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- 25/09/2021 00:00
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La invaluable Guía de arquitectura y paisaje, de Eduardo Tejeira Davis, fue publicada en Panamá y Sevilla en 2007 por la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, en colaboración con el Instituto Panameño de Turismo (Ipat) en un esfuerzo por dar a conocer y promover la apreciación de la arquitectura destacada en Panamá y sus ciudades. El libro, al describir las que componen el paisaje urbano, ayuda a comprenderlo. Más allá de aportar fechas y nombres, conocer el detalle de la arquitectura ayuda a formarse una imagen de la ciudad.
La forma de explicar de Eduardo tiene, como un buen edificio, una estructura sólida y flexible a la vez. Así también es el diseño gráfico del libro. Su texto y colores son vivos y se leen con claridad.
El texto está complementado por mapas, diagramas y fotografías, mucho del material es de referencia, pero también se generó una gran cantidad de fotografías originales, tanto por el autor, como por Fernando Alda y Alfredo Maiquez.
Tejeira aportó también sus dibujos, que se distinguen rápidamente por el uso que hace del lápiz de color y también por la precisión de la perspectiva que muestra hasta cuando hay inclinación en viejos muros.
Hubo también un equipo de elaboración de planos, un asistente de investigación y un equipo consultor, compuesto por funcionarios del Instituto Panameño de Turismo (Ipat) que es hoy la Autoridad de Turismo (ATP), representantes de universidades y miembros del grupo Documentación y conservación del movimiento moderno (Docomo).
El libro comienza manifestando su propósito de presentar el 'acervo edilicio' de Panamá, 'hoy la mejor síntesis de América', en un mensaje de Concepción Gutiérrez, entonces consejera de la Junta, y continúa con un texto poético de Rubén Blades, quien era el primer ministro de Turismo, en el que recuenta las intervenciones, presencias e identidades en 'el viejo barrio'.
La introducción tiene seis partes: Panamá en los mapas, Geografía y urbanización, De Portobelo a Panamá, Quinientos años de arquitectura en Panamá, El Panamá colonial en los planos y dibujos, y El Canal de Panamá, del sueño francés al poder norteamericano. Cada una a su manera aporta hilos narrativos, descripciones y análisis, que se transmiten a través de textos, mapas, dibujos, fotografías históricas y aéreas.
Luego comienza propiamente la guía, que enfoca edificios uno por uno, organizada en cuatro regiones. El sector 1 es La ciudad de Panamá, que, por razones obvias, es al que más espacio dedica. Comienza con apartados para Panamá la Vieja y el Casco Antiguo, luego se subdivide por corregimientos. El sector 2 es la provincia de Colón; el sector 3 las provincias; y el 4 la periferia oriental de Panamá. A cada edificación dedica una 'ficha' que incluye los años de su construcción, los arquitectos responsables, y una reseña descriptiva e histórica que destaca los principales aspectos de cada edificio. Se incluye un mapa, por separado, impreso en un material duradero e impermeable, del tamaño de los mapas de viajar en auto.
Para investigar sobre los edificios, Eduardo debió valerse de mucha información de registro público, pero para encontrarla hay que conocer los números de finca, entonces en algunos casos tendría que consultar el catastro, ese trabajo no es fácil y es distinto para cada ciudad.
También, probablemente se valió de revistas como Ingeniería y Arquitectura de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos, la revista Lotería y consultado periódicos de distintas épocas. Además de las fuentes usuales de todo trabajo de historiador y crítico de arquitectura que debe consultar escritos, crónicas, archivos, y valerse de su propia memoria, contactos y entrevistas a expertos.
Conversé con Gilberto Barrio, arquitecto de la ATP, quien acompañó el desarrollo del proceso. Comenta Gilberto que este libro es el trabajo a la vez más exhaustivo y profundo sobre arquitectura de Panamá y que tiene como antecedentes los trabajos de Samuel Gutiérrez, entre ellos Arquitectura actual de Panamá (1989) y el espacio dedicado a la arquitectura en el libro Las manifestaciones artísticas en Panamá de Erik Wolfschoon; ambos arquitectos y profesores de la Universidad de Panamá (1983). Recuerda Gilberto también haber hecho un recorrido extenso con Eduardo y el fotógrafo Fernando Alda, documentando los distintos edificios.
Según recuerdo de mis conversaciones con Tejeira, el aporte fotográfico de Maiquez se concentraba en las fotos aéreas de la tercera parte de la introducción.
La Junta de Andalucía apoyó a la ATP durante un período de fructífera colaboración también en restaurar la casa Boyacá con su plaza frente al baluarte Mano de Tigre; en distintos trabajos de mejoras y restauración en Portobelo; y con esta guía.
Eduardo me contó, cuando en un gesto muy generoso me visitó en mi oficina para traerme la guía, que los mapas están tan bien impresos, que se les puede indagar, mirando con lupa y encontrar aún más historia. Los autores de libros, como conocen bien su contenido, se interesan mucho por el objeto físico de estos, y le explican a uno detalles de su confección. Cómo están cosidos, los márgenes.
Más de una vez me tocó ver que me explicara el detalle de alguno de sus libros. No se debe dejar de mencionar que muchos libros, en nuestro país y más en aquellos tiempos, aunque tuvieran excelente contenido, sufrían históricamente de limitaciones en la calidad de impresión y elaboración del volumen y de una ausencia de apoyo editorial. Basta mirar otros trabajos, con imágenes borrosas y lomos descosidos. En ese sentido, la calidad de elaboración física del libro es un logro, sobre todo tratándose de un tema tan especializado.
Tejeira Davis nació en 1951, su padre también fue arquitecto y colaboró en la firma Villanueva y Tejeira con Leonardo Villanueva Meyer, uno de nuestros más reconocidos colegas.
Eduardo hizo sus estudios profesionales en Alemania, en la Technische Universität Darmstadt, y el doctorado en historia del arte en la Universidad de Heidelberg, y se integró a la Universidad de Panamá en 1986 como profesor de historia del arte y de la arquitectura, también fue docente en la Florida State University.
Tuvo varios puestos públicos como vicedirector de Patrimonio Histórico, asesor de la alcaldesa Correa, laboró en la Oficina del Casco Antiguo, en el Instituto Nacional de Cultura y en el Patronato de Panamá Viejo. Fue arquitecto restaurador de la Iglesia de Natá, la casa Góngora, el Museo del Canal y el Centro Cultural España Casa Soldado.
Hace cinco años ya que Eduardo nos dejó, demasiado pronto a los 65 años, por complicaciones de una enfermedad respiratoria.
Al analizar de cerca el libro podemos decir que es como su autor: exuberante y generoso, excéntrico sin dejar de ser refinado, y volcado a explicar, enseñar y encender en otros la llama curiosa de la indagación.
Deja Eduardo una bibliografía extensa de libros, ensayos, artículos; deja también generaciones de alumnos a quienes enseñó y estimuló durante 30 años, que hubieran sido, seguramente 50; y se quedó sin terminar un trabajo que interpretara nuestra ciudad y sociedad desde el arte y la filosofía, a eso se refiere en distintas entrevistas que le hicieron en sus últimos años.
Aunque ese trabajo en sí se haya quedado sin terminar de darle forma en un volumen, sus preocupaciones sociológicas, filosóficas y artísticas traslucen toda su extensa obra. La guía está disponible completa en el portal web de la Junta de Andalucía. También el libro que menciono de Wolfschoon está disponible entero en línea. Ambos gratuitamente.