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- 20/01/2024 00:00
- 19/01/2024 20:20
Las políticas públicas desempeñan un papel fundamental en el fortalecimiento y profundización de la democracia, constituyen un punto de inflexión entre: Democracia, Gobierno y Ciudadanía.
Política pública es el diseño planificado de acciones que los gobiernos ponen en marcha para cumplir con sus fines, tienen como objetivo general mejorar la calidad de vida de la población atendiendo siempre al bienestar común.
Su naturaleza política se desprende de que dependen de una decisión política por parte de los gobernantes electos o tomadores de decisiones en los gobiernos.
Su naturaleza pública indica que las decisiones y acciones que se tomen tendrán la misión de resolver un problema público, no privado, en la búsqueda del bien común.
Si bien es cierto, el vocablo “gobierno” contiene un elemento netamente político, no podemos olvidar su carácter administrativo. Es decir que las políticas públicas en el fondo son un reflejo de cómo se toman las decisiones en los gobiernos, y en su forma, son un reflejo de nuestra democracia; si existe participación ciudadana o no, lo podemos observar dentro del ciclo de las políticas públicas.
El Ciclo de Políticas Públicas
En resumen, el ciclo de políticas públicas es un marco conceptual que contiene las etapas por donde atraviesa la decisión hasta su evaluación o reformulación y contiene tres momentos importantes; primeramente, la etapa de formulación, que implica tanto la definición del problema público que se pretende atender, como establecer las causalidades del problema público; es decir, cómo se origina, cuáles son sus efectos y las posibles soluciones.
Sin embargo, debemos tener muy claro que las decisiones que se toman en esta fase del ciclo no siempre responden a las prioridades de la agenda pública ni a la verdadera problemática social. Los datos y la evidencia son fundamentales para garantizar una buena formulación y diagnóstico.
En segundo lugar, dentro del ciclo de las políticas públicas tenemos la fase de implementación o ejecución, proceso en que se traducen las decisiones tomadas previamente en acciones ordenadas.
Luego de la ejecución de la política pública, el ciclo de políticas debe atravesar una etapa de evaluación, es decir un proceso analítico para la obtención de información (data medible) sobre el desempeño de la política pública y saber si se han cumplido los objetivos o hacen falta ajustes.
Es importante mencionar que el ciclo no tiene un carácter netamente cronológico, la evaluación debe iniciar durante la etapa de implementación, hablamos entonces de evaluación concomitante a la que se lleva a cabo de manera simultánea con la implementación, esta evaluación nos proporciona información en tiempo real y puede ayudar a realizar ajustes a medida que se desarrolla el programa, lo cual facilita la adaptabilidad, la retroalimentación e incluso una mejora en el diseño de la política pública.
La evaluación ex pos, o evaluación retrospectiva tiene lugar una vez ha concluido el programa o política pública y se centra en analizar los resultados finales y los impactos reales a largo plazo de la política pública.
Relación entre Participación ciudadana y Políticas Públicas:
La participación ciudadana en los asuntos públicos no culmina con la elección de nuestros representantes ante los órganos del Estado.
Participación ciudadana en la gestión pública, según lo establecido en la carta iberoamericana de participación en la gestión pública, adoptada por Panamá en la XIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en 2009, es “el proceso de construcción social de las políticas públicas que, conforme al interés general de la sociedad democrática, canaliza, da respuesta o amplía los derechos económicos, sociales, culturales, políticos y civiles de las personas, y los derechos de las organizaciones o grupos en que se integran, así como los de las comunidades y pueblos indígenas”.
La idea de participación ciudadana no es abstracta, ya que la misma debe concretarse creando mecanismos que permitan a la ciudadanía ser parte de la formulación, evaluación y seguimiento a las políticas públicas, y así construir una democracia participativa que garantice la legitimidad de las decisiones, por ende, la confianza, la cohesión social para los grandes consensos sociales y la toma de decisiones fundamentales que nos afectan a todos.
Políticas Públicas Abiertas
Hasta ahora las políticas públicas tenían un carácter burocrático, donde el ciudadano es percibido como un cliente del Estado y no se tiene conocimiento de cuáles son los factores que hacen posible que las decisiones de gobierno sean eficaces y tengan la capacidad de alcanzar objetivos prediseñados.
