Delia Fiallo, la madre de las telenovelas y el género dramático

Actualizado
  • 01/07/2021 00:00
Creado
  • 01/07/2021 00:00
La guionista cubana inició la popularización del género dramático de las telenovelas en Latinoamérica, y destacó en países como Venezuela y México con diversas obras
Lupita Ferrer protagonizó 'Esmeralda', con la que dio el salto a la fama en Venezuela.

Conocida como 'La Madre de la Telenovela Latinoamericana', la escritora Delia Fiallo creó más de 40 obras para radio y televisión, iniciando su carrera dramática en 1949 y finalizando su última propuesta en 1985. Además, fue precursora del género de telenovelas dramáticas en países latinoamericanos como Venezuela y México, además de su natal Cuba.

La guionista falleció a los 96 años el pasado martes en Coral Gables, Florida, según comunicó su hija a la cadena televisiva mexicana Televisa, solo cinco días antes de cumplir 97 años el 4 de julio (1924-2021). Fiallo, quien comentó en una entrevista con CNN en 2018 que nunca “se agotó la creatividad” para sus obras, saltó a la fama internacional con telenovelas como Cristal, Topacio, o Esmeralda, además de La leona, y La heredera.

Fiallo fue licenciada en filosofía y letras en La Universidad de La Habana y obtuvo un doctorado en 1948. Comenzó a escribir radionovelas en Cuba en 1949 y en 1966 se mudó a Florida junto con su familia, desde donde comenzó a escribir más novelas que fueron reproducidas en las décadas de 1970 y 1980 en América Latina y España, con una audiencia de millones de hogares.

La primera de sus telenovelas fuera de Cuba fue Lucecita, que se emitió en 1967 por Venevisión (Venezuela) y fue en dicho país donde escribió sus afamadas obras: Cristal (1985, su última historia original), Leonela, La heredera y Esmeralda. Su legado en el género dramático de las telenovelas fue tomado por cientos de otros escritores que ahora presentan contenidos de diversas narrativas en los horarios estelares latinoamericanos.

La actriz venezolana Lupita Ferrer, quien interpretó a Esmeralda en la novela homónima, comentó a través de sus redes sociales que debe su fama a la guía de Fiallo; además, está unida a la familia de la escritora porque una de sus hermanas está casada con el único hijo de la escritora cubana, el psiquiatra Bernardo Pascual, según informó el medio internacional BBC.

Pese a las diversas adaptaciones de sus obras, la escritora comentó en una entrevista con la agencia EFE en 2018 que el género dramático en las telenovelas fue “destruido”, porque ahora los guionistas “solo destacan la violencia, el narcotráfico y la acción, olvidándose de los sentimientos”. Además, señaló que su trabajo fue solitario, pasando de escribir un capítulo diario a dar continuidad lineal a sus historias para entregas semanales a las productoras.

“Fueron muchos años entregados a esa tarea, escribiendo un capítulo diario yo sola, con la telenovela al aire. No podía enfermarme, no podía descansar; a veces terminaba una novela hoy y arrancaba con otra al día siguiente”, expresó a EFE. En los momentos de mayor intensidad en su carrera, Fiallo lograba escribir hasta 35 páginas diarias de la telenovela que fuera su proyecto más reciente.

Fiallo recibió el Premio Herencia 2018, otorgado por la organización Herencia Cultural Cubana en Miami, Florida.

Sus novelas tuvieron éxito global, siendo llevadas a la televisión estadounidense, europea, caribeña y latinoamericana, por lo que su legado deja una huella generacional que hasta hoy sigue atrayendo a millones de personas, independientemente de las casas productoras. Aun con sus victorias y éxitos, Fiallo también fue víctima del mal manejo de las televisoras internacionales.

“Fui a Televisa con muchas ilusiones, porque todos esos grandes éxitos que tuve los conseguí con una producción muy honesta, muy humilde, en Venevisión, en Venezuela”, apuntó en una entrevista recopilada por el medio CNN, “y Televisa me ofreció una producción formidable. ¿Qué pasó? Fracasó lo principal: el libro. Al cambiarlo todo, fracasa el libro. Me pagaron muy bien por mis obras, pero muchas de ellas las engavetaron”.

Además, la escritora agregó que algunas de las versiones de sus obras originales que se adaptaron, no tuvieron un desenlace favorable por los cambios realizados en el libreto. “Muchas de ellas fueron resultados terribles, como en el caso de Kassandra, por ejemplo”, anotó, “ellos hicieron una versión, e incluyeron toda esa cosa del exotismo de los gitanos, pero la música que yo había documentado, la cultura gitana, los modismos, los bailes, las joyas, todo eso se perdió”.

Aun con estos altibajos, fueron muchas más las apuestas creativas que cautivaron a una audiencia global, y por las que se recordará de forma nostálgica a Fiallo y su inyección de carisma, drama y emociones genuinas en cada libreto.

Lucecita (1967)

Esta telenovela fue una de sus mayores producciones en Venevisión (Venezuela) y relata la vida de Lucecita (Marina Baura), una humilde campesina que sufre el odio y el desprecio de las mujeres dueñas de la casa de alta sociedad en la que trabaja, al lograr enamorar el corazón del joven dueño de la hacienda, Gustavo (José Bardina).

Esmeralda (1970)

La historia de la vida de Rogelio Peñalver (Hugo Pimentel) narra las adversidades de un matrimonio enfocado en tener un hijo, el mayor anhelo de Rogelio, así las ansiedades de su esposa Blanca (Eva Banco) incrementan al saber que su matrimonio depende de aquel esperanzado embarazo. Sin embargo, de forma inesperada Blanca da a luz a una niña que no da señales de vida al nacer, por lo que Chana, su fiel criada, junto con la partera Dominga, intercambian a la hija de Blanca por un niño que nació cerca de allí y cuya madre falleció durante el parto. La niña es criada por Dominga y al recibir unos aretes de esmeraldas para la niña, decide llamarla Esmeralda (Lupita Ferrer).

Leonela (1983)

Fue producida por Alberto Giarroco, creada por Fiallo y el canal televisivo RCTV y protagonizada por Mayra Alejandra y Carlos Olivier, quienes integran la historia de Leonela Ferrari Mirabal, una joven y hermosa mujer que luego de graduarse en derecho, regresa a su país para casarse con Otto Mendoza, su novio. Pero este siendo altanero, ególatra y violento, golpea y humilla a Pedro Luis Guerra, un joven humilde, quien al emborracharse viola a Leonela para vengarse de Otto.

Cristal (1984-1985)

Una de sus más exitosas historias se centró en la vida de Victoria, una humilde campesina andina que es una sirvienta en una casa de alta sociedad en Mérida (Venezuela). Allí se enamora de Ángel de Jesús, único hijo de doña Luisa, quien está obsesionada con purificar su alma, y llevó a Ángel a la vida sacerdotal, sin embargo, este se acuesta con Victoria antes de entrar a la vida religiosa y Victoria resulta embarazada de esa unión. La telenovela fue protagonizada por Lupita Ferrer, Jeannette Rodríguez, Carlos Mata y Raúl Amundaray, y producida por la cadena Radio Caracas Televisión en 1984. Tuvo gran aceptación en la televisión española y estadounidense.

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