‘Betty la fea, la historia continúa’, ¿menos machista?

Entre 1999 y 2001 se emitió “Yo soy Betty, la fea”. En aquella época causó furor y aceptación entre los televidentes.

Su protagonista era considerada un “patito feo” en el lugar que trabajaba. Este 18 de julio se estrenó ‘Betty la fea, la historia continúa’ en la plataforma Amazon Prime.

Han pasado más de dos décadas desde la última vez que vimos a Armando Mendoza y Betty juntos por primera vez.

Han pasado muchas situaciones entre ellos. Al borde de un divorcio y una hija en común se desarrolla la trama. Pero más allá de la crisis matrimonial que atraviesan, la popularidad de la serie vuelve a atraer la atención del público por el cambio radical que tiene Betty. Ahora busca “amor propio”.

“Ella ahora es una mujer que quiere ser fiel a su esencia, quiere volver a sentirse ella, auténtica”, puntualizó Ana María Orozco a El País, la actriz que interpretó a Betty y vuelve a escena, esta vez más empoderada.

Orozco consideró que en la versión original hay escenas que reflejan el machismo de una época, actuaciones que hoy en día no son tan aceptables. “Por ejemplo, los gritos de Armando a la peliteñida (Patricia Fernández), incluso cosas físicas como que la estrujaba”, dijo a ese medio.

Para el Instituto para el Desarrollo de Masculinidades Anti Hegemónicas, “se destaca cómo la novela, vista con el tiempo, refleja actitudes machistas que normalizabamos como sociedad y que ahora nos parecen impensables”.

‘Betty la fea, la historia continúa’ está alejada del libro original, porque las sociedades cambian; antes las mujeres no podían votar. La esclavitud era común y legal en casi todos los contienes. Por la vida de ‘Betty’ han transcurrido 20 años. Su vida cambió porque nada es estático.