La deuda con los mártires, tras 60 años de la gesta del 9 de enero

Panamá conmemora hoy 60 años de la gesta histórica del 9 de enero de 1964, un hecho en el que 22 panameños murieron tras enfrentamientos con la policía zoneíta y el Ejército de Estados Unidos al intentar plantar banderas panameñas en la llamada Zona del Canal, en reclamo de la soberanía del territorio nacional.

En este intento los jóvenes, muchos de ellos estudiantes, y el pueblo de las ciudades de Panamá y Colón se enfrentaron a pedradas con las fuerzas policiales estadounidenses que reprimió con balas a los manifestantes en un hecho en el que se registraron 22 víctimas fatales y más de 500 heridos.

Han pasado ya 60 años de este trágico suceso y la interrogante que surge es si esta fecha es recordada como un hecho histórico de gran dimensión y si hay gratitud de las actuales generaciones hacia quienes formaron parte de esta gesta patriótica, que fue el chispazo de las luchas del pueblo panameño por lograr su soberanía, y que finalmente terminó con la reversión del Canal de Panamá y la partida de las fuerzas militares de Estados Unidos de nuestro país en 1999.

Para Olimpo Sáez, historiador y actual embajador de Panamá en Perú, han pasado 60 años de una lucha popular y nacional que trascendió más allá de nuestra patria. “Fue la lucha de un pueblo pequeño contra el gigante y poderoso imperio de Estados Unidos. 22 muertos y 500 heridos generó este suceso que le dio la vuelta al mundo y con ello, la causa de una lucha generacional que en gran parte culminó el 31 de diciembre de 1999”.

¿Qué queda pendiente? Para Sáez está pendiente la repartición de las mieles de los panales canaleros; es decir, la herencia de esas luchas para la felicidad de todos los panameños. “El pueblo panameño, los gobiernos, los políticos, las organizaciones empresariales, sindicales, campesinas y profesionales tienen una deuda moral y política con esa sangre derramada en todos estos años de lucha: levantar un monumento nacional para que se grave en mármol, en piedra o en bronce la memoria de todos los panameños y extranjeros que lleguen a nuestras playas. Esa deuda los panameños debemos pagarla. Es una exigencia de nuestra historia patriótica”, precisó Sáez.

Mientras que para el historiador, escritor, humanista, político, educador y diplomático Omar Jaén Suárez, desde el 9 de enero de 1964 hasta hoy, el país ha evolucionado notablemente, gracias en gran parte a los recursos extraordinarios que desde octubre de 1979 tenemos a nuestra disposición.

Destaca que esa realidad, asegura, desmiente a los que sostenían que “la soberanía no se come”. Por el contrario, indicó, el sacrificio de los mártires y la lucha generacional nos ha dado orgullo, sentido de dignidad y muchos miles de millones de dólares en tierras, en infraestructuras y en ingresos que han elevado, con desigualdad evidente, el nivel de vida en el país. “Es una verdad de a puño que nadie puede negar”, enfatizó.

En tal sentido, Jaén Suárez cree que toca ahora corregir esa inequidad, hacer que todos reciban, por igual, los beneficios del Canal, como herencia también de una epopeya grandiosa en enero de 1964 y que se convierta en más salud, más cultura, mejores viviendas, más educación, más saneamiento ambiental, un desarrollo equilibrado del campo y las ciudades del país, un mejor gobierno y real justicia para los panameños, en especial para aquellos, que son multitudes, menos provistos por un sistema que los excluye y margina.

“Debemos ahora luchar porque el sacrificio de los mártires de enero de 1964 nos anime, nos impulse y nos ayude a resolver de manera verdaderamente revolucionaria el más grave problema que arrastra nuestra sociedad, de cuya solución depende enteramente nuestro porvenir. Se trata, por supuesto, de la educación”, indicó.

El historiador y diplomático plantea que ahora solo nos resta recordar con cariño esas gestas patrióticas y difundirlas en las aulas escolares, desde la primaria hasta la universitaria, para que no se olviden sus protagonistas y se honren apropiadamente sus héroes históricos.

Por su parte, Joaquín Vásquez, miembro de la Asociación Centinelas del Canal, manifestó que las actuales y siguientes generaciones estamos obligados a agradecer a las generaciones combativas que nos antecedieron y quienes hicieron patria.

Vásquez manifiesta que una forma de sembrar futuro hacia la sociedad es hablarle a la juventud panameña de nuestras raíces, de nuestra identidad, y considera que fortalecer la autoestima en la juventud panameña implica ese rescate de la identidad nacional.

El dirigente de esta asociación dijo, además, estar orgulloso de los jóvenes que recientemente salieron a las calles a protestar en contra del contrato entre el Estado y la empresa Minera Panamá. “Vimos a una juventud que rompió la apatía, que rompió el silencio, que rompió el poco importa, y anhelamos ver esa misma juventud enarbolando otras banderas como la lucha contra la corrupción y contra el clientelismo electoral”, dijo.

Asegura que sí hay expectativas en la juventud, tras resaltar que tradicionalmente en Panamá la juventud ha puesto el pecho por las reinvindicaciones sociales. “Esa generación de tercos, de patriotas, esos más de 500 heridos de bala el 9 de enero, los mártires que murieron y las otras decenas de miles que arriesgaron su integridad física para defender su bandera, eso es lo que estamos tratando de rescatar”, exclamó Vásquez.

Vásquez, quien además forma parte de una comisión evaluadora, que surgió de la Ley 163 del 10 de septiembre de 2020 y el Decreto Ejecutivo N° 93 del 13 de diciembre de 2022, que investiga quiénes son los héroes verdaderos de la gesta histórica del 9 de enero de 1964, informó también que al menos 93 personas han sido ya reconocidas como héroes verdaderos de la gesta, de los cuales anunció que a 62 de estos héroes vivos se les pagará una pensión vitalicia de $1.200 desde marzo próximo. “La ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, ya anunció que se apartó la partida para este pago”, precisó.

Además de Vásquez, esta comisión evaluadora está integrada por los ministros de Educación, la ministra de Desarrollo Social y el ministro de Salud, al igual que Robinson Hernández, Rolando Armuelles y Nazarena Thelma King.