Turismo sostenible y su impacto en la población indígena panameña

Actualizado
  • 31/08/2023 00:00
Creado
  • 31/08/2023 00:00
Bien sabemos que en el siglo anterior, Panamá era conocido como un destino para hacer negocios, compras, y por supuesto para visitar su icónica maravilla arquitectónica: el Canal de Panamá.

Bien sabemos que en el siglo anterior, Panamá era conocido como un destino para hacer negocios, compras, y por supuesto para visitar su icónica maravilla arquitectónica: el Canal de Panamá. Por tal motivo, como destino turístico integral se ha empezado a promover desde principios de este siglo, en donde se ha evidenciado el desarrollo de otros destinos dentro de la república, entre los cuales podemos mencionar Bocas del Toro, Chiriquí, la península de Azuero entre otros; pero para propósitos de esta lectura nos centraremos en el desarrollo evidenciado en las comarcas Guna Yala, Emberá-Wounann y más reciente la comarca Ngäbe Buglé.

Es importante destacar que estos destinos aún están en pleno desarrollo y para muchos turistas y visitantes a nivel internacional son desconocidos. Por ende, empecemos explicando cómo se está desarrollando la actividad turística en estos sectores. Si nos remontamos al plano histórico, la primera comarca en tener participación activa en el renglón turístico fue Guna Yala, principalmente enfocándose en las bondades que les ha otorgado la naturaleza con sus paradisiacas playas y paisajes, y ofreciendo en segundo plano la diversidad cultural que caracteriza a los gunas, desde sus exóticas molas, su lenguaje, su historia y rituales contados por los más avanzados en edad de cada isla, que brinda ese toque de misticismo que al turista le fascina.

A principios de este siglo se empezó a trabajar con las comunidades Emberá y Wounaan establecidas en el Parque Nacional Chagres; a concesión de la Autoridad del Canal de Panamá, en un modelo de gestión turístico rural, comunitario y cultural que estuviese más enfocado en un desarrollo turístico sostenible. Si bien es cierto este modelo tomó casi una década en poder desarrollarse debido a la complejidad que el mismo requería en la parte de sensibilización y capacitación dentro de las comunidades, coordinación y promoción dentro de los agentes de turismo y el gobierno, entre otros factores que no detallaremos en este artículo, ha probado ser un modelo de éxito, tanto así que ha sido replicado por los Emberá-Wounaan en la provincia de Darién y en la comarca.

Igualmente podemos mencionar que ya se está aplicando el modelo para la comarca Ngäbe Buglé y ha incentivado a los guna en cierta medida a retomar el modelo de turismo cultural histórico sobre el de sol y playa.

Ese movimiento ha sido el precursor del desarrollo del Turismo Rural Comunitario (TRC) en las comunidades indígenas; una actividad turística que se desarrolla en el medio rural, de manera planificada y sostenible, y que está basada en la participación activa de las poblaciones locales que se tienen que beneficiar del desarrollo turístico. El TRC es una alternativa económica a las comunidades rurales, campesinas, indígenas, mestizas o afrodescendientes, propias de un destino turístico, ya que genera ingresos complementarios y pone valor a los recursos culturales y naturales de una comunidad.

Esta actividad ha dado pie a la creación de la Red de Turismo Comunitario Indígena de Panamá (Redtur), la cual agrupa a las comunidades indígenas organizadas y dedicadas al desarrollo del Turismo Comunitario en los pueblos indígenas de Panamá.

Esta es una Red de Turismo Comunitario exclusiva de los pueblos indígenas de Panamá, y todos los proyectos y programas son administrados y coordinados por las propias comunidades indígenas, lo que le convierte en una experiencia auténtica para nuestros turistas y visitantes.

En conclusión, podemos indicar que el impacto de esta modalidad de gestión turística sostenible en las comunidades indígenas radica en lo siguiente:

• La comunidad originaria tiene el derecho de gestión de sus recursos locales.

• Debe proteger el medio ambiente y las costumbres y tradiciones de las comunidades locales.

• Debe poner en valor los recursos del territorio y empoderar a las comunidades en formas de mejorar la gestión de dichos recursos y enfocándose en la conservación y la sostenibilidad.

• Debe preservar las formas de vida y costumbres de la comunidad y sus manifestaciones culturales, tradiciones y gastronomía.

• Debe haber una economía solidaria o comunitaria.

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