Educar, la clave para proteger los recursos hídricos

Actualizado
  • 25/09/2023 00:00
Creado
  • 25/09/2023 00:00
Toneladas de basura llegan a los ríos y mares de Panamá. La solución que plantean onegés, empresas privada y entidades gubernamentales: educar a la población en el manejo de desechos
Panamá se sitúa en el segundo país de Latinoamérica con la mayor producción de desechos por habitante al día.

Wanda Díaz, la rueda hidráulica que recoge desechos sólidos flotantes en el Río Juan Díaz antes de que lleguen al mar, cumple su primer año en Panamá. Es la primera de América Latina. Desde su inauguración, en septiembre de 2022, ha recolectado y clasificado para su correcta disposición, 95 toneladas de desechos flotantes que han llegado al río. Así, Wanda evita que lleguen al mar.

De acuerdo con datos del Municipio de Panamá, en el país se generan alrededor de 2 mil 500 toneladas de desechos diariamente, de las cuales se recicla menos del 5%, y que aproximadamente 300 toneladas de desperdicios llegan al mar cada día procedentes de ríos, quebradas y del sistema de alcantarillado.

Como resultado de estas cifras y estudios del Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Panamá se sitúa en el segundo país de Latinoamérica con la mayor producción de desechos por habitante al día.

Educar sobre la contaminación de mares y ríos es fundamental para generar conciencia sobre estos problemas y motivar acciones individuales y colectivas para abordarlos. Esta enseñanza puede provenir de organizaciones gubernamentales, onegés, instituciones académicas y medios de comunicación.

Wanda Díaz, la rueda hidráulica que recoge desechos sólidos flotantes en el Río Juan Díaz antes de que lleguen al mar.

En Panamá existen organizaciones como Marea Verde. La asociación encargada de Wanda Díaz y de implementar campañas de sensibilización y alternativas sostenibles de disposición de desechos. Desde el año 2017 ejecutan proyectos para el cuidado de ríos y mares del país. Uno de sus pilares es educar a la ciudadanía. “Por mas esfuerzos que hagamos limpiando los ríos y playas, si no aprendemos a reciclar y a manejar bien los desechos, el problema seguirá creciendo”, reseñan en su página web.

Entre las actividades educativas que desarrollan, se encuentran las Recicletas. Son puntos de acopio móviles que recolectan material reciclable de puerta en puerta. Con eso estimulan la correcta clasificación, acopio y reciclaje de desechos para convertir esas conductas en hábitos de la población.

También tienen los proyectos Aulas verdes, Reciclar es cultura, La ruta del plástico, el libro Bob y Garzón: contra la corriente de basura. Con este último buscan crear conciencia en la población sobre el problema de la contaminación de ríos y mares. Por cada venta del libro, Marea Verde dona uno a escuelas de las comunidades cercanas al Río Juan Díaz.

“Siempre buscamos que nuestros proyectos sean integrales, es decir, que no sean nada más tomar acción, limpiar y poner un mecanismo de retención de desechos; buscamos que la población se eduque para que al final no necesitemos de este tipo de proyectos. El éxito de Wanda a futuro sería quitarla”, dijo Sandy Watemberg, directora ejecutiva de Marea Verde a este medio en una entrevista realizada en enero de este año.

El libro Bob y Garzón: contra la corriente de basura busca crear conciencia en la población sobre el problema de la contaminación de ríos y mares.
Impacto de la contaminación del agua

Un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), subraya la importancia de conservar los ecosistemas acuáticos para mitigar el cambio climático. Los océanos desempeñan un papel crítico en la regulación del clima global al absorber grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2). La contaminación y la degradación de los mares y ríos pueden afectar negativamente esta capacidad.

Asimismo se ha convertido en un problema transfronterizo que requiere la cooperación global. Organizaciones como la Unesco y la Convención sobre Diversidad Biológica de las Naciones Unidas han enfatizado la necesidad de educar sobre la importancia de conservar estos recursos compartidos.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA), la contaminación de mares y ríos tiene un efecto devastador en la vida marina y acuática. Puede llevar a la muerte de especies y la degradación de hábitats. Además, un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) destaca que la contaminación plástica en los océanos amenaza a más de 800 especies marinas.

La problemática también impacta directamente en la salud humana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el agua contaminada transmite enfermedades como el cólera, la disentería y la fiebre tifoidea, lo que puede llevar a muertes en comunidades cercanas a estos cuerpos de agua.

Además, un estudio de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) establece que la pesca y la acuicultura proporcionan empleo e ingresos a millones de personas en todo el mundo, y la contaminación puede poner en peligro estas fuentes de subsistencia.

Panamá hace fuerza para proteger las aguas

El Canal de Panamá también ha apostado por llevar a los niños del país el mensaje de cuidar el recurso hídrico. Recientemente hizo el lanzamiento del libro Tito y Lola y el poder del agua en la Cuenca del Canal de Panamá. Es un relato infantil que se logra tras una colaboración con Jorge Chanis Barahona, autor del libro y creador de Tito y Lola, los personajes principales.

En el país se está haciendo un esfuerzo en conjunto para evitar y disminuir la contaminación de mares y ríos. Sin embargo, todavía se observa gran cantidad de basura en las calles, que luego llegan a las aguas.

El Ministerio de Ambiente creó los Comités de Cuencas Hidrográficas. Son entidades multisectoriales que responden a las necesidades de gestión ambiental existentes en cada cuenca, cuyos miembros son los principales actores del sector público y privado, así como de la sociedad civil, que conviven dentro de las cuencas hidrográficas.

Además, lleva a cabo diversos programas para llegar a la población infantil. Recientemente realizaron el primer concurso de reciclaje, en el que se premió a estudiantes de quinto grado y brigadas ambientales con niños de 9 a 12 años. Recolectaron 634.5 libras de materiales PET plásticos, 52 libras de cartón, 20 libras de papel, los cuales serán trasladados a una empresa recicladora, para darle un nuevo uso.

En el portal de la entidad gubernamental se despliegan diferentes secciones en las que se puede acceder a todas las campañas educativas que realiza, no solo para el cuidado del agua, sino para la protección de todos los recursos naturales.

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