A esto debemos añadir que no existe la percepción de legitimidad en la toma de decisiones de los gobiernos.
Por consiguiente, es necesario el conocimiento del proceso como el gobierno decide las políticas públicas y tomar la decisión política de construir un nuevo modelo o diseño de políticas públicas que faciliten la participación de las comunidades y los ciudadanos en la formulación y evaluación de resultados.
A esto, se le conoce como el diseño de políticas públicas abiertas. El próximo gobierno tiene el deber (si pretende hacer de la participación ciudadana un tema de Estado), de modificar la forma como se diseñan las políticas públicas y adoptar mecanismos que permitan el diseño de políticas públicas participativas.
Es entonces un enfoque de diseño. Tomar la decisión de dejar a un lado la forma tradicional, burocrática de diseño de políticas públicas y optar por el diseño de políticas públicas abiertas que contengan mecanismos que instrumentalizan la participación de la ciudadanía dentro del ciclo de las políticas públicas.
Una política pública abierta puede definirse como “aquella que nace, incluye y reproduce mecanismos de transparencia, participación y colaboración como parte sustantiva de su diseño, es decir, como referentes principales que orientan y definen los fines de la misma.” Ramírez-Alujas, Álvaro V.; Cruz Rubio, César Nicandro ¿Políticas públicas abiertas? Hacia la definición y análisis de los diseños políticos bajo los principios del gobierno abierto.
Es un diseño moderno, democrático e innovador de políticas públicas que contiene mecanismos, herramientas y espacios de participación de la ciudadanía en la toma de decisiones. Esto va desde su concepción comunitaria: Establecer las prioridades necesarias para que los habitantes de la comunidad definan, por ejemplo, si es preferible construir un puente, o invertir en la remodelación de la escuela; o a nivel central, apertura de mecanismos para incluir a la sociedad en el proceso de evaluación del presupuesto del Estado.
La transparencia no es un fin en sí misma, si la transparencia no estimula la participación ciudadana real y la rendición de cuentas de las acciones de quienes gobiernan, y, por ende, a la profundización de la democracia, entonces hablamos de una transparencia para las relaciones públicas.
En este sentido el Dr. Oscar Oszlack hace las siguientes reflexiones:
¿Es suficiente que un gobierno publique su ejecución presupuestaria en la Web para ser considerado “transparente”? ¿Alcanza con la creación de defensorías y auditorías para reducir la corrupción? ¿Puede la necesidad de “rendir cuentas” obligar a los funcionarios a la honestidad? ¿Hacer un aporte en la cooperadora escolar una vez al año puede considerarse “participación ciudadana”?
Entendemos que la respuesta es un rotundo no. La legitimidad de las decisiones de los gobernantes, no descansa sobre su carisma, discurso o plataforma ideológica, si es que la tiene; sino sobre acciones concretas que permitan instaurar mecanismos de participación que faciliten, permitan y estimulen el control social de las decisiones que son tomadas dentro de la caja negra del gobierno, sin embargo, como bien menciona el ilustre Dr., Oszlack:
“La modernización y la reforma del Estado no han sido una prioridad de los últimos gobiernos. El lugar institucional que ocupa la respondibilidad de llevar a cabo procesos de modernización está en un tercer nivel de gobierno, no en primera línea. Creo que el futuro gobierno va a tener que colocar entre sus prioridades justamente un mejoramiento de la función pública. En materia de planificación estratégica y de control de gestión, las asignaturas pendientes son muchas.” (Oszlak, O)
La tarea es no dejarse engañar con discursos que dicen una cosa, pero hacen otra, la participación, o más bien, la transformación de nuestra actual democracia minimalista, representativa en una robusta democracia participativa que genera confianza, es una tarea que demanda una serie de tareas y decisiones, y que incluye, la voluntad de los gobiernos de ser controlados y la voluntad de los ciudadanos de controlar las acciones de sus gobiernos. Esto último constituye un elemento cardinal para el futuro de la democracia en Panamá.