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Nuevo museo exhibe piezas religiosas e históricas
- 18/01/2019 01:05
- 18/01/2019 01:05
La Iglesia de La Merced representa un pasado crucial de nuestro país. Fue ese templo el que en 1522, en su estructura original de Panamá La Vieja, refugió a los misioneros que llegaban de España, bajo la tutela de la primera orden religiosa (los mercedarios) que se estableció en tierra firme de América. Tras la destrucción e incendio de Panamá La Vieja, se construyó su nueva sede con piezas de la primera. Hoy, en ese mismo lugar, donde fue levantada por segunda vez, la iglesia concede una nueva mirada a su historia a través de una exposición permanente, interactiva y armónica.
A un costado de la imponente construcción religiosa está el lugar: Museo de la Orden Guardiana de la Historia, Museo Experiencia. El nombre ya despierta curiosidad. ‘Todo lo que está fuera de la vitrina es para que lo abraces, lo toques', describe Wendy Tribaldos, curadora de la muestra.
Todo proyecto museológico comienza con un promotor. El fray Javier Mañas García, párroco del templo, fue el encargado de promover la idea que siempre estuvo basada en mostrar al público los hitos de nuestro país, pero de una manera original, un verdadero reto en todas sus facetas. ‘Lo que ustedes encontrarán aquí fue organizado, curado y montado en solo 16 semanas', relata Tribaldos. ‘Si queríamos abrir el museo, teníamos que hacerlo en tiempos de la Jornada Mundial de la Juventud, esa fue la condición', matiza.
Este desafío vino respaldado por la compañía extranjera EVE Museos, la cual ha sido la encargada del proyecto. ‘Lo que hicimos fue poner en valor la historia de La Merced. Presentamos una colección que enlazamos con una narrativa histórica. No se trata de colocar un objeto en un estante, sino de crear una experiencia emocional', describe Ricardo Cano, presidente de EVE.
Cano y Tribaldos han especificado el valor de la ‘nueva era digital' en la que los museos deben acoplarse.
‘Los museos se están quedando antiguos porque la oferta pasiva no atrae a la gente. Son estas instituciones las que dan el conocimiento a la sociedad', enfatiza Cano.
Los soportes interactivos son la apuesta de esta pinacoteca porque ‘hace que la gente recuerde lo que observa', asevera Cano. ‘La museología moderna comienza a convertirse en productos que hay que vender', destaca.
RECORRIDO
Al atravesar la puerta de entrada, el espectador comienza su recorrido por el exterior del museo. Se topa con ‘El pilar mercenario', una de las diez columnas de madera de níspero, que sostenía el techo del templo en el XVIII. ‘Tócame con cuidado. Tómate una foto y comparte', reza en el cartel informativo de la pieza.
Detrás de la columna, se encuentra uno de los pozos más antiguos de la ciudad y lo acompañan cinco campanas antiguas de la iglesia San Francisco de Asís, Santa Bárbara y Nuestra Señora de La Merced.
Al fondo, ‘El Camino de la luz', un pasillo de velas que guían al visitante a comenzar su paseo al interior del museo. La primera sala , en planta baja, está dedicada al ‘filántropo que realizó la donación para este museo, el señor Federico Humbert Azcárraga', resalta la curadora.
En el segundo comienza la muestra de lienzos religiosos, fotografías e imágenes, esculturas... En el centro, un cáliz proyectado por luces de diferentes colores es el primer ejemplo de los guiños tecnológicos.
Nuevos matices y nuevas percepciones se van desarrollando dentro de la galería. ‘Otra curiosidad de la parroquia son todos sus libros. Por ser tan antiguos, no se deben manipular. Por ello, hemos creado un libro interactivo donde se hojean las páginas y se leen como si tuviéramos el original en nuestras manos', explica el museógrafo.
En otro salón, rodeado de un enorme nacimiento, yacen archivos de grandes próceres de nuestro país: El acta de nacimiento de Tomás Herrera, el acta de matrimonio de Ricardo Miró, el de defunción de Amador Guerrero. Junto a ellos, el reclinatorio que usaba el dictador Manuel Antonio Noriega.
En la Avenida Central del Casco Antiguo se encuentra la exhibición. Los carteles informativos están en inglés y en español. Los turistas y locales pueden visitarla de 9:00 a.m. a 4:00 p.m., de lunes a viernes. La entrada es gratuita. ‘No es museo grande. La idea es que se pueda recorrer en menos de una hora', dijo Tribaldos.
Los museos ‘deben invitar al público a cruzar el umbral de la cultura', apunta Cano, a través de las narrativas y la estética que se presente. ‘Al salir de un museo, debemos ser mejores personas. Esa es la premisa', zanja.