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El desafío de Panamá ante los centros financieros pasa por las criptos y la tributación neutra
- 08/07/2023 00:00
- 08/07/2023 00:00
Más de dos décadas peleándose y quejándose del Gafi, para lograr salir de la lista discriminatoria, algo inminente para varios expertos, coloca al país ante el desafío de regresar por la puerta grande al club de los centros financieros de primer nivel, y una de esas vías es regular las liquidaciones internacionales en divisas digitales obviando la banca corresponsal y darle todo el poder al Banco Nacional de Panamá.
Sergi Lucas, vicepresidente de la Cámara Panameña del Mercado de Capitales (Capamec); Zaida Llerena, jefa de la Dirección Jurídica de la Superintendencia del Mercado de Valores de Panamá; Olga Cantillo, presidente ejecutiva de Latinex; Isabel Vecchio, directora y secretaria técnica coordinadora de la Dirección de Estrategia Financiera y Fiscal Internacional y el experto internacional José Antonio Monreal son optimistas que la próxima visita del Gafi será para rematar con éxito una gestión titánica.
Y así declaren inocente al designado corrupto, eso no impedirá que Panamá salga de la lista.
Así lo considera el español Monreal, un grandes ligas de los mercados financieros internacionales, quien no titubeó al contestarme sobre el rol de la justicia panameña ante los ojos de los reguladores internacionales.
“Eso no forma parte de las cosas que se han exigido modificar; domésticamente pasará lo que tiene que pasar, pero a escala internacional no es un factor que se evalúe de manera muy subida, realmente es un factor marginal, no tiene relevancia”, comentó.
Sustentó que “el mundo solo le exige a Panamá: 'coopere usted íntegramente, con respeto al estado de derecho', será más que suficiente, cuando acrediten eso tendrán que tener una estrategia de nación, ya está”.
Monreal señaló que los temas judiciales “en Gafi pesaron el 3% y en la OCDE el 0%, deberá preocupar en función del éxito del sistema represivo, de la justicia, pero para salir de la lista no es un problema relevante y no lo va a ser”.
Tanto el Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi) como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tienen a Panamá en sus listas discriminatorias, aunque saliendo de la primera, casi que automáticamente se saldrá de la segunda, aportó en el debate.
En lo que sí machacó, “aunque suene políticamente incorrecto”, es que Panamá “tiene que modernizar su legislación; es antigua”, es una de las tareas, “ningún país ha tenido una relación tan tormentosa con Gafi”, apuntó.
Reconoció que en Panamá “sí ha influido que la nación no distingue entre Estado y gobierno, esto no es un proyecto de gobiernos, es de Estado, la institucionalidad es lo que resuelve estos problemas”.
“Integridad y neutralidad fiscal” es lo que espera el experto, asesor y consultor del Banco Mundial, la OCDE, y países con mercados financieros de primer mundo.
Advirtió que Panamá “no tiene leyes sólidas para regular” porque se ha quedado atrás ante la velocidad a la que está cambiando el mundo.
Panamá se encontrará con “mercados totalmente automatizados, integrados por inteligencia artificial. Si no subimos a esa ola, vamos a perderemos por una generación o dos generaciones” las posibilidades de reaparecer como un centro financiero internacional.
Escuchado atentamente por los funcionarios que compartieron con él un conversatorio, un puñado de periodistas y de empresarios del sector, el experto español, que tiene años de colaborar y conocer Panamá, clamó que el país debe recuperar el proyecto de reforma integral de la regulación financiera, de la integridad financiera y de la expansión internacional de los mercados panameños.
Una primera iniciativa en ese sentido propuesta por el exministro de Economía y Finanzas Dulcidio De la Guardia (2014-2019) quedó engavetada “no por culpa de nadie, sino que el debate con Gafi volvió a sacarlos” de la temática, que apuntaba a establecer un diálogo con mercados como Singapur o Japón, que ya ahora “vuelan” hacia las divisas digitales como liquidadoras del comercio internacional, para enterrar definitivamente las corresponsalías”.
Solo es una propuesta, pero está acorde con lo que ocurre en el mundo actual, considerar una reformar de la ley del Banco Nacional de Panamá “que cumple algunas funciones de banco central” para que emita su propia divisa digital en dólares (que ya existe en Estados Unidos experimentalmente desde hace un par de años atrás) para liquidar las transacciones del comercio internacional “en nanosegundos”.
“El dinero digital podría ser considerado semi CBDC (Central Bank Digital Currency) eso no sería un problema, claro el estatuto legal actual no lo permite, con el dólar, la Reserva Federal está tomando sus propias decisiones, es el país más atrasado, el rol del dólar es tan importante que no tiene ningún interés en alterarlo”, razonó.
De hecho, hay otros 100 países que ya están desarrollando proyectos de CBDC y al menos 10 de ellos lo tienen en marcha en algún grado.
Como un dato aparte nos compartió que “recomiendo leerse la regulación de la Unión Europea, que dice esto entre líneas”.
Los europeos “afinan el lápiz” para evitar que la primera emisión digital del Banco Central Europeo (BCE), que se calcula saldrá en cuatro años, vaya a quebrar el sistema bancario tradicional y por ello consideran limitar a 3.000 euros los monederos digitales que ofrezcan a sus 500 millones de habitantes.
Desde hace un mes, comentó Monreal, en Europa ya se puede pagar en directo, off line, desde el teléfono móvil sin pasar por un banco.
Los japoneses, chinos, singapurenses, luxemburgueses, lituanos, entre otros, están en la línea de comenzar con las operaciones de comercio internacional.
Pero si se confirma la exclusión de la lista discriminatoria del Gafi, otra tarea inmediata debe ser recuperar la presencia en la liga de los centros financieros internacionales, presidida por París y aupada por Londres, porque es allí donde “hay que participar cumpliendo con los estándares internacionales”.
Uno de esos estándares es impulsar la neutralidad fiscal, que consiste en que un jugador tribute en su país de origen, algo que es aceptado por todos los actores del sistema.
Ya lo resumió Lucas, a Panamá “le viene lo más difícil, no somos el Singapur de América Latina”, y para lograr serlo hay que conocer cómo están los mercados financieros hoy.
Un dato, actualmente el mercado de divisas digitales mueve tres trillones diarios, y en el mundo circulan 30.000 criptomonedas –y en Panamá también, pero no hay una regulación al respecto– algo sobre lo que Llerena advirtió por “el alto riesgo” que enfrentan los inversores.
Llerena recordó que la Superintendencia del Mercado de Valores ha puesto a tono las regulaciones conforme los estándares internacionales de IOSCO, Gafi y NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera) y trabajan con el sector privado para evolucionar conforme marcha el negocio para mantener un equilibrio.
La agenda digital de la Superintendencia se limita a las oportunidades en las finanzas verdes, el mercado de carbono, la economía circular, entre otras, en tanto Cantillo enfatizó que Panamá tiene que preservar “como oro en polvo” el grado de inversión que ostenta y por ello en la Bolsa de Valores se rigen por los estándares internacionales y se invierte en tecnología de punta para lograr una eficiencia operativa de primer nivel y digital al 100%.
Del Vecchio, en la línea de Monreal, recordó que tres veces Panamá ha caído en la lista discriminatoria, pero ahora está preparado “para no volver”, siendo “proactivo”.
Nadie comentó nada sobre la propuesta de Monreal de fusionar todas las superintendencias.
Periodista independiente y profesor universitario