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- 22/12/2009 01:00
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PANAMÁ. Jaime Salas un arquitecto de 54 años, llegó al cargo de ingeniero municipal en el Distrito de Panamá, a mediados de 2004. Para entonces su patrimonio no despertaba ninguna sospecha. Cinco años más tarde (en el 2009), Salas posee al menos tres residencias, todas con envidiable fachada, decenas de empresas y conduce una lujosa camioneta BMW X5.
Pero lo más significativo es que cinco meses después de terminar su gestión en el Municipio de Panamá, la Fiscalía Contra el Crimen Organizado ordenó su detención acusándolo de enriquecimiento ilícito y blanqueo de capitales
A Salas lo esperaban desde hacía una semana en ese despacho, para explicar “movimientos sospechosos”, por más de un millón de dólares en sus cuentas. Pero el fiscal José Ayú Prado había preparado ya el expediente, basado en lo que podría ser uno de los mayores escándalos de corrupción en el Municipio de Panamá.
En la fiscalía esperan que Salas pueda explicar cómo obtuvo, luego de su salida del edificio Hatillo, el 30 de junio de 2009 un aumento considerable de bienes, dinero, casas, respecto a su declaración de bienes como funcionario público.
Los principales indicios de los movimientos de Salas incluyen un cheque de gerencia del Banco Nacional de Panamá, por la suma de 40 mil dólares, y que sirvió de base para la apertura de una cuenta de plazo fijo por 50 mil dólares.
Según el informe de la fiscalía, el ex ingeniero municipal deberá explicar por qué los cheques de su salario como funcionario del Municipio, eran depositados en la cuenta bancaria de Edificaciones Portobelo, y que el dinero que salía a su favor, directa o indirectamente, supera con creces lo que se depositaba.
Además de la compra de un auto marca BMW modelo X5 del año 2006, por un valor superior a los veinticinco mil dólares, pero que se encuentra registrado a nombre de Edgardo Araúz, empleado de Edificaciones Portobelo.
El mantenimiento y reparación del BMW se paga con dineros de una cuenta procedente de Edificaciones Portobelo.
Otro de los indicios que condujo a la fiscalía a determinar la existencia de un delito de corrupción de funcionarios públicos, fue el hecho que a pesar de que el nombre de Jaime Salas no figura en la junta directiva de Edificaciones Portobelo, de esta empresa se giraban cheques a su nombre, incluso la cuenta de la empresa también fue utilizada para la cancelación de las tarjetas de crédito a nombre de Salas.
A parte del BMW modelo X5, en el año 2007, adquirió una propiedad en El Higo de San Carlos que luego fue traspasada a la sociedad “JOED”, cuya presidenta y representante legal es la señora Esilda Rodríguez, esposa del ex ingeniero municipal.
Jaime Salas tiene múltiples domicilios. Según el informe de la fiscalía especializada contra la delincuencia, reside en la urbanización Balmoral, calle Los Guayacanes; el otro domicilio es en el corregimiento de Bella Vista, edificio Macondo apartamento 12; un tercer domicilio en Bella Vista, pero ubicado en El Cangrejo, calle Ricardo Arias, casa 119.
Además posee 11 autos a motor registrados a su nombre, el más reciente es un auto Toyota con matrícula 517817.
Todas estos elementos llevaron a las autoridades a investigar si Salas ocultó información respecto a la procedencia de sus ingresos, y si se debió a que su procedencia era ilícita.
A Jaime Salas se le podrá aplicar de 4 a 10 años de prisión por enriquecimiento ilícito, pero si la lesión supera los 100 mil dólares de 6 a 10 años. Por blanqueo de capitales la pena es de 12 años de prisión.