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- 23/07/2020 00:00
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Educación a distancia “forma o instrucción educativa donde los estudiantes y personal académico se encuentran en escenarios separados. Esto podría comprender recursos informáticos, y tecnología de la comunicación, o el material podría ser impreso y remitido vía tele-copia”. (Encyclopedia of Distance Learning)
Ante la realidad obligada de haber migrado gran parte del sistema educativo hacia la modalidad no presencial, hemos podido hacer un inventario que nos refuerza lo que ya podíamos esperar. El acceso global a internet entre el año 2019 y lo que va de 2020 ha aumentado a 59%, lo que representa a más de la mitad de la población mundial (Datareportal). Sin embargo, cerca de 1,2 billones de niños que están fuera de sus colegios a causa de la pandemia, enfrentan inequidades ante el acceso a internet, según United Nations News. Esto ha guiado a tres cuartos de los gobiernos y sus autoridades de 127 países a implementar el uso de plataformas virtuales. Sin embargo, de acuerdo con datos registrados por Unicef, las inequidades por el acceso a internet también los ha redireccionado al uso de la televisión abierta con un 90% en Europa, y 77% en América Latina y el Caribe. La radio ocupa el 60%.
En esta realidad están reflejadas nuestras universidades en Panamá. Por ello, el reconocimiento merecido a los héroes de la salud debe ser extensivo a los héroes de la educación. Un ejemplo es el desafío que la Universidad Especializada de las Américas, Udelas, asumió al seguir atendiendo a sus estudiantes pasando de la presencialidad a la distancia, distinguiéndose en su compromiso social de garantizar el acceso democrático a la educación, haciéndose de todas las alternativas que ofrece la educación a distancia al elaborar guías didácticas que serán dirigidas a las áreas donde es más inequitativo el acceso a internet y a recursos tecnológicos digitales como: El Empalme, en Bocas del Toro; Chichica, Buenos Aires, y Cerro Pelado, en Ngäbe-Buglé; Carrizal y las Palmas, en Veraguas; Gatuncillo, en Colón, y Ailigandí en Guna Yala.
Por otro lado, en la sede central, los docentes demostraron un alto sentido de compromiso y creatividad al adaptar herramientas digitales al desarrollo de asignaturas que parecían impensables en un entorno virtual. Como aporte a la nación estuvieron dispuestos a cumplir con lo solicitado cuando se les dijo que lo único que no estaba permitido era no hacer nada ante un estado de emergencia nacional.
Llegará el momento en que tendremos que ir más allá del reconocimiento simbólico, y prestar atención a las estadísticas recientes que indican dónde están las necesidades y las prioridades, de forma que la educación no vuelva a vivir inequidades que la obligan a hacer un viaje en el tiempo en el que en pleno siglo XXI, gran parte del mundo ha tenido que recurrir a la evolución de todas las generaciones de la educación a distancia, para evitar que uno de los legados del ser humano se extinga.
Así, comprobar, que la educación a distancia desde la correspondencia hasta la educación flexible inteligente conectada a internet, ha situado a cada grupo de estudiantes, y sus respectivos maestros y profesores del siglo XXI, en el siglo obligado que les corresponde hoy: algunos en el siglo XIX el de la correspondencia impresa, otros en el XX al tener que recurrir a la radio y la televisión, y otros en el siglo XXI con pleno acceso a internet en plataformas virtuales.