Juez de Bocas del Toro está denunciado por corrupción relacionada con tierras

A pesar del llamado a las autoridades administrativas y al proceso presentado en la fiscalía Anticorrupción, el juez Eric de León, de Bocas del Toro, aún mantiene admitido un caso de prescripción adquisitiva de dominio promovido por Bastimentos Holdings, S.A. en contra de Tres Cruces de Oro, S.A.

Esto a pesar de que después de una década de intentos frustrados por Bastimentos Holdings en la vía judicial y en la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (Anati), finalmente en 2019 Tres Cruces de Oro logró titular estas dos fincas en la isla de Bastimentos.

“Incluso para un estudiante de primer año de derecho es obvio que este título no califica para una prescripción, pero para el juez de León, es lo contrario y aún continúa con este proceso temerario en su escritorio”, señaló Richard Kiibler, representante de Tres Cruces de Oro.

Lo más reciente es que Bastimentos Holdings tenía en la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (Anati) la solicitud 313-2011, a sabiendas de que el área solicitada era el corazón de la finca titulada a favor de Tres Cruces de Oro; aún así entabló un nuevo proceso para hacerse irregularmente de tierras privadas, afirmó el empresario. Es decir, intentaban titular 12 hectáreas dentro de las 22 hectáreas tituladas a nombre de Tres Cruces de Oro.

El departamento de mensura de Anati, liderado por José Rodríguez, confirmó este traslape mediante un reporte oficial y mandó a archivar dicha solicitud irregular y mal intencionada.

Para los representantes de Tres Cruces de Oro es “inaudito” que estas situaciones sucedan aún en un país que quiere atraer inversión extranjera.

Anati atrapó el intento, pero el juez Eric de León es parte de un sistema judicial “podrido” donde aún se prestan jueces para admitir procesos temerarios sin ningún fundamento legal, denunció Kiibler.

Tres Cruces de Oro, S.A. ha presentado este caso ante la fiscalía Anticorrupción y ha remitido copia a la Embajada de Estados Unidos en Panamá, ya que los accionistas de este holding son ciudadanos estadounidenses.