Gestión universitaria

Actualizado
  • 03/08/2023 00:00
Creado
  • 03/08/2023 00:00
¿Cómo se explican estos términos? ¿Cómo se relacionan estos pilares en una universidad pública? ¿Qué papel juega el Estado? ¿Cómo se logra que la educación superior se convierta en una estrella para el camino de las personas humildes?.

¿Cómo se explican estos términos? ¿Cómo se relacionan estos pilares en una universidad pública? ¿Qué papel juega el Estado? ¿Cómo se logra que la educación superior se convierta en una estrella para el camino de las personas humildes?

Si hablamos de presupuesto, en pocas palabras sería una especie de gastos e ingresos previstos para un determinado período de tiempo. Una definición más pura podría ser un instrumento de programación que posibilita al Estado el cumplimiento de sus funciones.

Si lo vemos de esa forma, la educación superior, en este caso de las cinco universidades oficiales debería ser en la misma medida, o evaluar a cada una por la cantidad de egresados que aportan al mercado laboral.

Nuestro segundo pilar, sería el financiamiento, definido de una manera sencilla, sería el proceso por el cual se proporciona capital a una institución pública o privada, recursos de dinero o crédito que ayuda a ejecutar sus planes de trabajo de un año o varios años, según su planificación. Sin la garantía de este pilar, se pueden tener muchos proyectos o planes, pero no hay garantía de ejecutarlos.

El tercer pilar, la autogestión. La autogestión demanda un aprendizaje integral, que debe estar conectado a una serie de valores del conocimiento, que involucra la destreza y eficacia. La pregunta sería, ¿cómo podemos autogestionar los gastos, aún con la falta de presupuesto? Pero, ¿acaso alguna vez hemos tenido un presupuesto acorde con la producción de cada universidad?

Tal vez en algunas ocasiones, sería que nos falta creatividad, liderazgo, proactividad, habilidad para conciliar alianzas estratégicas, que ayuden a disminuir nuestra dependencia del Estado.

Gestión Universitaria: la mejor gestión universitaria, está conformada por los recursos financieros y humanos, entendiéndose que no se necesita una gran cantidad de colaboradores, lo que necesitamos son personas apasionadas por la educación, con la mística de servir a los estudiantes, más que por el dinero, pero que sean guiados por líderes, no por jefes.

La autogestión necesita cumplir procesos, proyectos que reflejen resultados apropiados en el tiempo estimado. Todos ellos alineados para contribuir de manera positiva al desarrollo de la docencia, la investigación y la extensión.

Para algunos estudiosos del tema, se considera a la gestión universitaria, como la misión principal que se estructura en atención a la formación y la transferencia de conocimientos que se utilizan mediante el desarrollo adecuado de la investigación, docencia y extensión. Sin olvidar que solo se debe aperturar y mantener los grupos académicos que podemos mantener, es decir calidad más que cantidad. Pero con espacios adecuados, es decir laboratorios acordes con la realidad actual.

No se comprende cómo se planifica, se elabora un anteproyecto, un proyecto de presupuesto, el cual solo queda en un papel, porque al final del día se recibe mucho menos de lo solicitado. Sin embargo, el modelo propone lograr una eficiente asignación de recursos y una eficaz gestión que asegure el logro de los objetivos estratégicos definidos por los órganos políticos de una Universidad.

¿Por qué las universidades estatales deben ser objeto de sufrimiento y estrangulamiento al recortar su presupuesto por las diferentes situaciones que se desarrollan en el país? Con este tipo de decisiones, los más afectados son los ciudadanos de a pie, “el hijo de la cocinera”, el panameño más humilde que busca una forma de ser un profesional por medio del estudio y así poder ayudar a su familia.

¿O acaso será conveniente que la población sea más ignorante, menos preparada y de esa forma no pueda comprender lo difícil que es la vida? Sin olvidarnos que entre menos preparado esté un pueblo, sencillamente tendremos más delincuentes, o preferimos tener cárceles llenas, que salones llenos.

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