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Josette Altmann Borbón: 'La democracia también es la construcción en disenso'
- 25/10/2023 00:00
- 25/10/2023 00:00
En los últimos años la democracia ha dejado de responder a las demandas de la población por exigencias básicas de bienestar y desarrollo. Una situación que está dando paso a una rabia popular en las calles, que aparece en forma de protestas de distintos tipos en América Latina.
Algunas coyunturales y otras sujetas a un momento político, pero la mayoría entrelazada por problemas estructurales como la desigualdad y la crisis de representatividad que sufre la democracia en el mundo.
Para Josette Altmann Borbón, secretaria general de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), urge repensar las democracias para evitar que las “ollas de presión” social que se viven en la región terminen estallando o devengan en formas autoritarias.
“La democracia se mira nada más como participación política y creo que eso es solo una parte procedimental, donde yo como ciudadano ejerzo el voto, pero va más allá. Democracia es como en un Estado le responden las demandas a los ciudadanos, es el contenido social de la democracia y es allí donde estamos haciendo aguas”, señaló Altmann este martes en “Portada” de La Estrella de Panamá.
Altmann es doctora en humanidades por la Universidad de Leiden (Países Bajos) y formada como politóloga e historiadora en la Universidad de Costa Rica. Consideró que la democracia se ha quedo corta, no solo con las viejas demandas planteadas desde los siglos anteriores, sino también frente a los nuevos reclamos ante sociedades más plurales.
A juicio de la académica, la región enfrenta diversas crisis de manera simultánea que se expresan desde los tradicionales conflictos políticos al tema ambiental, migratorio, y ahora de las instituciones democráticas.
Con eso desafíos por delante, Altmann sostiene que uno de las principales “trampas” en las que ha caído la construcción democrática en la región, es pensar que esta debe darse bajo una hegemonía del consenso.
“Se ha creído que democracia es consenso. ¡Ni siquiera en la casa todos piensan igual!, cómo pretendemos que el mundo piense igual. Eso es parte del entrampamiento que tenemos, la democracia es también disenso, pero eso significa que tenemos que dialogar de manera respetuosa y entender la diversidad de pensamientos. Cuando comprendamos que se puede construir con el disenso, vamos a abrir un poquito el botón (de la olla de presión social) y así no revienten los conflictos”, dijo.
Dentro de ese debate, remarcó Altmann, tiene que haber una inclusión de las nuevas generaciones y sus reclamos. Asuntos como las exigencias de sociedades con un desarrollo sostenible, a contramano políticas extractivas como la minería a cielo abierto o explotación de hidrocarburos.
“En este momento, esta situación tan convulsa en Panamá, donde hay distintos grupos de presión, los jóvenes están apostando por un desarrollo sostenible que respete el medio ambiente”, dijo.
En ese sentido, la académica resaltó que Centroamérica fue una de las regiones pioneras en vincular el desarrollo sostenible con las políticas económicas. Destacó la firma de la Alianza para el Desarrollo Sostenible (Alides) en 1994, una serie de compromisos entre los gobiernos centroamericanos que terminaron, como muchos proyectos en la región, sin ser implementados plenamente.