Unesco reconoce los ‘esfuerzos’ de Panamá para restaurar sus sitios Patrimonio Mundial

Actualizado
  • 23/04/2024 16:04
Creado
  • 23/04/2024 15:58
Además de las fortificaciones San Jerónimo y San Lorenzo se ha restaurado la Real Aduana de Portobelo

Panamá ha hecho “muchos esfuerzos” para la restauración de las Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá, un sitio Patrimonio de la Humanidad desde 1980, pero aún hay trabajo por hacer en ese sentido, dijo este martes 23 de abril a EFE el especialista en Cultura y encargado del sector cultura de la Oficina regional de la Unesco para América Central, México y Colombia, Enrique López-Hurtado.

La restauración de los fuertes San Jerónimo y San Lorenzo, unos magníficos prototipos de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII situados en el área de Portobelo y que están desde 2012 en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro, son algunos de los proyectos en desarrollo en las Fortificaciones de la Costa Caribe panameño.

Las fortificaciones son sometidas tanto a intervenciones de emergencia recomendadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como a proyectos que buscan su sostenibilidad, de acuerdo con la información oficial panameña.

“El Patrimonio Mundial tiene el potencial de ser un eje de desarrollo para los países y sobre todo para las comunidades a su alrededor. Esto no es ajeno al área de Portobelo, donde si bien se han hecho muchos esfuerzos para desarrollar distintos elementos, hay cosas más que hacer y desde Unesco estamos siempre atentos a ver cómo podemos apoyar esos procesos”, afirmó López-Hurtado.

El funcionario del ente mundial visita por primera vez Panamá en el marco de la realización del I Foro Centro Vivo, Patrimonio, creatividad y desarrollo urbano sostenible de los centros históricos”, organizado por el Ministerio de Cultura panameño, la Unesco y la Embajada de Perú en Panamá.

“Tengo muy presente que los países de la región entienden que no hablamos de gasto en cultura sino de inversión en cultura, y la inversión en cultura tiene distintos grados de retorno: retorna en fondos, pero también en el fortalecimiento del tejido social de nuestras comunidades”, comentó López-Hurtado.

En el caso de Panamá, además de las fortificaciones San Jerónimo y San Lorenzo, se ha restaurado la Real Aduana de Portobelo, construida en el siglo XVII por los españoles en el Caribe panameño hasta ser abandonada en 1882, y ha sido convertida en un museo con el fin de revivir su historia.

También está encaminada la construcción de un Centro de Visitantes a unos 8 kilómetros de la entrada del fuerte San Lorenzo.

Uno de los pilares de la inversión en cultura, destacó López-Hurtado, “es el enfoque del turismo sostenible, porque conecta con la sostenibilidad de los sitios arqueológicos y tiene presente que tiene que generar sobre todo desarrollo a las comunidades que están alrededor de estos centros de visita”.

“Estoy seguro que este es un elemento que ha sido muy tomado en cuenta en la campaña electoral” de cara a las elecciones generales del próximo 5 de mayo, “y desde la Unesco estamos listos y entusiastamente preparados para trabajar con el nuevo gobierno”, añadió el funcionario mundial.

López-Hurtado y representantes del Programa para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima) junto a expertos nacionales e internacionales, visitaron este martes los centros de Patrimonio histórico inscritos en la lista de Patrimonio Mundial en la costa del Caribe panameño.

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