Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 21/10/2012 02:00
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‘El panameño se da el lujo de comprar cosas que el resto de Centro y Suramérica no pueden: carros, celulares, casas, etc.’, afirmaba un lector disgustado tras el informe ‘Panamá país de desigualdad’. Y sí. Él tiene razón. El consumo en el país es enorme. Pero, aparte de que solo el 40% de la población consume un 75% de bienes y servicios mientras el 60% se reparte el 25% restante, ‘muchas de las personas que compran en los ‘malls’ lo hacen mediante crédito. Vaya a ver cuántas compran en efectivo y se asusta’, narraba otra forista.
Y es que, así como crece la economía, lo hacen los préstamos hipotecarios y personales, los de autos y las tarjetas de crédito. Por eso el endeudamiento del panameño, según la Superintendencia de Bancos, ronda el 41%. La gente compra con préstamos, más caro de lo que costaría en efectivo, dice Ríos, y luego tiene que pagar. El círculo vicioso no acaba.
Así, Panamá tiene una penetración del crédito del 98% mientras el promedio de Latinoamérica es del 34%. El economista Ernesto Bazán considera que esta es un arma de doble filo: si quieres ver el vaso medio lleno puedes decir que tenemos la fortuna de la facilidad del crédito que mejora la calidad de vida de las personas, explica, pero si deseas ver el vaso medio vacío, estamos en riesgo por el alto nivel de endeudamiento.