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Martinelli: El asilo, el salvaconducto y una mudanza
- 09/02/2024 00:00
- 08/02/2024 18:59
La sede de la embajada de Nicaragua en Panamá, una pequeña casa de dos plantas ubicada en el sector residencial de la Alameda, se ha convertido en un centro de visitantes y reuniones cuyo anfitrión es el exmandatario Ricardo Martinelli, quien recibió asilo del régimen de Daniel Ortega este martes. “El lugar es relativamente pequeño, quienes lo visitan se reúnen en un sitio habilitado para esto”, comentó a La Estrella de Panamá el abogado Carlos Carrillo.
Desde las ocho de la mañana, los primeros que entraron fueron sus defensores. Y la marea de visitas no paró todo el día: las diputadas Mayín Correa y Zulay Rodríguez, ésta última también candidata a la presidencia y a la alcaldía de San Miguelito por el partido Realizando Metas que lidera Martinelli. Llegaron familiares, trabajadores, sirvientas, más abogados y contando. Todos se reúnen con el político. La quietud del sitio se irrumpe por el constante movimiento de personas que se citan con el exmandatario en una habitación acondicionada por la embajada para este propósito. Las diputadas salieron de la embajada treinta a cuarenta minutos después. “Hemos hablado de temas nacionales y proyectos”, dijo Rodríguez al salir de la embajada.
El asilo se ha transformado en toda una mudanza. Desde el martes en la mañana no han parado de ingresar cosas: sillones, colchones, un tanque de reserva de agua que casi no cabe por la puerta principal, vasos, bandejas de comida, televisores inteligentes, aires acondicionados, sillas plegables, una barbacoa, unas sandalias Cros y hasta el perrito ‘Bruno’ se mudó a la embajada. A juzgar por las imágenes captadas por este diario, además de las visitas y los enseres, el acondicionamiento de la infraestructura alcanza también el arreglo de las cortinas o el aire acondicionado de la recámara que ocupa el exmandatario.
Nicaragua concedió a Martinelli asilo político tan solo dos días antes de que se concretara el tiempo para ingresar a prisión, condenado por el delito de blanqueo de capitales por la juez Baloisa Marquínez que le impuso una pena de 128 meses, además de una multa de $19 millones y decomiso de las acciones del grupo Editorial Panamá América, S.A.
Ahora la papa caliente está en la Cancillería, que debe emitir un salvoconducto para que Martinelli pueda ser trasladado a suelo nicaragüense. Los convenios de asilo internacionales no estipulan un tiempo para el pronunciamiento de la cancillería. Lo que complica el panorama es el ambiente electoral por el que atraviesa el país, a solo tres meses de celebrarse elecciones generales en las que Martinelli es uno de los candidatos a la Presidencia, sin embargo, su inhabilitación por el Tribunal Electoral solo espera el fallo de la sentencia.
El escenario arrincona a la Cancillería panameña a la disyuntiva de si conceder o no un salvoconducto a Martinelli para poder ser trasladado a Nicaragua. Si concede el salvoconducto podría interpretarse, como han opinado algunos, que el gobierno admitiría la condición de perseguido político, pero otros analistas considaran lo contrario. Por otro lado, los recursos para presionar a Managua de que Martinelli debe cumplir con su sentencia son inexistentes, porque cada estado es soberano de conceder asilo si así lo considera. “No conceder el salvoconducto podría ser una forma de expresar el rechazo a la acción de Ortega”, manifestó a La Estrella de Panamá un exfuncionario de la Cancillería que solicitó anonimato.
Este medio conoció extraoficialmente a través de una fuente de la Cancillería que la entidad “por ahora no va a conceder el placet al asilado para que viaje a Nicaragua”.
“En la bandeja de la cancillería habrá algunos otros temas sobre el tapete, por ejemplo, cómo es la relación de Panamá con Nicaragua, qué pasa dentro del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) y qué pasará con las aspiraciones panameñas para ser un miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, manifestó el candidato presidencial y excanciller Melitón Arrocha. En este sentido, dijo, se valoran los apoyos que Nicaragua pueda dar a Panamá. “Pero ciertamente en el marco de las convenciones que regulan el asilo político, yo creo que el presidente Martinelli no encaja en la conducta permisible para recibir el asilo”, zanjó.
El régimen de Ortega - Murillo es catalogado como una dictadura que ha expulsado de su país a más de 200 intelectuales y empresarios por considerarlos traidores al oponerse al régimen. La respuesta a estas medidas por parte de Estados Unidos, socio histórico de Panamá, ha sido imponer sanciones a funcionarios. En el caso de Martinelli, el gobierno de Estados Unidos está “al corriente que el expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli solicitó y obtuvo asilo del gobierno de Nicaragua a través de su embajada en Panamá”, indicó el Departamento de Estado a este diario. La entidad añadió, ante pregunta de este medio, que ambos países, Estados Unidos y Panamá “promueven valores compartidos de democracia, rendición de cuentas y transparencia”.
Martinelli denuncia que en Panamá rige una dictadura civil que lo persigue electoralmente para evitar que suba al poder como favorito en las encuestas, y que su vida corre peligro, algo que Managua no tuvo problema en dar como hecho para otorgar el asilo basado en la Convención sobre Asilo de 1928 y la Convención sobre Asilo Político de 1933, ratificada por ese país, y reconociendo que la figura del asilo es una institución de carácter humanitario y que todas las personas pueden estar bajo su protección, sin distinto de nacionalidad, razón por la que su país decidió otorgar dicha condición al expresidente. Sin embargo, si el expresidente es trasladado a Nicaragua viviría bajo un régimen catalogado por la opinión pública como un gobierno intransigente, dictatorial, como muestra la cacería sin precedentes que ha desatado contra religiosos.
Mientras que se resuelve el tema del salvoconducto, la defensa de Martinelli está sujeto al trámite indicó que por la parte judicial agota las últimas peticiones. Una de ellas es “la aclaración de la advertencia de inconstitucionalidad que se desfijó el martes pasado y que el Pleno de la Corte Suprema de Justicia negó recibir”, indicó el abogado Carlos Carrillo. El jurista se queja que también les han negado copias de la sentencia y recordó que a partir de este viernes corren tres días, que vencen el lunes 19 para presentar, aclaraciones. Esto es importante para los abogados porque entre más tiempo demore la notificación que debe hacer el sistema judicial al Tribunal Electoral, les permite mantener viva la carrera a la presidencia, antes de que la entidad electoral lo inhabilite.
Sobre la conducta de Martinelli, Carrillo dijo que hasta ahora su cliente ha cumplido con todas las instrucciones que se le han dado. “Ha respetado el asilo que Nicaragua, cualquier cosa que le digan la está cumpliendo”, respondió ante la inquietud de si continuará ofreciendo entrevistas a los medios como lo hizo con la cadena CNN en Español.
Alejandro Pérez, parte del equipo de sus abogados, dijo que Martinelli se “encuentra muy bien”. “Él sabe que lo que está pasando es político y se va a resolver políticamente”.