Oenegés advierten del supuesto daño ambiental de Puerto Barú en David

Actualizado
  • 12/12/2024 10:30
Creado
  • 12/12/2024 10:25
El análisis de Lynker concluye que se aplicaron técnicas inadecuadas en el EIA

Los bosques de manglares, los recursos pesqueros y los arrecifes de coral del Golfo de Chiriquí sufrirían daños irreversibles si se construye el puerto Barú en David, según un informe científico independiente divulgado por varias organizaciones ambientales.De acuerdo con estas 43 organizaciones no gubernamentales, el estudio de impacto ambiental (EIA) de Puerto Barú, aprobado durante el gobierno del entonces presidente Laurentino Cortizo, no detalla los verdaderos impactos.

Según el informe de la consultora internacional Lynker, ese EIA no indica los riesgos para la biodiversidad de la región Pacífico-Occidental de Panamá.

El análisis de Lynker concluye que se aplicaron técnicas inadecuadas en el EIA para modelación de dispersión de sedimentos e hidrodinámica, utilizadas para evaluar el destino y transporte de estos sedimentos.

Además, esos hallazgos ponen en duda las conclusiones del EIA sobre el impacto mínimo del dragado en los manglares y áreas protegidas cercanas. Como referencia, un reciente proyecto de dragado en Miami, Florida, Estados Unidos, resultó en la muerte de 80 veces más arrecifes coralinos de lo esperado.

Las oenegés enfatizaron que los manglares por su parte desempeñan un papel vital en la protección de las comunidades contra el aumento del nivel del mar, inundaciones y tormentas. Las comunidades alrededor del propuesto Puerto Barú actualmente están protegidas por el gran bosque de manglar, que actúa como barrera natural contra las marejadas y tormentas.

Recordaron que los manglares protegidos de David albergan especies en grave peligro de extinción, como el mono ardilla centroamericano y las tortugas carey, la especie de tortuga marina más amenazada del mundo. Ambas especies están disminuyendo sus poblaciones, lo que ha llevado a países y organizaciones a tomar medidas para evitar su extinción.

Para Julio Zyserman, de Lynker, el EIA de Puerto Barú carece de evidencia suficiente y subestima los impactos potenciales que tendrá el proyecto.

“El EIA de los desarrolladores no considera suficientemente los impactos que la construcción, las operaciones y el dragado del puerto tendrán en los ecosistemas críticos, algo esencial en cualquier evaluación ambiental”, explicó Zyserman.

En tanto, Guido Berguido, biólogo y director de Adopta Bosque, una de las organizaciones que se oponen al Puerto Barú en David, enfatizó que la investigación de la consultora internacional Lynker demuestra por qué este puerto no puede permitirse.

“Siempre hemos entendido que Chiriquí requiere un puerto, no estamos en contra de eso. Lo que cuestionamos es por qué se está construyendo un puerto en terrenos adyacentes a un área protegida de manglares”, precisó Berguido.

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