Los ‘diablos’ que nunca se fueron

Actualizado
  • 16/09/2014 02:00
Creado
  • 16/09/2014 02:00
Hasta 600 unidades circulan a diario por el centro de la ciudad de Panamá , con el permiso de la ATTT

Los buses diablos rojo —ahora también ‘diablos verdes’ y ‘diablos blancos’— vuelven a recuperar protagonismo en la misma ciudad que juró no volverlos a ver, hace apenas dos años.

Hasta 600 unidades circulan a diario por el centro de la ciudad de Panamá , con el permiso de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), despachadas por las compañías de transporte de San Cristóbal de Chepo y Transfusa. Esto, sin incluir los que circulan ‘ilegalmente en el barrio Panamá Viejo, hasta el centro comercial Los Andes o Pedregal, amparados por Sicotrac.

El número representa casi la mitad de los buses que circulaban por la ciudad antes de que el gobierno pasado indemnizara a los propietarios en 2010, para dar paso al metrobús.

Su nuevo auge deja ver el fracaso del Estado en la regulación del transporte y contrasta con la vehemente decisión de la ATTT de reformular el sistema de transporte capitalino que, de acuerdo con el pliego de cargos del contrato del metrobús, indicaba que la ‘ flota que opera el actual sistema de transporte público se compone mayormente de buses escolares de segunda, no aptos para el transporte urbano para pasajeros’.

NUEVO ESCENARIO, NUEVAS REGLAS

En la parada de la Vía España con la avenida 12 de Octubre, la comerciante Ana Osorio ha decidido que ya no esperará un metrobús. Prefiere abordar un ‘diablo’ de Tanara, aunque circule con el estruendo que tanto detesta, porque ‘al menos llega’.

Tampoco le interesa ya si debe pagar 50 centavos. Al cabo, plantea, ya ni recarga su tarjeta de transporte.

El florecimiento del negocio del transporte capitalino coincide con la crisis del metrobús: el gobierno asegura que la concesionaria no cumple con los itinerarios ni la frecuencia pactada en su contrato. Y los usuarios sufren las consecuencias, al no poder llegar a tiempo a sus destinos y cumplir con sus obligaciones.

EL MISMO DESORDEN

San Cristóbal recoge el mismo diablo verde que la semana pasada se estrelló contra una casa en La Siesta, y que hacía un ‘servicio’ hasta San Miguelito.

Dos buses blancos y vidrios polarizados trasladan pasajeros hacia La Doña y La Chorrera en la terminal de Albrook. Ambos circulan sin certificado de operación, aunque para legitimarse cuelgan sus placas, ambas alfanuméricas (AH, de San Miguelito), un sistema de nomenclatura que el Estado definió apenas en 2013, dos años después de la prohibición de introducir nuevos diablos rojos al país.

CRECIMIENTO DEL VIEJO SISTEMA

La ATT T ha declarado la guerra a los dueños de diablos rojos. ( Lea nota relacionada: ATTT impone multas a 58 diablos rojos ilegales )

El director de la entidad, Julio González, aseguró ayer que la nueva administración no permitirá su operación ‘puesto que no cuentan con las condiciones de seguridad necesaria para brindarle un buen servicio al usuario de la ciudad capital’.

Pero eso riñe con la realidad que viven los transportistas.

En los últimos meses ‘hemos tenido un crecimiento importante’, asegura Diógenes Vergara, diputado y dirigente transportista del área de San Cristóbal de Chepo. Vergara opera las rutas de Albrook-Transístmica, Tumba Muerto, Vía España y Corredor Sur-Chepo, así como la de Tanara-Vía España-Calle 12, y (desde hace dos semanas ) los piratas del este.

Desde la Asamblea, el diputado ha hablado de la necesidad de permitir la importación de diablos rojos, suspendida desde 2011 por el Decreto 780.

DOS, CUATRO Y DIECISÉIS

Vergara dice no recordar cuántos nuevos buses ha inscrito en su asociación, pero explica que en el caso de Corredor Sur-Chepo y Tanara-Calle 12 ha habido una multiplicación de diablos rojos por el crecimiento demográfico del distrito de Chepo (aunque según el Instituto Nacional de Estadística y Censo, entre 2006 y 2010 se registraron sólo 4,608 nuevos residentes).

También argumenta que sus rutas han acogido buses que circulaban en los barrios de Don Bosco, Tocumen, Mañanitas, Pedregal y 24 de Diciembre, y que quedaron en el limbo al no completar el proceso para ser rescatados administrativamente. ( Léase nota relacionada: 500 buses aún no han sido rescatados )

Un mismo panorama plantea Luis Rodríguez, presidente de Transfusa, operadora de una veintena de diablos rojos de La Cabima-Corredor Norte-Albrook. Buses de los barrios Los Andes y Santa Librada que no fueron compensados prestan servicio en esa ruta, que nació el año pasado tras un acuerdo entre Mi Bus y la prestataria.

Además, explica, hay otros 280 diablos rojos en Chilibre-Forestal-5 de Mayo (aunque en la práctica la mayoría no recorre la carretera Forestal, sino usa el Corredor Norte).

En los corredores, los diablos rojos duplicaron su tarifa que ahora se equipara a la del metrobús: $1.25.

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