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- 23/04/2023 00:00
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En 2060, casi cinco siglos y medio después del arribo de Juan Ponce de León a lo que hoy es Florida, Estados Unidos será el segundo país con más hispanohablantes, según indicó un estudio divulgado este viernes por el Hispanic Council.
A propósito del Día del Idioma Español, que se celebra hoy domingo, el Hispanic Council citó cifras del Instituto Cervantes para señalar que 57 millones de personas hablan ese idioma en EE.UU.
De acuerdo con el Censo, los hispanos en Estados Unidos son casi el 19 % de la población y, según el informe, para 2060 el 27,5 % de la población estadounidense será de origen hispano.
“En menos de cuatro décadas Estados Unidos será el segundo país del mundo con mayor número de hispanohablantes, tan sólo por detrás de México”, señaló el Hispanic Council, con sede en Madrid.
“La comunidad hispana no es homogénea, como tampoco lo es su relación con el español”, agregó. “El inglés es el idioma más extendido en todo el territorio estadounidense”, explicó.
No obstante, siete de cada diez hispanos utiliza el español para comunicarse en el entorno familiar, lo cual “demuestra que el español es una lengua viva que los hispanos emplean por sus vínculos culturales y por su proyección profesional”.
Según el Hispanic Council, hay en EE.UU. 624 medios de comunicación en español activos y el 91% de las escuelas secundarias ofrece clases en español. Este país tiene, con más de ocho millones de alumnos, el mayor número de estudiantes de español.
La semilla del idioma castellano la plantó en 1513 el español Ponce de León, oriundo de Valladolid, y ya ahora hay más hispanohablantes en Estados Unidos que en España, agregó el informe.
Diez estados, cuatro territorios y decenas de condados y municipios tienen nombres en español, fruto de la presencia colonial española durante más de 300 años.
El Hispanic Council precisó que el 26% del total de hispanohablantes en Estados Unidos se encuentra en California, donde la población hispana roza el 40% del total, únicamente superado por Nuevo México, en donde la comunidad de origen hispano representa casi la mitad del total de la población.
Aunque muy difundido, el español de Estados Unidos sufre un problema fundamental de falta de prestigio, según se puso este viernes de manifiesto en la primera mesa redonda del congreso “Lengua e Identidad” que realizó por segundo año el Instituto Cervantes de Nueva York.
Esta fue la principal idea repetida con matices diferentes por los ponentes del foro “Lenguas de contacto y bilingüismo”, que expresaron que el español y el “espanglish” —castellano trufado de palabras y expresiones inglesas— está vivo pero reservado a su uso en ambientes informales, sea de familia o entre amigos.
El inglés sigue siendo la lengua preferida en el ámbito profesional, y aunque el bilingüismo sea objetivamente valorado, lo cierto es que el español sufre de una minusvaloración ya desde la misma escuela, en un país donde solo un 20% de estudiantes en enseñanza primaria estudia un segundo idioma (y ello pese a que el español es el idioma más popular pero con escasas horas lectivas).
Ana Schein, abogada uruguaya que trabaja en el mundo editorial y que emigró a Estados Unidos siendo sus hijas pequeñas, recordó cómo sus hijas se negaban a hablar español al llegar al país porque lo identificaban como “lengua de sirvientas”.
Mientras que el lingüista italiano Piero Visconte, afincado en Puerto Rico durante muchos años, recuerda que entre los boricuas llegados al territorio federal de Estados Unidos abundan quienes rechazan al unísono tanto su lengua española como el caribeño “arroz con habichuelas” en favor de la mantequilla de maní, en un marcado deseo de “acomodación cultural”.
Cuando se trata del uso de la lengua, “el factor prestigio está muy presente —insistió Visconte—: el uso del inglés significa 'me estoy elevando'”.
Junto a ellos intervino otro lingüista estadounidense especializado en la lengua ladina o judeoespañola, que recordó también que entre los judíos emigrados a Estados Unidos los niños replicaban de este modo a sus abuelos si les hablaban en ladino: “Non me hables ansina”, les decían, y les pedían pasar al inglés.
Sin embargo, el tono del foro no fue catastrofista, y los ponentes subrayaron en que hace falta un doble esfuerzo: de los padres hispanohablantes para que los hijos no pierdan el idioma y de la escuela, aunque en este segundo caso los latinos no tienen herramientas a su alcance, pues “aunque tenga poder económico, carecen de cualquier capacidad de injerencia educativa”, explicó Schein.
Ella misma lamentó, además, que los maestros que enseñan español en las escuelas de Estados Unidos cometan frecuentes faltas de ortografía, algo que le pareció mucho más grave que si se tratase de un dentista —explicó de modo gráfico— por tratarse de su supuesto nivel de dominio.
Se proclama con frecuencia que el español es la segunda lengua de Estados Unidos: en un país donde el 80% de la población tiene como lengua principal el inglés (que no tiene carácter oficial), sobre el 20% restante el español es la lengua principal, usada por el 12,19 % de la población, muy por delante del chino (0,59 %).
Pero si el 27% de la población es de origen hispano en el país, eso quiere decir que el español ni siquiera es usado habitualmente por toda la población latina, habiéndose producido un fenómeno de fuerte aculturación.
El congreso del Cervantes continuó en la jornada de ayer sábado con otras mesas redondas dedicadas a temas tan variados como “Lengua y salud”, “Lengua e identidades diversas”, “Lengua y género” o “El español como lengua de herencia”.