¡Aguas frescas!

Son tan comunes en nuestra región que no somos conscientes de que la costumbre de preparar refrescos con base regularmente en jugos de fruta, no se da en todos lados. Más sanos que las gaseosas, siempre y cuando se limite la cantidad de azúcar. Las chichas, como comúnmente las llamamos en Panamá, son muy frecuentes en refresquerías, cafeterías y también en la calle y, por supuesto, en casa.

Si bien en Latinoamérica se conoce como chicha a la bebida que se genera del maíz, generalmente fermentado, receta prehispánica, en Panamá se ha extendido a las bebidas preparadas con los más diversos ingredientes y que sirven para apaciguar la sed.

El 2025 ha iniciado con lluvias, pero las temperaturas van siendo cada vez más elevadas. Un refresco natural es el mejor remedio para combatir el calor. Le invitamos a visitar los mercados y hacerse de los frutos de temporada. También puede tomar atajos y hacerse de algunos concentrados de fruta.

“Usted no es ná, ni chicha ni limoná”, reza un viejo dicho. Y es que muchos consideran que la limonada no es chicha de limón. Pero con otros cítricos puede elaborar algunas refrescantes recetas. Por ejemplo, muy pocos toleran el jugo de toronja por su acidez concentrada, sin embargo, hecha refresco la cosa cambia. También está la naranja agria y las mandarinas.

Pero más allá de los cítricos, en Panamá encontrará una gran variedad de frutos: maracuyá, tamarindo, sandía, melón, naranjilla, papaya, guanábana, incluso tomate de árbol. Cada fruto, con sus particularidades en sabor y textura viene acompañada de una carga de vitaminas.

Es algo muy pretencioso ofrecer una receta de refresco. Para gustos, los colores y sabores. Cuánto de fruta y cuánto de agua agregar a la preparación no es algo que requiera de medida. Sin embargo, podemos ofrecerle algunas recomendaciones para que su chicha sea un éxito.

Utilice fruta fresca, mientras más fresca, mayor será su carga de sabor y también de beneficios.

Ponga mucho cuidado al punto de maduración. Una fruta que no ha completado su desarrollo no tendrá el sabor ni la textura requerida. Y qué decir si está ‘pasada’...

Cuidado con el azúcar. Las frutas cuentan con su propia carga de azúcar, la fructosa. Si bien en algunos frutos predomina la acidez, no es razón para convertir su bebida en un almíbar que lo que hará es ocultar el verdadero sabor de la fruta y cargará de calorías su bebida.

Evite el azúcar refinada. Sus bebidas tendrán un sabor mucho más particular endulzadas con azúcar morena o raspadura. Está también la opción de la miel de abeja o de agave.

Las chichas no solo se preparan con frutas. Recuerde que puede hacer infusiones de hojas (como la hierba de limón o flores, como las de hibisco. El saril es un excelente ejemplo de infusión a la que se le puede agregar especias e ingredientes como el jengibre.

Experimente con algunas hierbas aromáticas como menta, romero o albahaca.

No se limite a un solo ingrediente. Puede hacer deliciosas combinaciones de frutas, pero recuerde que debe mantener el carácter ‘fresco’ de la chicha.

Algunas chichas tradicionales se preparan con una base de leche. Si está cuidando su ingesta calórica, no use leche entera y reduzca la cantidad.

¿Lo desea más sencillo? Póngale un toque de sabor a su jarra de agua con unas rebanadas de limón, naranja o piña, solo para darle unos ejemplos. Le sugerimos unas rebanadas de pepino. Puede cambiar el sabor del agua que toma a diario sin agregar calorías.