Obras en escuela modelo impiden cumplir el horario

PLAYA LEONA. La mañana del 25 de marzo, la ministra de Educación, Lucy Molinar, visitó la escuela modelo Guillermo Endara Galimany de Playa Leona. Allí, la titular anunció que durante la primera semana de clases no se cumpliría con el horario de ocho horas porque algunas áreas no tenían suministro de energía eléctricas ni agua potable.

Cuatro semanas después, la jornada no se ha regularizado y son los padres de familia quienes le solicitan a Molinar que cumpla la promesa.

Rufino Rodríguez, subdirector administrativo del plantel, señala que la empresa contratista está retrasada en la entrega de algunas áreas. ‘No tenemos fecha para iniciar la jornada completa, pero hay que tener presente que las clases no se están perdiendo. Lo que no se está cumpliendo es la parte de los espacios curriculares abiertos’, comenta el funcionario.

El horario de la escuela funcionaría así: de siete a doce se dictarían las lecciones regulares y de doce hasta las tres de la tarde se cumpliría con los estudios dirigidos de folklore, dibujo, pintura y música.

El maestro Rufino detalla que los equipos de los 19 laboratorios no se han instalado porque estos espacios se están utilizando para dictar clases. ‘La contratista trabaja en el arreglo del ducto del aire, por lo que estamos utilizando dos abanicos por aula hasta que finalicen estos trabajos’.

PLANTA DE TRATAMIENTO

Durante una semana, un grupo de estudiantes utilizaba unos baños portátiles. ‘Esos servicios alquilados ya fueron retirados. A la planta de tratamiento le faltan algunos detalles, por lo que la estamos usando como tanque séptico’, sostiene Rodríguez.

Eric López, director regional del Ministerio de Salud, comparte

que realizó una inspección por la planta de tratamiento de la escuela modelo. ‘Deben solucionar las fallas lo antes posible, porque la están utilizando como tanque séptico y esa medida de contingencia no durará mucho’.

Los padres de familia, por su parte, critican que no se esté cumpliendo con el horario de las ocho horas que se les vendió cuando matricularon a los hijos en esta estructura, cuyo costo supera los $13 millones.