Lo que le dijo Chiari a Johnson

No es lo mismo que te cuenten a que vivas la historia. Es interesante saber qué conversaron los presidentes Roberto Chiari, de Panamá; ...

No es lo mismo que te cuenten a que vivas la historia. Es interesante saber qué conversaron los presidentes Roberto Chiari, de Panamá; y Lyndon Johnson, presidente de EEUU, cuando producto de los sucesos del 9 de enero de 1964 se decide romper relaciones con los EEUU.

Dos grabaciones de conversaciones entre Chiari y Johnson han trascendido en el tiempo, con relación a la ruptura de relaciones y su reinicio.

La primera conversación ocurre el 10 de enero; es decir, horas después que estallaron los enfrentamientos a finales de la tarde anterior. Mientras hablan los presidentes, en las calles de Panamá y Colón todavía están las armas de EEUU disparando a los panameños enardecidos que también agreden con lo que tienen a mano, a la vez que los más valientes suben a los postes y cercas de la Zona del Canal para izar la bandera nacional. Todavía no ha roto Panamá las relaciones diplomáticas con EEUU, ello ocurre horas más tarde.

La segunda conversación se da poco menos de tres meses después, el 3 de abril, el mismo día en que se firma la declaración Moreno-Bunker en la que ambos Estados acuerdan ‘restablecer relaciones diplomáticas’ y se pasa a otra etapa.

Al momento que Chiari habla han pasado 60 años desde la convención de 1903, pactada ‘a perpetuidad’. Ya se agotó lo que se ha llamado la etapa ‘revisionista’, representada por los tratados de 1936 y 1955, donde la élite panameña se limitó a negociar mejores beneficios fiscales y económicos, aceptando el statu quo del enclave colonial.

Para enero de 1964 ya la sociedad panameña había estado desarrollando, desde diferentes niveles sociales y políticos, una nueva visión del asunto. Seis años antes se dieron movimientos importantes, principalmente los de 1958 y 1959, gestas cívicas de ingreso a la Zona del Canal para sembrar banderas panameñas en sitios claves, como muestra de que el territorio es parte de nuestra jurisdicción.

El presidente Chiari que escuchan en enero de 1964 está en el último año de su mandato. En mayo siguiente habrá elecciones en Panamá y en octubre debe entregar el Gobierno a su sucesor. Suena un poco frustrado, porque desde el inicio de su periodo, en 1960, había buscado la forma de avanzar hacia cambios en el tema canalero. Cuando aún era presidente electo en mayo de 1960, nombró una comisión que le rindió un amplio informe en septiembre, antes de su toma de posesión.

Chiari fue recibido con honores por Kennedy en la Casa Blanca en junio de 1962, donde con franqueza había planteado todos los puntos, incluyendo nuestra soberanía total en la Zona del Canal, y eliminar la perpetuidad. Solo resulta de allí una ‘Comisión de Alto Nivel’ cuyos trabajos no son importantes.

En enero de 1963, una de las pocas cosas que acuerda dicha comisión, realmente accesoria, fue aceptar que la bandera de Panamá se fije, a la par que la de EEUU, frente a los edificios civiles. Pero ni eso se pudo llevar a la práctica por le férrea oposición de los zonians, población estadounidense radicada en la Zona. Realmente EEUU ganaba tiempo: no pretendía renegociar lo sustancial.

Por su parte, el Johnson que escuchan el 10 enero de 1964 solo tiene un mes y 19 días de estar encargado de la Presidencia, tras la muerte del John F. Kennedy (22 de noviembre de 1963). Tiempos convulsos a lo interno de EEUU y de Guerra Fría en lo externo. Fidel Castro y la Unión Soviética generaban frentes por toda América Latina. Había pasado un año y 2 meses desde la crisis de los misiles en Cuba que tuvo al mundo al borde de la guerra nuclear. La Inteligencia de EEUU veía o inventaba ‘complots comunistas’ en cada esquina. En cierta forma, el 9 de enero de 1964 Johnson se entera que Panamá existe.

Luego de la primera conversación telefónica, vino a Panamá la misión que allí se menciona, encabezada por Thomas Mann. Solo se conversó. Panamá rompió relaciones diplomáticas. Siguió el proceso tenso en el marco de la OEA. En síntesis no aceptaba restablecer relaciones diplomáticas si no quedaba claro que se renegociarían los tratados desde cero. EEUU no quería aceptar esa condición. Al final salió un texto de la Declaración Moreno-Bunker de 3 de abril, donde queda abierta pero no categórica la posibilidad de renegociación total. Fue un triunfo para Panamá, tomando en cuenta la poderosa contraparte.

Desde el final del gobierno Chiari y esencialmente durante el Gobierno de su sucesor Robles, se adelantan negociaciones con grandes esfuerzos técnicos por Panamá. En 1967 se tiene un proyecto de 3 tratados que cubren todos los temas. Se dilata en Panamá su discusión y no se aprueba. Ocurre el golpe de Estado de 1968, inicia la dictadura militar. Hay un impasse, luego se retoman las negociaciones con la novedad de que ahora Panamá usa la valiosa carta de la solidaridad internacional. Los Tratados Torrijos-Carter de 1977 logran completar la etapa abrogacionista. Nada hubiese sido posible sin la gesta de enero de 1964.

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