado y la mujer. Este año, añadió Carmo, se propone el lema “El Fado y la guitarra” para que las personas puedan conocer más el instrumento de Portugal.
“Durante todo el festival se va a hablar sobre la guitarra portuguesa. Es un instrumento único que tiene 12 cuerdas de acero. Es necesario tener una uña especial para poder tocarla. Tiene un sonido distinto, porque tiene cuerdas de acero, esto le da una sonoridad única que habitualmente otros instrumentos no tienen. La idea es que puedan conocer esto”, agregó a La Estrella de Panamá.
Precisamente el trabajo de este festival es llevar este género único que se toca y se canta en Portugal, a países que están lejos y que no conocen este género a nivel internacional, concluyó.
Inscrito en el 2011 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el fado es un género artístico que alía la música a la poesía, y que se practica extensamente en diversas comunidades de Lisboa.
“Es una síntesis multicultural de bailes cantados afrobrasileños, de géneros tradicionales locales de canción y danza, de tradiciones musicales de las zonas rurales del país aportadas por las olas sucesivas de inmigrantes a la ciudad, y de corrientes de la canción urbana cosmopolita de principios del siglo XIX”, detalla la Unesco en su portal digital.
El fado lo suele interpretar un solo cantante, hombre o mujer, con el acompañamiento de una guitarra acústica de cuerdas metálicas y de la guitarra portuguesa. Pero desde hace varios decenios, el acompañamiento musical se ha enriquecido y comprende dos guitarras portuguesas, una guitarra y una guitarra bajo, agrega el organismo.
El fado lo cantan profesionales en el circuito comercial de conciertos y en pequeños locales llamados “casas de fado”. También lo cantan aficionados en los locales de numerosas asociaciones comunitarias de los barrios viejos lisboetas. Los intérpretes más veteranos imparten cursos informales de fado en los lugares donde éste se ejecuta tradicionalmente, y este magisterio se ejerce a menudo de generación en generación dentro de las mismas familias, resalta la Unesco.
“La propagación del fado por conducto de la emigración y del circuito musical mundial no sólo ha consolidado su imagen de símbolo de la identidad portuguesa, sino que también ha dado lugar a intercambios interculturales con otras tradiciones musicales”, destaca.
Los organizadores del evento, detallan en una nota de prensa que, la “guitarra inglesa” tuvo presencia en los salones europeos a mediados del siglo XVIII. Entró en Portugal a través de las colonias de residentes ingleses en Lisboa y Oporto, puntos de referencia de muchas de las modas culturales que absorbieron las élites urbanas de aquella época.
No fue sino hasta a partir del segundo cuarto del siglo XIX cuando ya aparece la denominación 'guitarra portuguesa' con el uso del modelo de seis pares de cuerdas, una modificación que probablemente se introdujo en Portugal, sostiene el documento.
Un gran precursor fue el guitarrista Armando Augusto Freire (1891-1946), ya que fue autor de numerosos fados y variaciones. Además impulsó una escuela de la que saldrían destacados artistas , entre otros, Jaime Santos, Carvalhinho, Raúl Nery y José Fontes Rocha.
En lo que se refiere a los conjuntos de guitarras, quedaron como referencia en la historia del fado, los conjuntos del profesor Martinho d'Assunção, violista y compositor, y el conjunto de guitarras de Raúl Nery, creado a instancia de la Emisora Nacional y que forman Nery, junto con José Fontes Rocha, Júlio Gomes y Joel Pina.
“Durante el siglo XX, Artur Paredes y Carlos Paredes ampliarían notablemente el repertorio, la expresividad y la técnica de la guitarra, convirtiéndola en un fascinante instrumento de concierto, con un vasto repertorio solista”, destaca la nota.